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La salsa Alfredo es una salsa clásica para aderezar pastas. Tiene una consistencia rica y cremosa. Las recetas tradicionales incluyen una gran cantidad de crema y mantequilla, lo cual hace que esta salsa sea poco saludable y engorde demasiado. Para preparar una versión más liviana, reemplaza la crema por leche descremada y usa la maicena para espesar la salsa y darle una consistencia más cremosa. Además, si llevas una dieta vegana o quieres evitar los lácteos, la salsa Alfredo puede adaptarse a tus necesidades. La salsa Alfredo vegana se prepara con castañas y levadura nutricional para darle la textura cremosa característica.
Ingredientes
Salsa Alfredo con leche (sin gluten) [1] X Fuente de investigación
- 1 taza (120 ml) de caldo de pollo o de vegetales
- 3 cucharadas de maicena
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 4 dientes de ajo prensados o molidos
- 1 taza (120 ml) de leche descremada
- 3/4 taza (90 g) de queso fresco parmesano rallado
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta negra
- 340 g (12 onzas) de fideos sin gluten
Salsa Alfredo sin lácteos (vegana) [2] X Fuente de investigación
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
- ½ taza (60 g) de chalote picado
- ⅛ cucharadita de sal marina sin refinar
- 1 taza (120 ml) de agua
- ½ taza (60 g) de castañas al natural
- 2 cucharaditas de jugo de limón
- ⅛ cucharadita de pimienta blanca
- 1 cucharadita de levadura nutricional no fortificada
- 3 pizcas de nuez moscada
- 2 dientes de ajo enteros
- 340 g (12 onzas) de pasta cocida
Pasos
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Mezcla el caldo con la maicena en un tazón pequeño. Mide la maicena y colócala en un tazón pequeño. Vierte el caldo sobre la maicena. Bate los ingredientes hasta que quede una mezcla homogénea. Reserva el tazón.
- Si el caldo de pollo o vegetales es comprado, revisa la etiqueta para saber si es libre de gluten. Algunas marcas contienen gluten.
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Saltea el ajo en aceite de oliva durante un minuto. Mide y calienta el aceite de oliva en una sartén mediana a fuego medio alto. Agrega a la sartén los cuatro dientes de ajo picado. Saltea durante 60 segundos. Revuelve el ajo de vez en cuando.
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Agrega la mezcla de la maicena con la leche en la sartén. Vierte la mezcla de maicena con cuidado y bate rápidamente hasta que la salsa adopte una consistencia suave. Agrega la leche descremada en la sartén y bate nuevamente hasta que los ingredientes se mezclen por completo.
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Lleva la salsa a ebullición. Cuando hierva, baja el fuego a medio lento. Deja que hierva de uno a dos minutos. Sabrás que está lista cuando su consistencia sea rica y cremosa.
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Incorpora el queso parmesano, la sal y la pimienta. Mezcla hasta que todos los ingredientes estén incorporados y el queso se haya derretido. Prueba la salsa y agrega sal y pimienta de ser necesario.
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Sirve inmediatamente sobre la pasta que hayas elegido. Cuece al dente 340 g (12 onzas) de pasta (utiliza la opción sin gluten para ser consistente con la temática libre de gluten). Escúrrela bien y divídela en tazones. Sirve la salsa con un cucharón sobre la pasta cocida y sírvela inmediatamente.
- Agrega más queso parmesano, sal y pimienta para tus amigos o invitados.
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Coloca el aceite de oliva en una sartén a fuego medio alto. Mide el aceite de oliva extra virgen y viértelo en una sartén pequeña. Coloca la sartén en la hornalla a fuego medio alto. Deja que el aceite se caliente.
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Agrega el chalote en la sartén. Corta el chalote en pedacitos y colócalo en el aceite caliente de la sartén. Saltea de cuatro a cinco minutos y revuelve de vez en cuando. Sabrás que está listo cuando observes que está ablandado. Agrega sal marina a gusto, si lo deseas.
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Coloca los chalotes y el resto de los ingredientes en una licuadora. Retira los chalotes salteados de la hornalla y transfiérelos cuidadosamente a una licuadora de alta velocidad. Mide y coloca en la licuadora el agua, las castañas, el jugo de limón, la pimienta blanca, la levadura nutricional no fortificada, la nuez moscada y el ajo. Asegura la tapa.
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Licúa durante un minuto a máxima velocidad. Procesa los ingredientes a máxima velocidad durante 60 segundos hasta que la mezcla quede homogénea. La salsa debe tener una consistencia cremosa y una textura suave.
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Vierte la salsa en una sartén a fuego lento. Transfiere la salsa de la licuadora a la sartén. Calienta a fuego lento. Revuelve la mezcla constantemente y cocina durante dos minutos. Una vez que toda la salsa se haya calentado, observa la textura. Si está muy espesa, agrega una pequeña cantidad de agua y revuelve bien.
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Sirve la salsa con un cucharon sobre la pasta que hayas escogido y sirve. Retira la salsa del fuego y revuelve por última vez. Con una cuchara, sirve la salsa en los tazones donde has colocado la pasta al denté. Sirve inmediatamente. Este plato combina muy bien con vino blanco y ensalada.Anuncio
Cosas que necesitarás
- tazón pequeño
- batidor
- sartén mediana
- cuchara o cucharón
- licuadora de alta velocidad
Referencias
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