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Es posible que vayas de campamento y una persona sufra una lesión, por lo que puedes necesitar una camilla para llevarla a un centro médico. Asimismo, quizás solo quieres saber cómo hacer una camilla simple en caso de una emergencia médica. Haz una con tres materiales básicos y unos pasos sencillos y luego aprende a utilizarla para que puedas ayudar a una persona herida.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reunir los materiales necesarios

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  1. Para hacer una camilla simple, necesitarás una manta de lana o una lona ancha y larga. Intenta encontrar una lona o una manta que tenga al menos 2,4 metros de ancho y 2,4 metros de largo (8 pies por 8 pies), ya que necesitarás doblarla para hacer la camilla. [1]
    • Si no puedes encontrar una manta grande, puedes tratar de unir dos mantas más pequeñas para que tengan al menos 2,4 metros por 2,4 metros (8 pies por 8 pies).
  2. Aunque no necesitas usar palos para hacer una camilla simple, harán que tu camilla sea más resistente. Es por ello que necesitarás dos palos que tengan el mismo largo de al menos 2,4 metros (8 pies). Busca palos de madera que tengan al menos cinco centímetros (dos pulgadas) de grosor, ya que esto asegurará su resistencia. Puedes usar palos de madera que cortes de un árbol y rebajarlos para que tengan la misma longitud y el mismo ancho o puedes usar palos metálicos. [2]
    • Asegúrate de que los palos tengan la misma longitud, ya que no es aconsejable armar una camilla asimétrica. Además, los palos deben ser lo suficientemente resistentes para aguantar el peso de una persona, ya que funcionarán como soporte a ambos lados de la camilla.
    • Si no consigues los palos, puedes hacer una camilla muy simple solo con una manta.
  3. Es aconsejable que consideres tener a la mano un rollo de cinta de embalar en caso de quieras asegurar la camilla con la cinta una vez que la armes. Si usas una manta de lana, tal vez no la necesites para asegurar la camilla, ya que la fricción entre los dos extremos de la manta evitará que se mueva. Si usas una lona, puedes optar por usar la cinta para asegurar la camilla. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Armar la camilla

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  1. Empieza por extender la manta o la lona en una superficie uniforme, como el piso. Asegúrate de que las esquinas no queden dobladas y que la manta quede extendida.
    • También puedes colocar los dos palos al lado de la manta para que estén a tu alcance. [4]
  2. Primero necesitarás comprobar que la manta y los palos tengan casi la misma longitud. Esto asegurará que no cuelgue tela demás a los lados de la camilla.
    • Coloca uno de los palos sobre la manta longitudinalmente para medir el largo de la camilla. Si el palo no coincide con el extremo de la manta, tal vez necesites doblar uno o ambos extremos para que tenga más o menos la misma longitud que los palos.
    • La manta puede ser aproximadamente entre 2,5 y 5 centímetros (entre una y dos pulgadas) más corta que la longitud de los palos, de modo que estos sobresalgan un poco en cualquiera de los extremos de la manta. Esto facilitará sujetar y levantar los palos cuando uses la camilla.
  3. Una vez que hayas confirmado el largo de la manta, deberás definir el ancho de la camilla. Empieza por colocar un palo a lo largo aproximadamente a 70 centímetros (dos pies) del extremo de la manta. Luego, toma en consideración el ancho que quieres que tenga la camilla. Si tratas de acomodar a una persona de estatura y peso medio, puedes colocar el otro palo longitudinalmente a 70 centímetros (dos pies) de distancia del primero. [5]
    • Si intentas acomodar a una persona un poco más alta o más ancha, puedes distanciar los palos para que queden 90 centímetros (tres pies) entre ellos. Intenta que esta distancia no sea muy grande, ya que necesitarás suficiente tela en ambos lados de los palos para doblar sobre ellos.
  4. Una vez que los palos estén en su lugar, toma un extremo de la manta y dóblalo sobre ellos. Puede ser que solo cubra un palo y quede justo detrás del otro. Esto está bien. Solo asegúrate de que la manta quede extendida por encima de ellos. [6]
    • Luego, toma el otro extremo de la manta y dóblalo sobre el otro palo. Los dos extremos de la manta deben superponerse entre ellos. Asegúrate de que los palos queden rectos a lo largo cuando dobles la manta.
    • Si no usas palos, entonces tendrás que esperar hasta que la persona esté en la manta antes de hacer algo en los lados. [7]
  5. Los dos extremos de la manta deben crear fricción suficiente para mantenerse unidos por su cuenta. Sin embargo, para garantizar que la camilla esté firme, puedes usar cinta de embalar para asegurar los dos extremos de la manta o la lona. Además, puedes utilizar una tira larga de cinta para mantener estos extremos unidos. [8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Usar la camilla

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  1. Para colocar a una persona lesionada sobre la camilla primero debes moverla para que quede solo a unos centímetros de distancia de ella. Si la persona se encuentra en una cama o en una superficie elevada, intenta colocar la camilla justo debajo de ella. Esto hará que sea más sencillo pasarla a la camilla. [9]
  2. Dile a la persona “Ahora te vamos a subir a la camilla”. Luego tal vez necesites que alguien te ayude a pasarla o subirla cuidadosamente. Si la persona lesionada puede levantarse por sí misma con sus brazos, tal vez pueda hacerlo y acostarse en la camilla. [10]
    • Si la persona está acostada en una cama con una sábana, haz que cruce los brazos sobre su pecho. Luego necesitarás la ayuda de alguien más para levantar la sábana, mecer a la persona y colocarla en la camilla.
    • Si la persona herida tiene alguna lesión en la cabeza, pídele alguien más que sostenga la cabeza con firmeza para que no se mueva mientras la levantan.
    • Coloca a la persona en el medio de la manta.
  3. Una vez que la persona esté situada en la camilla necesitarás a alguien que levante la parte posterior, más cerca de la cabeza de la persona lesionada, con su cuerpo hacia adelante. Además, alguien más debe levantar la parte delantera de la camilla, más cerca de las piernas de la persona, de espaldas a ella. [11]
    • Luego pueden contar juntos "1, 2, 3" y levantar a la persona al llegar a "3". Esto facilitará levantar la camilla de manera uniforme y el traslado hacia un sitio seguro.
    • Si no usas palos, entonces necesitarás la ayuda de dos personas en cada lado de la manta. Pídele a cada pareja que envuelva unos centímetros de la manta de su lado hasta que el rollo sea lo suficientemente grueso para agarrar y sujetar. Como una unidad, las cuatro personas levantarán la manta juntas para trasladar al herido. [12]
  4. Tú y la otra persona pueden tratar de coordinar los movimientos para que la camilla se mantenga equilibrada y estable. Para hacerlo cuenta cada paso que lleves en voz alta o trata de encontrar un ritmo al caminar para que ambos caminen al mismo paso. [13]
    • Asegúrate de mantener un buen agarre en los palos de la camilla y que la persona que lleva el otro extremo haga lo mismo. No es aconsejable que la persona lesionada dé tumbos, ya que esto puede producirle más lesiones.
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Cosas que necesitarás

  • dos palos de aproximadamente de 2,4 metros u 8 pies de largo (opcional)
  • una lona o una manta de lana
  • cinta de embalar (opcional)

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