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Si te encuentras en la naturaleza, no necesitarás una tienda para crear un refugio cómodo. Podrás sacar provecho de los materiales que encuentres en la naturaleza para construir un lugar cómodo en donde pasar la noche o permanecer seco bajo la lluvia. Adaptarás tu refugio teniendo en cuenta la cantidad de personas con las que acamparás, el lugar en donde estén y si cuentas con otros materiales a la mano. Afortunadamente, existen varias formas diferentes de crear un refugio por tu cuenta.

Método 1
Método 1 de 3:

Crear una tienda improvisada

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  1. Para crear una tienda improvisada, requerirás una soga o un cable de algún tipo para pasarlos entre dos árboles, una lona o un poncho para colgar con la soga, y algo para asegurar la lona en el suelo. Si no cuentas con estos materiales, no podrás crear la tienda improvisada.
    • Si no tienes ninguna soga o cuerda, podrás emplear una rama fuerte apoyada entre los dos árboles a una distancia considerable del suelo. Necesitarás una forma de mantener la rama unida con firmeza a los árboles, ya sea alguna cuerda para amarrar la rama al tronco, o una hendidura en el árbol que le dé soporte a la rama.
  2. Una tienda improvisada necesitará 2 árboles resistentes separados el uno del otro a una cierta distancia. Los árboles deben estar lo suficientemente lejos como para que puedas recostarte entre ellos con comodidad, pero no tan lejos como para no poder atar tu soga entre ellos sin que se caiga.
  3. Un nudo ballestrinque es adecuado para asegurar la cuerda a cada uno de los árboles y evitar que se suelte. Cerciórate de que la soga esté tensa y no muy arriba del suelo. Necesitarás el menor espacio posible por debajo de la lona, así mantendrás el calor. [1]
    • Si vas a usar un palo o una rama, deberás asegurarlo al árbol lo más cerca posible del suelo, así retendrás el calor.
    • Si te encuentras en clima nevado de invierno, puedes asegurar la soga un poco más arriba, así crearás muros más inclinados en tu tienda. Los muros más inclinados harán que la nieve caiga con más facilidad. La nieve acumulada será pesada, y la tienda podría colapsar si se acumula demasiado.
  4. El elemento de soporte (la soga o la rama) debe estar lo suficientemente bajo como para que la lona toque el suelo en ambos lados. Debes estirarla con firmeza para mantener el aire adicional fuera de tu espacio para dormir. Extiende los extremos lo más que puedas para mantener la lona tensa.
  5. La lona debe mantenerse en el suelo. Los objetos pesados como las piedras o los troncos grandes bastarán para mantenerla en su lugar. [2]
    • Si tienes más cuerda y algunas estacas (o algunos palos afilados), podrás usar estos objetos para asegurar la lona con arandelas. Pasa parte de la cuerda por cada arandela para jalar la lona y tensarla, y doblarla alrededor de las estacas que has colocado en el suelo. Si no tienes una cuerda, puedes introducir las estacas por las arandelas. [3]
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Método 2
Método 2 de 3:

Crear un cobertizo

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  1. Un cobertizo es una construcción externa sencilla, y solo requiere algo en lo cual apoyar las ramas o una lona. Las rocas largas o los árboles caídos pueden ser ideales para usarlos como elemento de soporte horizontal en el cual apoyar otros palos o maleza. Todo objeto grande e inmóvil puede funcionar.
    • Si tienes lona y un poco de cuerda, puedes crear un cobertizo entre 2 árboles. [4]
  2. Estos palos deben ser algo resistentes, ya que formarán un lado del refugio. Cerciórate de que haya un espacio suficiente entre ellos, el elemento de soporte y el piso, para que puedas gatear en su interior con comodidad.
    • El espacio debajo del elemento de soporte debe bastar para que tú y otra persona puedan gatear en su interior. Mientras más espacio tengas, más dificultad tendrás para mantenerte caliente. [5]
    • Si es posible, mantén el cobertizo en un perfil bajo hacia el suelo. Esto será de utilidad para mantenerte más alejado de la línea del viento, y no llamará la atención. Esto es de utilidad si intentas evitar que te detecten, o si deseas mantenerte fuera de vista. [6]
  3. Puedes usar hojas, césped y musgo para crear un muro en la parte exterior de tu cobertizo. Estos te brindarán un mayor aislamiento y protección contra las condiciones climáticas. Prácticamente, cualquier residuo forestal pequeño servirá. Tan solo deberás comprimirlo con firmeza en el marco del muro, así no se desprenderá con facilidad.
    • Puedes amontonar una mayor cantidad de este residuo en el suelo y en el interior de tu cobertizo, así generarás un aislamiento adicional. [7]
  4. Otra manera de mantenerte caliente bajo tu cobertizo es crear una fogata. Excava un agujero pequeño para tu fogata en el lado abierto de tu cobertizo. Debes mantenerlo a una distancia segura de toda maleza y de tu refugio.
    • Si creas una fogata, supervísala en todo momento. Si quieres dormir, asegúrate de que alguien pueda mantenerse despierto para vigilarla, o tan solo apágala por completo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Crear una choza con residuos

