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Preparar vino no requiere un equipo costoso, productos químicos ni agentes de limpieza. Con levadura, azúcar y una esclusa barata y simple, puedes empezar a preparar tu propia tanda pequeña de vino. Con estos y un poco de tiempo, pronto podrás disfrutar de una alternativa barata para guardar vino .

Parte 1
Parte 1 de 3:

Establecer el alcohol potencial del vino

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  1. Cualquier jugo servirá para hacer vino, pero debes empezar con algo familiar como jugo de uva. Lo más importante que debes tener en cuenta cuando selecciones el jugo es el contenido de azúcar. Esto influirá en la fuerza del vino terminado.
    • Mientras más alto sea el contenido de azúcar, más fuerte será el vino.
    • Quizás debas evitar los jugos que incluyan el jarabe de maíz como edulcorante. Esto hará un vino a base de maíz, lo que puede afectar el perfil de sabor de forma indeseable.
    • Para un vino terminado más fino, quizás debas usar jugo de baya o fruta pura.
    • Puedes preparar un vino con apenas 2 l (medio galón) de jugo, pero mantén las medidas simples mientras entiendes el truco del proceso, se recomienda 4 l (un galón) de jugo. [1]
  2. Este es un paso opcional. Puedes usar simplemente cualquier jugo que hayas seleccionado sin probarlo, pero no sabrás lo fuerte que será el vino. Calienta o enfría el jugo a la temperatura en la que el densímetro esté graduado, generalmente 15 °C (60 °F). Si es necesario, limpia el densímetro con agua y jabón, y después:
    • Introduce el densímetro en el jugo, con la bombilla hacia abajo. El fluido interno tendrá que estar nivelado incluso con la parte superior del jugo.
    • Gira el densímetro un poco, pero asegúrate de no tocar los lados ni el fondo del recipiente.
    • Espera hasta que el densímetro deje de burbujear. El punto que el fluido interno del densímetro alcance indicará el alcohol potencial. En la mayoría de los densímetros, este valor será entre 0,990 y 1,120.
    • El jugo con la lectura de 1,090 producirá un vino con 12,3 % de alcohol. El promedio de contenido de alcohol para el vino es entre 12 y 15 %. [2]
    • Muchos densímetros para preparar cerveza o vino tendrán una escala a un lado para indicar el porcentaje potencial de alcohol. [3]
  3. En algunos casos, el azúcar en el vino puede ser insuficiente para la fuerza que tratas de lograr. En este caso, tendrás que sacar un poco de jugo y disolver el azúcar en este. Por ejemplo, si planeas agregar 2 tazas de azúcar, primero saca dos tazas de jugo.
    • Puede ser más fácil agregar el azúcar al jugo con un embudo.
    • Si no tienes un embudo, podrías usar papel manteca o papel normal enrollado para hacer uno improvisado.
    • Como regla general, debes tratar de agregar 4 tazas de azúcar por cada 4 l (1 galón) de jugo. Sin embargo, si quieres un vino más débil, quizás debas usar menos. [4]
  4. El azúcar se debe disolver por completo, sin revolverlo en el jugo ni dejar que se acumule en el fondo del recipiente. La mejor forma de acelerar este proceso es agitar bien el recipiente.
    • Para asegurarte de que el azúcar se haya disuelto después de agitarlo, quizás debas dejarlo reposar de 5 a 10 minutos. Si el azúcar se acumula en el fondo, tendrás que agitarlo un poco más.
    • Algunos jugos pueden ser muy oscuros. Esto puede hacer que sea difícil ver el azúcar. En muchos casos, puedes mejorar la visibilidad a través del jugo al alzarlo hacia una luz o al prender una linterna cerca de este. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Fermentar el jugo

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  1. La levadura se fermenta mejor entre los 21 y 32 °C (70 y 90 °F). Mientras más alta esté la temperatura del jugo, más rápido se fermentará la levadura. Si el jugo está a temperatura ambiente, se debe fermentar de forma aceptable. [6]
  2. Puedes usar cualquier levadura disponible, aunque se recomienda la de champán. Para 4 l (un galón) de jugo, solo necesitarás alrededor de 1 / 5 del paquete, lo que será aproximadamente del tamaño de un níquel.
    • Para aquellos que no tienen acceso a un níquel, un cúmulo fino de levadura de aproximadamente 2 cm (¾ de pulgada) de diámetro debe ser suficiente.
    • A otros tipos de levadura les tomará más tiempo fermentar el jugo y convertirlo en vino, lo que a menudo da como resultado un contenido de alcohol más débil.
    • No tienes que mezclar la levadura en el jugo. A la larga, se esparcirá por toda la mezcla de forma natural. [7]
  3. La esclusa es el aparato más importante para elaborar vino y se puede comprar generalmente en una cervecería por alrededor de un dólar. La esclusa permitirá que el dióxido de carbono liberado durante el proceso de fermentación se escape, mientras aleja al jugo o a la levadura de los contaminantes externos. Asegúrate de limpiar la esclusa con jabón y de enjuagarla bien antes de usarla.
    • Conserva la tapa original que viene con el jugo. Puedes usarla después para volver a sellar el recipiente. Límpiala con jabón y agua caliente y guárdala en una bolsa plástica hasta que estés listo para tapar el recipiente.
    • Quizás debas comprar unas cuantas esclusas. De esta forma, puedes fermentar varias tandas de vino al mismo tiempo.
    • Para que la esclusa funcione, tendrás que llenarla con agua. Debe haber una línea en la esclusa que diga "máx.", llénala hasta esta línea.
    • Para asegurar que la esclusa no tenga bacterias ni otros contaminantes, quizás debas usar vodka para llenarla. Esto puede ser muy útil si no planeas cambiar la esclusa en cualquier momento pronto. [8]
  4. Para 1 a 4 l (3/4 a 1 galón) de jugo, la fermentación generalmente tarda en completarse unas dos semanas. Sabrás el momento en el que la fermentación del jugo termine por la reducción del burbujeo en la esclusa.
    • Al principio del proceso de fermentación, la esclusa debe liberar burbujas alrededor de cada cinco segundos.
    • Cuando la esclusa burbujee una vez cada 50 segundos más o menos, el vino estará listo para que lo tapes.
    • También puedes esperar hasta que la esclusa deje de burbujear en lo absoluto. [9]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Guardar el vino

