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La vitamina C es una de las más importantes para el cuerpo. Puedes obtenerla por medio de la dieta si consumes algunos alimentos como naranjas, pimientos rojos, col rizada, brócoli y fresas. También puedes hacer una purga si compras vitamina C en polvo y la mezclas con agua (o con otras bebidas), la cual, según creen sus partidarios, puede ayudar a combatir el estrés, las enfermedades y los desequilibrios hormonales. Antes de hacerla, debes tomar tus precauciones y consultar con el médico sobre los riesgos y los posibles beneficios. La purga de vitamina C no es segura para todos y debe hacerse con precaución. Si decides hacerla, prepárate y complétala en dos o tres horas. Si tienes alguna complicación mientras la llevas a cabo, consulta de inmediato con el médico.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tomar las precauciones debidas

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  1. Si tienes el SII o padeces de una enfermedad relacionada con el hierro como la hemocromatosis, consulta con el médico antes de hacer la purga de vitamina C. Estas enfermedades pueden empeorarse si haces la purga sin consultar primero con el médico, quien puede recomendarte una dosis específica de vitamina C según tu estado. [1]
    • También debes evitar tomar esta vitamina si tienes problemas en los riñones o si crees que podrías ser alérgico al ácido ascórbico.
  2. Las dosis mayores podrían provocar coágulos de sangre, cálculos renales, problemas digestivos y enfermedades cardiacas. No te arriesgues a tomar mucha vitamina C de una sola vez porque podrías sufrir de una sobredosis. [2]
    • Las dosis mayores de 2000 mg al día pueden provocar calambres, dolor en el pecho, mareo, diarrea, fatiga, dolor de cabeza, acidez y problemas intestinales. Si te preocupan estos síntomas, consulta con el médico antes de tomar la vitamina C.
    • Si estás embarazada o amamantando, tómala con precaución, ya que podría subir la presión arterial si tomas dosis altas. Consulta con el médico para confirmar si es segura para ti y para el bebé antes de tomarla.
  3. Si te sientes muy mal y tienes vómitos o diarrea cuando empieces, quizás sea alérgico o intolerante a la vitamina C en polvo. Detén la purga y consulta de inmediato con el médico. [3]
    • Si tienes un malestar general o mareo que no desaparece después de una hora de empezar la purga, detenla y consulta con el médico.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Prepararte y empezar la purga

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  1. La vitamina C pura podría ser muy fuerte para el estómago y provocar algunos problemas, como acidez e inflamación. Trata de adquirir la versión amortiguada, la cual contiene minerales amortiguadores como calcio, magnesio y zinc. Será más suave para el estómago y el sistema digestivo. [4]
    • Compra la vitamina C amortiguada en Internet o en una tienda de alimentos saludables de tu localidad.
  2. Otra opción es usar el polvo de ácido ascórbico, el cual contiene vitamina C y bicarbonato de sodio. El sodio regulará el consumo de agua y facilitará la digestión de la vitamina. [5]
    • Busca el ácido ascórbico en Internet o en la tienda de alimentos saludables de tu localidad.
  3. Deberás disolver el polvo en agua filtrada o purificada para poder beberlo. Luego, debes beber mucha agua durante la purga para movilizar la vitamina C en el cuerpo y estimular las deposiciones. [6]
    • Debes beber al menos cinco o seis vasos de agua durante la purga. Luego, puedes beber otros cinco o seis vasos de agua a medida que aflojas el ritmo de la purga.
  4. Por lo general, la purga te llevará de dos a seis horas, según el tiempo que demore la vitamina en recorrer todo el cuerpo. Será mejor que no planifiques ninguna salida durante este tiempo porque necesitarás acceder rápidamente al baño, además de tener a la mano la vitamina C en polvo y agua fresca. [7]
  5. Empieza justo después de despertarte en la mañana. Hazla antes de comer cualquier cosa. De esta forma, el cuerpo podrá absorber la vitamina C. [8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Completar la purga

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  1. Disuelve 1000 mg de vitamina C en polvo amortiguada o ácido ascórbico en medio vaso de agua filtrada. Mézclala con una cuchara y bébela a sorbos. [9]
    • Si no te gusta el sabor, puedes beberla con un jugo de frutas que no contenga edulcorantes artificiales.
  2. Bebe cada hora 1000 mg de vitamina C en polvo en medio vaso de agua. Hazlo por una o dos horas, o hasta que sientas la necesidad de ir al baño. Revisa las heces para ver si son acuosas. Esto te indicará que has purgado el cuerpo. [10]
    • Es posible que tu cuerpo necesite unas cuantas horas para purgarse y que puedas defecar, así que ten paciencia. Deberías ir al baño dentro de las dos o cuatro horas después de haber empezado la purga.
  3. Asegúrate de anotar cada dosis y la hora en que la tomaste. De esta forma, llevarás el registro de lo que has tomado y te asegurarás de no tomar demasiado de una sola vez. [11]
    • También debes anotar en qué momento tuviste una deposición acuosa. Esto te dará una idea de la cantidad de vitamina C que debes consumir para la purga, sobre todo si piensas hacerla de nuevo.
  4. La purga funcionará mejor si evitas comer alimentos sólidos y grandes. Trata de beber líquidos suaves para el estómago, como sopa o caldo. Hazlo durante las dos o cuatro horas de la purga. Cuando hayas terminado, come alimentos más sólidos. [12]
    • Bebe mucha agua durante la purga para movilizar la vitamina C en todo el cuerpo.
    • Agrégale a tu dieta algunos alimentos sólidos como arroz, quinua y vegetales cocidos cuando hayas terminado la purga. Cuando hayan pasado uno o dos días, come algunas proteínas más sólidas como pescado, tofu, carne de res y pollo.
  5. Cuando hayas purgado tu cuerpo, toma un poco menos de vitamina C cada día por cuatro o cinco días. Disminuye 1000 mg cada día. Reduce el consumo hasta tomar únicamente 1000 mg al día. [13]
    • Reduce el consumo poco a poco para darle al cuerpo el tiempo de adaptarse al cambio y asegurarte de que tus deposiciones no sufran un efecto negativo debido a la purga.
    • Es posible que aún veas un poco de agua en las heces cuando disminuyas la vitamina C. Cuando llegues a los 1000 mg al día, las heces deberán lucir normales.
  6. Si tienes síntomas crónicos de un resfriado o una gripe, trata de hacer una purga con vitamina C cada cuatro meses. Sigue la dosis que usaste la primera vez para obtener mejores resultados. [14]
    • También puedes tomar de 50 a 100 mg de vitamina C todos los días para mantener una buena salud. Tómala a primera hora en la mañana, antes de comer.
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