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El té de limoncillo es relajante, tiene notas cítricas y sabe absolutamente delicioso. En realidad, no es té, ya que está hecho con tallos del limoncillo (hierba de limón, zacate de limón, hierba luisa, lemongrass) en lugar de hojas de té, pero esta infusión herbal es perfecta caliente o fría. Mejor aún, ¡es muy fácil de hacer!

Ingredientes

  • 4 tazas (1 litro) de agua
  • 2 tazas (150 g) de tallos de limoncillo
  • ¼ de taza (50 g) de azúcar (opcional)
  • leche, crema de leche, miel, jengibre o lima (opcional)
Parte 1
Parte 1 de 2:

Hacer el té

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  1. Golpea los tallos con la parte plana de la hoja del cuchillo para machacarlos. Esto desprenderá el aceite aromático al interior de los tallos duros. Luego, pica con cuidado el limoncillo en trozos grandes. Los trozos deben ser de unos 1,5 a 3 cm (½ a 1 pulgada) de largo.
    • Si vas a usar limoncillo de tu huerto, puedes usar las hojas para hacer el té. Pero no es necesario machacar las hojas.
    • Pica el limoncillo sobre una tabla para picar para no desafilar la hoja del cuchillo o dañar la cubierta de la cocina.
    • Como el limoncillo normalmente se vende ya cortado en los supermercados, el número de tallos que necesitarás variará.
  2. Vierte el agua a una cacerola mediana u otra olla similar para que no rebase al calentarse. Luego, ponla en la estufa a fuego alto durante unos minutos hasta que rompa el hervor. [1]
    • Ten cuidado a medida que el agua se calienta. ¡La olla se pondrá muy caliente!
  3. Cuando el agua rompa el hervor, será hora de echar el limoncillo. Echa cuidadosamente el limoncillo picado directamente al agua hirviendo. Si es necesario, revuélvelo con una cuchara de mango largo para asegurarte de que esté completamente sumergida y luego déjala concentrar en el agua hirviendo durante unos 5 minutos. [2]
    • Sabrás que habrá roto el hervor cuando el agua no deje de burbujear al revolverla.
    • Sostén el limoncillo cerca de la superficie del agua cuando la eches. Así habrá menos probabilidades de que te salpique. [3]

    Consejo: si quieres hacer el té en una tetera, hierve el agua, luego vierte el agua hirviendo y el limoncillo picado a la tetera. Cúbrela con un secador o una cubretetera y deja que la mezcla se concentre de 5 a 10 minutos o hasta que quede aromática.

  4. Después de que el té haya terminado de concentrarse, lo mejor será colarlo para que no termines tomándote alguna fibra de el limoncillo sin querer. Pasa el té por un colador o escurridor de malla fina sobre una jarra u otro recipiente. [4]
    • Si bien el limoncillo es comestible, las fibras de los tallos pueden ser desagradable agregarlo a una relajante taza de té.
    • Si quieres, puedes colar el té directamente sobre una taza de té.
  5. Una taza de té de limoncillo tibio es relajante y deliciosa por la mañana o en un día fresco. Después de colarlo, puedes disfrutarlo apenas esté lo suficientemente tibio para beber. [5]
    • Endulza el té en la taza con un poco de miel o azúcar, si quieres.
  6. Si prefieres el té helado, pon la jarra de té de limoncillo en el refrigerador durante 1 hora aproximadamente. Así tendrás un té herbal con notas cítricas refrescante y perfecto para un día caluroso o para acompañar con las comidas. [6]
    • Para hacer té helado endulzado, añádele ¼ de taza (50 g) de azúcar antes de ponerlo en el refrigerador.
    • Para un resultado óptimo, sirve el té refrigerado sobre hielo.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Añadir otros sabores

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  1. Si te gusta el té con leche, probablemente te guste también el té de limoncillo con leche. Este tradicional ingrediente adicional enfría una taza de té caliente y le da un toque de cremosidad a esta infusión herbal. La cantidad que uses dependerá de cuánto te guste, pero lo recomendable es empezar con 1 cucharada y probar a partir de ahí. [7]
    • Si quieres, puedes usar crema de leche o media crema en su lugar.
  2. El dulzor intenso de la miel complementa perfectamente el limoncillo. Mide 1 cucharadita de tu miel favorita y luego añádesela hasta que esté completamente disuelta. [8]
    • Si quieres que el té quede aún más dulce, échale otra cucharadita de miel.
  3. Si quieres usar raíz de jengibre fresco en el té, corta un trozo de unos 3 cm (1 pulgada) de largo, raspa la cáscara y luego échalo al agua mientras hierves el limoncillo. [9]
    • El té hecho con jengibre y limoncillo es especiado, penetrante y relajante, y es especialmente calmante para el dolor de garganta o catarro.
  4. El limoncillo tiene un sabor cítrico natural, pero es un poco más sutil que el de los limones o limas. Si quieres resaltar su acidez, exprime una rodaja de lima sobre el té. Empieza con ½ cucharadita de jugo de lima y luego echa más si quieres. [10]
    • La lima brindará un sabor más marcado al limoncillo que el limón, el cual podría opacar su sabor sutil.

    Consejo: puedes combinar cualquiera de estos sabores, pero puedes dar rienda suelta a tu creatividad con otros ingredientes. Por ejemplo, puedes echarle un poco de canela o ralladura de naranja, o puedes echarle 1 a 2 gotas de tu extracto favorito, como de vainilla, cereza o coco.

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Cosas que necesitarás

  • cuchillo afilado
  • tabla para picar
  • cacerola u olla
  • taza de té, taza mug o vaso
  • tetera (opcional)
  • jarra (opcional)
  • refrigerador (opcional)

Consejos

  • También puedes echar un tallo de limoncillo a una taza de té caliente. Cuando la bolsita de té esté concentrándose en el agua caliente, ata un tallo de limoncillo y agrégalo a la bebida.
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