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Quizá necesites hacerte un enema si tienes problemas de estreñimiento frecuente o tengas que tratar afecciones intestinales, ayudar a desintoxicar el cuerpo o prepararte para una cirugía intestinal. Si has consultado con tu médico y ha decidido que un enema podría ayudarte, puedes preparar una solución de forma segura que te ayudará a hacer una deposición cómoda. Lo único que necesitarás es sal de mesa, agua tibia y suministros limpios.

Ingredientes

  • 2 cucharaditas de sal de mesa
  • 4 tazas (1 litro) de agua destilada o de grifo
  • de 2 a 6 cucharaditas de glicerina (opcional)
  • medicamentos recetados, si se te los recomienda

Rinde para 4 tazas (1 litro) de solución salina

Método 1
Método 1 de 2:

Preparar un enema con una solución salina

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  1. Busca una botella esterilizada con capacidad para 4 tazas (1 litro) y viértele esta cantidad de agua tibia directamente del grifo. [1]
    • Para esterilizar la botella, hiérvela en agua durante 5 minutos o ponla en el lavaplatos en la configuración más caliente.
    • Si bien el uso de agua de grifo es seguro, también puedes usar agua destilada.
    • El agua debe estar cómodamente tibia, entre 37 y 40 °C (98 y 104 °F).
  2. Usa una cuchara medidora para echar la sal justo en la botella con el agua tibia. Es importante no calcular al ojo la cantidad de sal, sino la solución podría no tener la potencia correcta. [2]

    Advertencia: nunca prepares una solución salina para el enema con sales de Epsom (sulfato de magnesio), porque puede causar un desequilibrio extremo de magnesio en el cuerpo, que puede ser mortal.

  3. Asegúrate de que la tapa esté bien enroscada para que no gotee y agita la botella vigorosamente hasta que veas la sal disolverse en el agua. Esto tomará unos 30 segundos. [3]
    • La solución salina se verá transparente, ya que tendrá muy poca sal en comparación con el agua.
  4. Tu doctor te dirá cuánta solución salina usar, pero los adultos, en general, tienen que verter 2 tazas (500 ml) de solución en la bolsa. [4]
    • Para niños de entre 6 y 12 años de edad se debe usar 11⁄2 tazas (350 ml) de solución salina, mientras que para los de entre 2 y 6 años se debe usar 3⁄4 de taza (180 ml).

    Variación: en lugar de usar una solución salina, puedes usar aceite mineral puro, el cual suavizará las heces y lubricará el colon. Compa una botella de 130 ml (4,5 oz) o vierte esa cantidad en la bolsa de enema. Si vas a hacerle un enema a un niño de entre 2 y 6 años de edad, usa la mitad.

  5. Si quieres un efecto más laxante, el especialista podría recomendarte añadir de 2 a 6 cucharaditas de glicerina o un medicamento recetado para tratar afecciones intestinales, tales como la enfermedad intestinal inflamatoria o la colitis ulcerosa.
    • Sigue la receta del médico al añadir estos medicamentos al enema. Quizá tengas que retenerlos por más tiempo o tomarlos en momentos específicos del día.
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Método 2
Método 2 de 2:

Aplicarte el enema de forma segura

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  1. Hay varios motivos por los que tu médico podría recomendarte uno. Pueden ser de ayuda si tienes estreñimiento crónico, porque pueden estimular a los intestinos a hacer una deposición. El médico podría recomendarte uno si vas a someterte a una cirugía de intestinos. [5]
    • Si vas a someterte a una cirugía de intestinos, normalmente tendrás que hacerte el enema unas 2 horas antes del procedimiento quirúrgico.
  2. Si el doctor considera que podrías beneficiarte haciéndote un enema en casa, pídele que te recomiende uno en específico. También debe indicarte la cantidad de líquido que debes usar y la frecuencia para realizarlo.
    • Es importante seguir detenidamente la receta, porque la frecuencia excesiva de enemas puede dañar el colon o crear dependencia.
  3. Es importante usar suministros esterilizados para cada enema. Puedes comprar un kit que contenga una bolsa de enema y un tubo con una boquilla esterilizados. Dependiendo del kit, también podría incluir un lubricante. [6]
    • Puedes comprar estos kits en farmacias, tiendas de productos médicos o por internet.
  4. Hazte el enema . Cuelga a bolsa de enema en un gancho a unos 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas) por encima del recto o pídele a alguien que lo sostenga a esa altura. Colocar la bolsa de esta manera permitirá que la solución fluya libremente. [7] Pásate un lubricante anal o vaselina por la piel alrededor del ano y la boquilla del tubo de enema. Acuéstate de costado y lleva las piernas al pecho. Luego, introdúcete la boquilla en el ano hasta que esté a unos 8 cm (3 pulgadas) de profundidad y suelta la pinza del tubo. La solución empezará a fluir hacia los intestinos. [8]
    • Si te cuesta introducirte la boquilla, trata de pujar mientras lo haces.
  5. Quédate en la misma posición y espera por lo menos 5 minutos. Una vez que el enema empiece a actuar, sentirás el impulso de defecar. Procura relajarte y respira lentamente si te dan cólicos. [9]
    • Si has añadido glicerina a la solución, es posible que tengas que retener el enema por un máximo de 60 minutos.
  6. Cuando te sientas listo para defecar, ve al baño y siéntate en el inodoro. Expulsar el enema y las heces puede demorar un poco, así que no te preocupes si estás sentado un rato antes de lograrlo. [10]
    • Quédate en el inodoro hasta que no tengas el impulso de defecar.
  7. Algunos efectos secundarios habituales son las náuseas, vómitos, diarreas, cólicos o dolor abdominal. En casos poco frecuentes, el colon podría perforarse o podría producirse un desequilibrio de electrolitos grave, por eso solo hay que hacerse un enema si el doctor lo recomienda. [11]
    • Si no te sientes cómodo con los riesgos de hacerte un enema en casa, pregúntale a tu doctor si pueden hacerte uno en el hospital.
  8. Quizá hayas oído sobre los enemas de café, leche o vinagre. Por desgracia, estos pueden introducir bacterias dañinas al colon o causar un desequilibrio electrolítico, así que nunca debes usarlos. A su vez, debes evitar hacerte un enema con alguno de los siguientes ingredientes: [12]
    • jugo de limón
    • alcohol
    • ajo
    • aloe vera
    • cardo
    • agua mineral
    • hierbas salvajes
    • trementina

    Advertencia: si bien quizá hayas visto enemas de agua jabonosa, los estudios solo han demostrado que su uso es seguro en una situación extrema de sala de emergencias.

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Consejos

  • Si no tienes ganas de hacer tú mismo una solución para el enema, puedes comprar un enema ya preparado de fosfato en tu farmacia local. El uso de soluciones de fosfato es seguro en niños siempre que se siga la dosis recomendada del fabricante.
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Advertencias

  • Es importante no usar productos alimentarios ni remedios caseros, tales como leche, limón, té herbal o café, para los enemas, ya que pueden causar problemas graves a la salud. [13]
  • Evita hacerte un enema de agua pura, ya que la sal es necesaria para que los intestinos absorban el agua. Esto suavizará las heces para que puedas hacer la deposición. [14]
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Cosas que necesitarás

Hacer un enema con una solución salina

  • tazas y cucharas medidoras
  • botella grande con tapa
  • kit de enema con tubo, bolsa y boquilla

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