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  1. Necesitarás un tocón o un árbol con una fisura baja en donde puedas introducir una rama con comodidad. Además, tendrás que estar en un área con muchos palos y residuos que usarás para cubrir el marco.
    • Cerciórate de estar lejos de las ramas caídas y otros peligros. Tu choza de residuos retendrá el calor y te mantendrá caliente, pero no te protegerá de los objetos que caigan. [8]
  2. Necesitarás una rama larga (quizás de aproximadamente 2,5 m u 8 pies) que sea lo suficientemente resistente como para soportar tu peso sin romperse. El espacio debajo de esta rama, entre el punto en el que reposa en el árbol y donde se apoya en el suelo debe ser lo suficientemente grande como para que puedas entrar en él.
  3. Busca palos largos para crear el marco de tu choza. Estos palos deben ser lo suficientemente largos como para apoyarse en la rama horizontal. Conforme te alejes del tocón, estos se volverán más cortos. Estos palos solo deben apoyarse en la rama; sin embargo, si tienes una cuerda o bramante, podrás atarlos juntos para brindar un poco más de estabilidad.
    • Debes dejar un espacio entre dos de los palos, para crear una entrada a tu choza. [9]
    • Los palos del marco tendrán que extenderse lo suficiente como para que puedas caber por debajo de ellos. Una buena regla general es contar con un espacio de 15 cm (6 pulgadas) en cualquiera de los lados de tu cuerpo. Asimismo, deben estar lo suficientemente empinados como para que el agua o la nieve se deslicen. [10]
  4. Luego de armar el marco, coloca más palos en sentido perpendicular sobre la parte superior del marco de este muro, así crearás un patrón enrejado. Esto te brindará algo en lo cual amontonar residuos sin que caigan sobre ti cuando duermas.
  5. Esto consistirá en todo material natural que encuentres cerca, como las hojas, el césped o las agujas de pino. Lo ideal es que tu capa de residuos tenga un grosor aproximado de 8 cm (3 pies) para brindar un aislamiento sólido. Siempre es mejor que sea más gruesa. Tan solo recuerda dejar una entrada por la que puedas pasar. [11]
    • Al culminar la capa externa, crea otra capa de aislamiento en los muros interiores de tu marco. Este aislamiento interior debe tener un grosor aproximado de 15 cm (6 pulgadas).
    • El residuo debe estar lo más seco posible. Si no cuentas con suficiente material seco para cubrir toda la choza, cerciórate de que el material más seco y blando esté dentro de tu choza, lo más cerca de tu cuerpo. [12]
    • Si te encuentras en invierno o en un entorno similar al de Ártica y hay pocos residuos, puedes amontonar nieve espesa en el marco. La nieve tendrá que mantenerse fría para no derretirse, lo que podría remojar tus cosas o colapsar encima tuyo. [13]
  6. Luego de haber comprimido los residuos con firmeza en el marco, coloca algunas ramas más sobre tu choza. Esto ayudará a evitar que el material de aislamiento se desprenda con los vientos fuertes. [14]
  7. Cuando estés cómodo dentro de tu choza, deberás cerrar la entrada para disminuir la circulación de aire y retener el calor. Podrías tener más dificultades para reunir más residuos detrás de ti, por lo que podrías usar algo similar a una camiseta rellena con hojas. [15] [16]
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Consejos

  • Ten en cuenta todos los materiales disponibles. Las piedras podrían ser una buena base, brindar protección contra el viento o asegurar los miembros verticales del marco; el musgo y las hojas podrían brindar aislamiento y acolchado; las ramas o las cañas de pino podrían formar un techo o un muro.
  • Es de utilidad practicar construyendo refugios antes de adentrarte en la naturaleza, así tendrás una noción general del proceso e identificarás los posibles problemas. Esto facilitará el proceso de construcción en una situación de emergencia.
  • En todos estos refugios, cerciórate de contar con algún tipo de acolchado para el suelo. Si no cuentas con una manta o una colchoneta secas, usa hojas secas y otros residuos. Esto te aislará del suelo frío y te ayudará a mantenerte caliente.
  • El tiempo y las herramientas también son importantes para construir. Si necesitas crear un refugio con rapidez, es mejor que sea más sencillo. Si no cuentas con las herramientas necesarias para trabajar con determinados materiales, esto limitará el tipo de refugio que puedas construir.
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Advertencias

  • Revisa el área antes de empezar a construir. Evita las áreas bajas que puedan inundarse o exponerse al aire frío. Además, asegúrate de evitar la maleza y los residuos, los cuales pueden ocultar piedras o diversas criaturas, como serpientes, roedores e insectos.
  • Si sabes que estarás en la naturaleza (posiblemente durante toda la noche), deberás brindarle tus planes detallados como mínimo a una persona de confianza. Estos deben indicar el día que estarás en la naturaleza, la ubicación y toda actividad que realizarás. Comunica los cambios si es posible. Sigue tu plan y regístrate con un guardia forestal o un supervisor del área.
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