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Cuando uno piensa en maltrato, cree que este involucra, como elemento principal, a la violencia física. Sin embargo, este puede presentarse de varias maneras y no todas ellas se evidencian mediante señales físicas notorias. Con el fin de detectar signos de maltrato en un gato, debes asegurarte de que puedas identificarlos y entender que existen múltiples tipos de abuso.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Identificar los signos de maltrato

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  1. Los acumuladores de gatos son un tipo de abusador no intencional, ya que mantienen a sus gatos en condiciones antihigiénicas y de sobrepoblación. La sobrepoblación estresa a los gatos y obliga a un gran número de estos a vivir en un espacio que normalmente no ocuparían. Esto origina acoso y competencia extrema por recursos entre los gatos, incluso si existe comida disponible, ya que algunos gatos son más dominantes que otros y se apoderan de los alimentos.
    • Asimismo, el ambiente de un acumulador es sucio y no existen lugares limpios donde los gatos puedan dormir, comer y hacer sus necesidades.
    • Por lo general, los acumuladores se niegan a recibir visitantes y actúan de manera sigilosa. Sin embargo, resulta muy fácil ver a los gatos a través de la ventana.
  2. Todos los gatos domésticos tienen el derecho a recibir un hogar que lo proteja del viento, la lluvia, el sol y el frío y que le brinde comida, agua fresca y un lugar para hacer sus necesidades. Si no se cumple con estos principios básicos, entonces se habla de abuso. Dicho abuso puede identificarse si se perciben las siguientes señales:
    • Un gato demasiado delgado podría no tener suficiente comida para alimentarse.
    • Un gato muy débil o con demasiada sed podría no tener suficiente agua o un lugar para protegerse del sol.
    • Un gato antisocial o agresivo podría haber sido alejado de su madre prematuramente.
    • Un gato confinado a un espacio demasiado pequeño cuya habilidad para moverse o jugar es limitada.
    • Un gato al cual se le niega la compañía de otros gatos o seres humanos, o que ha sido forzado a vivir en un ambiente con música a alto volumen o constantes gritos.
    • Un gato que no tiene una caja de arena ni acceso al exterior mientras su dueño no está en casa.
  3. El gato podría presentar pérdida de cabello, heridas abiertas o un sarpullido agresivo. El pelaje del gato podría presentar motas o estar infestado con pulgas o garrapatas. Esto podría causar que el gato se rasque hasta hacerse heridas o presentar un polvo negro camuflado en su pelaje ("desechos de pulga").
    • Elimina el polvo dando golpecitos con una toalla de algodón húmeda. Una mancha roja con un matiz naranja podría evidenciar una plaga de pulgas.
    • Un gato con una plaga de garrapatas tiene muchas "burbujas" de color gris adheridas a su piel, las cuales son las garrapatas hinchadas.
    • Las uñas del gato pueden haber crecido tanto que se han enterrado en las almohadillas y causan que estas sangren o que supuren pus debido a una infección.
  4. Una herida abierta en un gato descuidado corre el riesgo de contraer "miasis". Esto quiere decir que las moscas podrían colocar sus huevos en la piel, los cuales se convertirán en larvas en el futuro. Si esto ya ha sucedido, notarás larvas de color crema retorciéndose en la herida o un olor muy dulce, pero nauseabundo, que proviene de la herida infectada.
    • Dependiendo de cuánto se hayan alimentado, el tamaño de las larvas puede variar de aproximadamente el grosor de un cabello y un largo de medio milímetro( 1 / 5 pulgadas) hasta larvas robustas.
  5. Una preñez repetida también es una forma de descuido, ya que permitir que una hembra produzca camada tras camada representa un gran desgaste para su cuerpo.
    • La reproducción de animales es irresponsable si, en particular, las crías desaparecen misteriosamente o si se infesta el vecindario con gatos no deseados.
  6. Los gatos jóvenes o de mediana edad deben ser robustos o atléticos y tener una buena capa de piel que cubra sus huesos.
    • Si acaricias a un gato y puedes sentir su columna vertebral con tus dedos o si puedes contar cada una de sus costillas fácilmente, entonces ese gato está muy por debajo de su peso ideal.
