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El sulfato de cobre suele encontrarse como una solución líquida azul o en forma cristalina de dicho color, y suele usarse en las clases de química porque es relativamente fácil de hacer, y puede usarse para demostrar muchas reacciones interesantes y crear cristales azules hermosos. El sulfato de cobre tiene muchos usos prácticos en la agricultura, el mantenimiento de piscinas y el arte, y puede comprarse con facilidad en muchas tiendas en línea para estos fines. [1] Puedes hacer sulfato de cobre en casa o en un salón de clase de diversas maneras. Tan solo recuerda que este irrita la piel y es tóxico si se ingiere. Ten precaución y usa el equipo de seguridad apropiado al manipular químicos, y deséchalos con cuidado luego de tu experimento.

Método 1
Método 1 de 3:

Hacer sulfato de cobre con peróxido de hidrógeno

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  1. Necesitarás protección para los ojos, una bata de laboratorio o una camisa gruesa de manga larga para protegerte de las salpicaduras, y guantes resistentes al ácido (de látex o nitrilo). También debes tener una caja de bicarbonato de sodio a la mano para neutralizar todo derrame de ácido.
    • El ácido sulfúrico es muy corrosivo. Procura no derramarlo ni salpicarlo.
    • Si te cae ácido sulfúrico en la piel, lávatela de inmediato con agua fría y jabón por un mínimo de 15 minutos, y solicita atención médica.
    • Si te salpicas ácido sulfúrico en los ojos, lávatelos por un mínimo de 30 minutos con agua fría y busca atención médica. ¡Usa gafas para evitar que esto ocurra!
    • Si derramas ácido sobre una superficie, cubre el derrame con bicarbonato de sodio. Espera a que el burbujeo se detenga. Luego limpia con cuidado todas las superficies afectadas con una esponja o papeles toalla, y lava todo el material acumulado en el lavabo con mucha agua. [2]
  2. Necesitarás un vaso de precipitado o un frasco de vidrio en el cual experimentar, y una taza medidora de vidrio con una gradación en milímetros, o un gotero de vidrio. También podrías necesitar una varilla o una espátula de vidrio para recuperar el exceso de pedazos de cobre de la solución, y una balanza para pesarlo.
    • No uses cucharas medidoras de metal o plástico, ya que reaccionarán al ácido.
  3. Este experimento emitirá gas de hidrógeno (h 2 ), el cual es muy combustible, y solo debe realizarse al aire libre o bajo una campana extractora de laboratorio, lejos de toda llama abierta o fuente de ignición. También debes realizar el experimento en una superficie resistente al ácido (de preferencia, una que sea de vidrio o específicamente resistente a los químicos). [3]
    • Si no tienes una superficie resistente a los químicos sobre la cual trabajar, por lo menos debes colocar una lámina de cartón grueso bajo tu área de trabajo. El ácido sulfúrico disolverá el cartón, pero lo suficientemente lento como para neutralizar el derrame con bicarbonato de sodio antes de que lo desgaste por completo.
  4. Para ello, necesitarás peróxido de hidrógeno al 30 % y ácido sulfúrico con una concentración del 98 %. Ambos pueden comprarse en una compañía de suministros científicos, pero el peróxido de hidrógeno también puede comprarse en los principales distribuidores en línea. También necesitarás un poco de alambre de cobre, o algunos pedazos de tubo de cobre, los cuales están disponibles en toda ferretería. [4]
  5. Coloca 10 ml de peróxido de hidrógeno al 30 % en un vaso de precipitado. Luego agrega 3 ml de ácido sulfúrico concentrado. A esta se le denomina “solución piraña” y se calentará con rapidez, por lo que debes tener mucho cuidado.
    • Nunca intentes cubrir un vaso de precipitado o un recipiente con la solución piraña, ya que puede explotar.
  6. Coloca con cuidado alrededor de 3 g de alambre de cobre o pedazos de metal en la solución.
    • No uses monedas para este experimento, ya que contienen muchos metales además de cobre, y podrían causar reacciones inesperadas. [5]
  7. Empezarán a formarse burbujas alrededor del cobre y el líquido transparente en el frasco empezará a volverse azul. Deja el cobre en la solución hasta que las burbujas dejen de formarse. Esto puede tomar varios minutos, dependiendo de la temperatura y la concentración de la solución. Retira con cuidado todo resto de cobre con una espátula o una varilla de vidrio. Ahora deberás tener una solución de sulfato de cobre acuosa. [6]
  8. Si quieres recolectar los cristales de sulfato de cobre, viértela en un plato de vidrio poco profundo y déjala expuesta al aire por varios días mientras el líquido remanente se evapora. Recuerda que esta solución es cáustica y ten cuidado cuando la manipules. [7] Luego puedes usar los cristales de sulfato de cobre en diversos experimentos o para hacer cristales más grandes. [8]
  9. El sulfato de cobre es tóxico para los peces, las plantas y otros animales salvajes, y no debe verterse en lagos o arroyos, ni drenarse por el desagüe. El sulfato de cobre es un ingrediente común en muchos limpiadores de drenaje, y las cantidades pequeñas (como las que el experimento producirá) pueden diluirse de forma segura con agua y drenarse por el lavabo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer sulfato de cobre con ácido nítrico

