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En lugar de comprar medias nuevas cada vez que te quedas sin un par limpio, quizás debas aprender a lavar tu ropa. Saber lavar la ropa es una habilidad verdaderamente importante en la vida, ya que, de lo contrario, podría comenzar a oler mal o terminarías en la quiebra por comprar medias nuevas cada semana. Sigue los pasos a continuación y podrás convertirte en un experto en el arte del lavado (y secado) en muy poco tiempo.

Método 1
Método 1 de 2:

Utiliza una lavadora o secadora

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  1. Cuando laves tu ropa, hay dos cosas principales que debes tener en cuenta: el color y el material del que están hechas. No todas las telas pueden soportar la misma presión de agua o potencia del tambor.
    • Separa la ropa clara de la oscura. Cuando laves la ropa, especialmente la nueva, algunos de los tintes usados en la tela se saldrán (es por eso que la ropa más antigua está más desteñida que la nueva y de colores vivos). Toda la ropa blanca, crema, de color claro o pastel debe ir en la pila de “blancos” mientras que la de colores debe ir en la pila de “oscuros”. Si no la separas, tu nueva camiseta azul brillante podría teñir a toda tu ropa blanca.
    • Separa tu ropa según el material del que esté fabricada. Algunas telas, como el denim o las telas gruesas (como una toalla) deben lavarse en un ciclo de lavado más pesado que tu ropa interior de seda (que se lava en un ciclo delicado). Así que debes separar tus prendas según el ciclo de lavado que puedan soportar.
    • Recuerda que no debes lavar juntas las toallas y las sábanas. Para lavar las toallas debes usar las lavadoras de carga superior y para las sábanas las de carga frontal (estas son menos severas con las sábanas, de manera que no se arrugan mucho).
  2. Las etiquetas no están ahí sólo para causarte picazón cuando la frotas contra tu piel, están para guiarte a través del proceso de lavado. Cuando tengas dudas acerca de cómo lavar una prenda, revisa la etiqueta. Ellas te indican de qué tela está hecha la ropa, cómo deberías lavarla y cómo secarla.
    • Algunas prendas deben lavarse a mano y en seco (para hacerlo, lee el método dos). La etiqueta te dirá si es necesario hacer alguna de estas cosas.
  3. Las lavadoras cuentan con diferentes ajustes de temperatura debido a que algunas telas y colores requieren niveles de calor distintos para lavarse correctamente.
    • Utiliza agua caliente para los colores claros, sobre todo los que estén particularmente sucios. El calor eliminará las manchas de las prendas blancas.
    • Utiliza agua fría para los colores oscuros, ya que esta reduce la cantidad de tinte que sale de la ropa (para que la ropa no se destiña tan rápido). Asimismo, debes lavar las prendas de algodón con agua fría, ya que de esa manera tienen menos probabilidades de encogerse.
  4. La mayoría de lavadoras tienen un botón que debes presionar para seleccionar el tamaño de carga adecuado de acuerdo a la cantidad de ropa que tienes (por lo general, pequeña, mediana o grande). Si tu ropa ocupa un tercio de la lavadora, selecciona la opción “pequeña”. Si ocupa dos tercios, entonces selecciona “mediana” y si llena toda la lavadora, selecciona “grande”.
    • Nunca aprietes la ropa para que quepa más. Simplemente lava el resto en otra carga o, de lo contrario, podrías correr el riesgo de atascar o dañar la lavadora de alguna manera.
  5. Al igual que con la temperatura, las lavadoras también cuentan con diferentes tipos de ciclo, debido a que diferentes tipos de ropa requieren diferentes niveles de lavado. [1]
    • Ciclo regular o normal: selecciona este ciclo cuando laves ropa blanca. Dejará tus prendas blancas como nuevas y frescas.
    • Planchado permanente: utilízalo para las ropas de color. Este ciclo lava las prendas con agua tibia y las enjuaga con agua más fría, lo que mantiene los colores brillantes.
    • Delicado: como puedes imaginar, lava todo lo que es relativamente delicado (ropa interior, ajustada, suéteres de algodón, camisas de vestir, etc.). Siempre cerciórate de que tu ropa delicada no requiera un lavado en seco o a mano (revisa la etiqueta para asegurarte).
  6. Entre los limpiadores se encuentran el detergente, lejía y suavizante. Puedes colocar tu ropa y verter el limpiador adecuado en ella o puedes llenar un tercio de la lavadora con agua, luego el limpiador y por último tu ropa. [2]
    • Detergente: la cantidad de detergente que eches en tu lavadora dependerá de la cantidad de ropa que vayas a lavar. Por lo general, las tapas de los detergentes sirven como tazas medidoras. Normalmente, debes llenar un tercio de la taza con detergente si vas a lavar una carga pequeña, dos tercios para una carga mediana y una taza completa para una carga grande. Sin embargo, es mejor que leas las indicaciones en el envase del producto para saber cómo usarlo (algunos detergentes son más concentrados que otros, lo que significa que de necesitas usar demasiado).
    • Lejía: la lejía es útil cuando quieres eliminar las manchas o que tus blancos sean muy blancos. Existen dos tipos de lejía: el cloro, que es bueno para hacer que tu ropa blanca sea muy blanca, pero nunca debes usarlo en ropa de color, y la lejía para todo tipo de tela, que puedes usar en ropa de color.
    • Suavizante: se usa cuando quieres que tus toallas estén muy suaves. Debes agregar el suavizante durante el ciclo de enjuague. Algunas máquinas cuentan con un dispensador en el que puedes verter el producto al inicio del ciclo de lavado que luego se añadirá automáticamente en el momento adecuado.
  7. Ten en cuenta que hay algunas prendas que deben secarse al aire libre. Revisa la etiqueta y si dice que no debes usar la secadora, cuélgala en un lugar donde puedas secarla al aire. Al igual que la lavadora, la secadora también tiene opciones que debes utilizar para secar tu ropa. Agrega una toallita para secadora y cierra la puerta. [3]
    • Ciclo regular o pesado: es mejor secar la ropa blanca en un ciclo regular o pesado. Por lo general, la ropa blanca está pre-encogida y puede soportar el sistema de secado con calor más intenso (a menos que los colores se desvanezcan a causa de las altas temperaturas).
    • Ciclo de planchado permanente: este ciclo es el más apropiado para las prendas de colores. El calor y presión promedio evitan que los colores se desvanezcan.
    • Ciclo delicado: todas las prendas que laves en el ciclo delicado debes secarlas usando el mismo ciclo. Este ajuste emplea la temperatura ambiente y un ciclo lento para que tu ropa delicada no se dañe.
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Método 2
Método 2 de 2:

Lava la ropa a mano

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  1. Por lo general, necesitarás una cubeta grande (aproximadamente de 19 litros) llena con 3 a 7 litros de agua. [4]
    • Si no tienes una cubeta, puedes usar un lavabo con tapón. Asegúrate de que el lavabo esté completamente sellado y luego llénalo con agua tibia.
  2. Este no es el mismo tipo de detergente que usarías en una lavadora. El detergente convencional es demasiado concentrado y sólo hará que tus prendas se vean sucias. Puedes comprar el detergente delicado en la misma sección donde compras el convencional, sólo asegúrate de que diga suave o delicado en el envase. [5]
  3. Revuélvela para que se empape completamente. Incluso puedes dejarla reposando durante unos minutos para que absorba completamente el detergente.
  4. Debes enjuagar tus prendas con agua tibia limpia. Incluso puedes enjuagarlas una a la vez debajo del grifo que usaste para llevar la cubeta (o el lavabo). Hazlo hasta que ya no tengan jabón y el agua que escurre esté limpia y sin burbujas.
  5. No la cuelgues, ya que el hacerlo podría hacer que se estire. En lugar de eso, extiéndela horizontalmente para que se seque. Esto evitará que se estire y minimizará la cantidad de arrugas formadas en el proceso de secado.
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Consejos

  • Revisa los bolsillos de tu ropa antes de ponerla en la lavadora.
  • No dejes tu ropa en la lavadora por más de 24 horas, podría absorber la humedad y enmohecerse.
  • Si compartes un departamento o vives con gente que conoces, a veces es recomendable lavar la ropa juntos. Esto se aplica especialmente en el caso de la ropa de color rojo, ya que no muchos tienen una carga completa de prendas de este color en su armario. Lavar la ropa juntos ahorra tiempo y dinero, además, disminuye el impacto que causas en el medio ambiente
  • Sería bueno que laves la ropa nueva de colores aparte las primeras veces, a menos que tengas otras prendas de colores muy similares.
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Cosas que necesitarás

  • Ropa
  • Detergente
  • Lejía
  • Lejía para ropa de color
  • Toallitas para secadoras
  • Una lavadora
  • Una cubeta o lavabo
  • Una secadora o algo en donde colgar la ropa

Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Para lavar la ropa en la lavadora, primero organiza la ropa sucia según su color y material. Luego, pon una de las pilas organizadas en el tambor de la lavadora, pero ten cuidado de no llenarlo demasiado. Usa la configuración de agua fría para colores oscuros y la de agua caliente para ropa blanca, o sigue las instrucciones de la etiqueta de cuidados de la prenda. Luego, escoge el ciclo según el tipo de ropa, echa detergente y enciende la lavadora. Si quieres aprender a lavar la ropa a mano, ¡sigue leyendo!

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