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  1. Saca la esclusa y sella el recipiente del jugo con la tapa con la que vino. En este punto, notarás un sedimento a lo largo del fondo del recipiente. Este es levadura muerta que fermentó el vino y es un bioproducto natural de fermentación. [10]
  2. Si dejaste el vino con la levadura muerta por mucho tiempo, afectará el sabor. La levadura será más densa que el líquido, así que puedes sacarla con facilidad al verter el vino con cuidado en otro recipiente adecuado, al dejar el sedimento en el fondo del recipiente original. [11]
    • La levadura muerta no es dañina para ti, por lo que si olvidas sacarla y no quieres desechar el vino, aún puedes beberlo.
    • El bioproducto de levadura es muy nutritivo y produce un excelente abono. Quizás quieras verter el bioproducto de levadura en la pila de abono . [12]
    • Cuando uses un recipiente separador, debes limpiarlo bien con agua y jabón antes de transferirle el vino para evitar su contaminación y crecimiento bacteriano.
  3. Tendrás que incluir la fecha en la que terminó de fermentarse así como el proceso; por ejemplo, la cantidad de azúcar que usaste, el tipo de jugo, etc. Esto tiene un doble propósito. Etiquetar el vino te ayudará a recordar cuánto tiempo lleva añejándose y también te ayudará a reforzar el proceso.
    • Por ejemplo, quizás encuentres que al usar azúcar blanca en la elaboración de vino, este tarde demasiado en añejar. En este caso, puedes tratar con un sustituto, como la miel. [13]
  4. Inmediatamente después de separar el vino y el bioproducto de levadura, es posible que no tenga un buen sabor. Tendrás que dejar que el vino se añeje hasta que se adapte a tu gusto. En algunos casos, esto puede ser tan solo dos semanas; en otros casos, puede tardar hasta seis meses.
    • El vino preparado con azúcar blanca a menudo tarda más tiempo en añejarse antes de que sea agradable. Es posible que mientras más azúcar blanca agregues al jugo, más tiempo tarde el vino en añejarse y tener un sabor agradable. [14]
  5. No necesitas tener una habitación especializada para guardar el vino. Sin embargo, un lugar oscuro y frío es tradicional y ayudará a que el vino se añeje sin otras variables, como el calor y la luz, que lo afectan. Es común para algunas levaduras mantenerse activas después de que las tapan, así que mantente atento a los recipientes abultados.
    • Si notas que un recipiente se abulta, esto proviene de la liberación de dióxido de carbono de la levadura activa que aún se encuentra en la mezcla. Simplemente, desenrosca la tapa para liberar el gas y después vuelve a sellar el recipiente.
    • Si notas un abultamiento, es posible que el sedimento aparezca en el fondo del recipiente una vez que la levadura restante se venza. Esto significa que quizás necesites filtrar el bioproducto de levadura otra vez. [15]
  6. El vino embotellado de forma profesional puede tener una duración muy larga. Es posible que el vino preparado en casa no dure tanto, pero aún debe estar bueno por un mínimo de seis meses. Aun así, se puede producir un mal sellado o su contaminación. Cuando revises el vino para ver si aún está bueno, debes prestar atención a lo siguiente:
    • Un olor fuerte a compota de manzana, malvavisco quemado o uno a nuez. Este es un signo de que el vino se ha oxidado, lo que significa que se ha vuelto rancio.
    • Un olor fuerte a col, hule quemado o a ajo. Estos son indicadores de que el vino ha tenido impurezas que provocaron que se arruine.
    • Una pequeña degustación de un mal vino no te dañará, así que si no estás seguro de que el vino esté bueno, toma un sorbo. Si el vino tiene un sabor fuerte a vinagre que quema o un sabor caramelizado fuerte, como a compota de manzana, es probable que el vino se haya arruinado. [16]
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Consejos

  • Mantén una o dos jarras a la mano cuando realices la fermentación para que puedas fermentar otra tan pronto termines la primera tanda. De esta forma, puedes tener un suministro constante de vino.
  • Siempre usa herramientas limpias cuando prepares el vino para evitar que las bacterias y las impurezas interfieran con el proceso de fermentación o reduzcan su vida útil.
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Advertencias

  • Evita usar levadura de cerveza. Este tipo de levadura a menudo se vende en tiendas de alimentos naturales. Es levadura muerta y no fermentará el jugo para convertirlo en vino.
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Cosas que necesitarás

  • esclusa (con un tapón universal)
  • levadura de champán
  • embudo
  • densímetro (con una jarra de ensayo, opcional pero recomendado)
  • jugo
  • azúcar

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