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  1. El ácido nítrico es mucho más peligroso que el ácido sulfúrico, por lo que debes tener cuidado durante este experimento. [9] Necesitarás protección para los ojos, guantes resistentes al ácido y una bata de laboratorio.
  2. Debido a los riesgos que conlleva el uso de ácido nítrico, este experimento solo debe realizarse en un laboratorio. Dado que este experimento emitirá gases tóxicos (NO 2 gas), debe realizarse debajo de una campana extractora.
  3. Necesitarás un vaso de precipitado o un frasco de vidrio para realizar el experimento, una taza medidora con gradación de milímetros, o un gotero de vidrio, y una varilla o espátula de vidrio para eliminar el exceso de pedazos de cobre. También necesitarás una balanza para pesar el cobre.
  4. Para este método, necesitarás agua, ácido nítrico (al 70 %) y ácido sulfúrico con una concentración del 98 %. Podrás comprarlos en una compañía de suministros científicos. También necesitarás un poco de alambre de cobre o algunos pedazos de tubo de cobre, los cuales están disponibles en las ferreterías. [10]
  5. Primero coloca 30 ml de agua en el vaso de precipitado. Luego agrega 5 ml de ácido nítrico y 3 ml de ácido sulfúrico concentrado. [11]
  6. Agrega con cuidado alrededor de 6 g de alambre de cobre o pedazos de metal en la solución. Párate lejos de los gases y mira cómo ocurre la reacción. Se formará un gas marrón, las burbujas se formarán a medida que el cobre se disuelva y el líquido en el vaso de precipitado se volverá azul. La reacción estará completa cuando el burbujeo se detenga. [12]
    • El gas resultante de la reacción es tóxico, y no debe inhalarse.
  7. Si quieres recolectar los cristales de sulfato de cobre, vierte la solución en un plato de vidrio poco profundo y déjalo expuesto al aire por varios días mientras el líquido remanente se evapora. Recuerda que la solución es cáustica y ten cuidado cuando la manipules. [13] Luego podrás usar los cristales de sulfato de cobre en diversos experimentos o para hacer cristales más grandes. [14]
  8. El sulfato de cobre es tóxico para los peces, las plantas y otros animales salvajes, y no debe verterse en lagos o arroyos, ni drenarse por el desagüe. El sulfato de cobre es un ingrediente común en muchos limpiadores de drenaje y, en cantidades pequeñas (como las que producirá este experimento), puede diluirse de forma segura y drenarse por el lavabo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Hacer sulfato de cobre mediante la electrólisis

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  1. Necesitarás protección para los ojos, una bata de laboratorio o una camisa gruesa de manga larga para protegerte de las salpicaduras, y guantes resistentes al ácido (de látex o nitrilo). Asimismo, también debes tener una caja de bicarbonato de sodio a la mano para neutralizar todo derrame de ácido.
    • El ácido sulfúrico es muy corrosivo. Ten cuidado para no derramarlo ni salpicarlo.
    • Si te manchas la piel con ácido sulfúrico, lávatela de inmediato con agua fría y jabón por un mínimo de 15 minutos, y solicita atención médica.
    • Si te salpicas ácido sulfúrico en los ojos, lávatelos por un mínimo de 30 minutos con agua fría y solicita atención médica. ¡Usa gafas para evitar que esto ocurra!
  2. Este experimento emitirá gas de hidrógeno (h 2 ), el cual es muy combustible, y solo se debe realizar al aire libre o debajo de una campana extractora de laboratorio, lejos de toda llama abierta o fuente de ignición. También debes realizar el experimento sobre una superficie resistente al ácido (de preferencia, una de vidrio o resistente a los químicos). [15]
    • Si no tienes una superficie resistente a químicos, al menos debes colocar una lámina de cartón grueso debajo del área de trabajo. El ácido sulfúrico disolverá el cartón, pero lo suficientemente lento como para neutralizar el derrame con bicarbonato de sodio antes de que lo desgaste por completo.
  3. Necesitarás una batería de 6 voltios, un frasco o vaso de precipitado de vidrio, 2 tiras de alambre de cobre, solución de ácido sulfúrico concentrada (disponible en las tiendas de suministros científicos), un vaso de precipitado medidor o un gotero de vidrio, y agua.
    • Si no tienes acceso a una solución de ácido sulfúrico concentrada, puedes usar ácido de batería, el cual está compuesto por un 30 a 35 % de ácido sulfúrico y está disponible en las ferreterías y en las tiendas de autopartes.
  4. Añade 30 ml de agua al vaso de precipitado, y 5 ml de ácido sulfúrico concentrado. Si vas a usar la solución de batería menos concentrada, añade 15 ml de ácido a 20 ml de agua.
  5. Los alambres deben estar separados a una distancia aproximada de 2,5 cm (1 pulgada), lo que dependerá del tamaño del recipiente, y no deberán tocarse entre sí. [16]
  6. Un alambre deberá estar envuelto alrededor de un terminal positivo, y el otro alrededor del negativo.
  7. Debes ver que se forman burbujas en el ánodo (el alambre conectado al terminal negativo), pero no el cátodo, y la solución empezará a volverse azul a medida que se forme el sulfato de cobre. Deja que la reacción se lleve a cabo hasta que la solución tenga un color azul marcado, y luego retira los alambres de la solución y desconéctalos de la batería.
  8. Puedes evaporar la solución al verterla en un plato de vidrio poco profundo que esté expuesto al aire por varios días. También puedes acelerar el proceso al hervir la solución con cuidado en una olla resistente al calor (de pírex o borosilicato), y luego verter la última cantidad de ácido sulfúrico que no se evapore. Ten cuidado, ya que la solución es cáustica y debe manipularse con mucho cuidado.
  9. El sulfato de cobre es tóxico para los peces, las plantas y otros animales salvajes, y no debe verterse en lagos o arroyos, ni drenarse por el desagüe. El sulfato de cobre es un ingrediente común en muchos limpiadores de drenajes y, en cantidades pequeñas (como las producidas por este experimento), puede diluirse de forma segura con agua y drenarse por el lavabo.
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