  7. Presta especial atención a los gatos que evidencien heridas, lesiones, cortes o cojera. Resulta especialmente sospechoso si un gato se apoya más sobre una pata diferente cada día, ya que es posible que esta lesión haya sido causada por un maltrato reiterado, en lugar de haber sido causado por una condición médica crónica.
    • Si eres testigo de que el dueño inflige maltrato físico a su gato, registra el tiempo y los detalles y comunícate con la policía.
  8. La mayoría de animales que son víctimas de maltrato evidencian señales de este en su comportamiento.
    • Por lo general, se describe que estos gatos evidencian "intimidación", que agachan la cabeza, tienen las pupilas dilatadas y miran a su alrededor en busca de una ruta de escape.
    • Algunos gatos se vuelven muy agresivos y que atacan ante la más mínima provocación, ya que consideran que el ataque es la mejor manera de defenderse.
  9. Nunca te enfrentes al perpetrador. Por el contrario, debes informar sobre tus sospechas a las autoridades. Una descripción detallada o la presentación de evidencia te llevarán más lejos que una simple corazonada y, por lo tanto, debes ser específico.
    • Las autoridades que podrían ayudarte incluyen a las fuerzas del orden locales, las organizaciones de bienestar animal, los funcionarios de control animal, la Sociedad para la Prevención de Crueldad contra los Animales (SPCA) o los albergues de animales locales.
    • Recolecta información tal como fechas en las que crees que sucedió el maltrato, así como cuántas veces sucedió. De ser posible, documenta la evidencia con fotografías y videos.
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Parte 2
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Entender el maltrato

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  1. Asegúrate de considerar el panorama completo antes de juzgar. Algunas veces, puede resultar muy fácil confundir a un animal enfermo que recibe tratamiento veterinario con una mascota que sufre maltratos.
    • Por ejemplo, un animal que luce muy delgado podría padecer una condición médica que está bajo tratamiento, en lugar de morir de hambre por falta de comida.
  2. El comportamiento del gato en la presencia de su dueño puede ser un buen indicador de sus sentimientos hacia él.
    • Si el gato corre para saludar a su dueño y luego se frota contra su pierna y ronronea, esa es una buena señal.
    • Si el gato se encoge y se intimida, es posible que sufra maltratos.
    • Ten en cuenta que estas señales no son decisivas, en especial, si ves que gato está incómodo porque le administran alguna medicina o le dan un baño.
  3. Con el fin de determinar si existe una posible explicación para la angustia o molestia de un gato, solo acércate al dueño y pregúntaselo amablemente. Pregúntale si el gato está bien y presta mucha atención su respuesta.
    • Intenta mantener un tono conversacional.
    • Si el dueño dice que el gato sigue un tratamiento médico, puedes preguntarle quién es el veterinario que lo está tratando.
    • Si su respuesta no te satisface, no te enfrentes al dueño. Por el contrario, considera poner el problema en las manos de las autoridades.
  4. El abuso o maltrato no intencional se presenta debido a un cuidado inadecuado. Sin embargo, no es malintencionado. Lamentablemente, incluso aquellas personas que se consideran amantes de los animales pueden perpetrar actos de abuso no intencional.
    • Por lo general, este tipo de maltrato involucra no poder satisfacer las necesidades básicas del animal, tales como proveer comida adecuada, agua limpia, un lugar limpio para descansar y protección contra el mal clima.
    • El maltrato no intencional es común cuando las personas acumulan más animales de los que pueden cuidar o cuando descuidan a sus gatos al no proveerles comida adecuada mientras están de vacaciones.
  5. El abuso intencional ocurre cuando el dueño sabe que el animal se encuentra dañado o herido y no hace nada al respecto. En el peor de los casos, este consiste en descuidar al animal con propósitos crueles e infligir dolor y sufrimiento de manera intencional.
    • Además de lesiones físicas, el abuso intencional incluye no llevar a un gato enfermo al veterinario o no darle tratamiento a un gato infestado de pulgas.
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