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Para tu perro su cama es un lugar agradable donde puede acurrucarse y sentirse cómodo; sin embargo, también es el lugar donde deja pelo, saliva, suciedad y microbios. Es importante lavarla periódicamente para asegurarte de que tu perro se mantenga limpio, saludable y feliz. Para que su cama se conserve limpia y lista para que se recueste cuando quiera, es necesario tratar la funda y el acolchado, limpiar las manchas, eliminar cualquier insecto o cualquier otro problema que se presente.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Eliminar la suciedad y cualquier residuo

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  1. Sacude la cama de tu perro para eliminar cualquier acumulación de suciedad o algún residuo grande. Es preferible que lo hagas al aire libre o en un sitio que puedas ensuciar sin problemas, ya que probablemente toda esa área se llene de suciedad.
    • Frota suavemente cualquier residuo difícil de eliminar con una escobilla o con una espátula.
  2. Enseguida, utiliza una aspiradora portátil o el accesorio para rincones de tu aspiradora tradicional. Enfócate en las costuras y los pliegues de la cama, ya que es en estos lugares donde se esconden los insectos y donde se acumula el polvo y la suciedad. [1]
    • Quizá prefieras usar la boquilla de desempolvar para aspirar las partes más grandes y planas de la cama, y luego colocar el accesorio para rincones para limpiar las costuras.
  3. Si encuentras lodo seco o manchas de suciedad especialmente difíciles de quitar, trátalas colocando hojas de papel de cocina o paños húmedos sobre la zona. Deja el papel sobre la mancha de 10 a 20 minutos; luego, una vez que la suciedad se haya ablandado, retírala con el reverso del papel. [2]
    • Un cepillo dental también puede resultar útil para sacar las manchas de suciedad difíciles, particularmente aquellas que no logras quitar a pesar de haberlas dejado en remojo.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Tratar marcas y manchas

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  1. Si identificas alguna mancha o marca, trátala antes de lavar la funda. En términos generales, no es conveniente el uso de quitamanchas que contengan productos químicos para tratar las manchas superficiales en el acolchado, ya que al momento de enjuagar este no sale por completo y los residuos pueden irritar la piel del perro. Trátalas únicamente si crees que es probable que sean dañinas como, por ejemplo, la sangre o el vómito de otro perro.
    • En el caso de manchas superficiales, solo enjuágalas con agua y jabón lo mejor que puedas.
    • En la medida de lo posible utiliza un producto quitamanchas sin blanqueador. Puedes adquirirlo sin ningún problema en los supermercados locales y en las tiendas para mascotas. Sigue las instrucciones de uso pre tratamiento de acuerdo a lo que indica el envase.
    • Si necesitas usar lejía, busca un agente blanqueador sin cloro y recuerda que antes de lavar debes enjuagar por completo y con minuciosidad. Generalmente, estos productos están a la venta en las tiendas naturistas y en aquellas que ofrecen alimentos orgánicos. [3]
  2. Si te preocupa que la cama esté plagada de insectos, ponla a remojar de inmediato en agua hirviendo y déjala allí de tres a cinco minutos para eliminar completamente los insectos y sus larvas. [4]
    • Obsérvala detenidamente mientras está en el baño de agua hirviendo. Asegúrate de que no empiece a hacerse pedazos o a desintegrarse debido a la temperatura tan alta.
    • Evita dejarla en agua hirviendo por demasiado tiempo, ya que el relleno podría deshacerse.
    • Si tu perro se llenó de insectos, es necesario que reciba tratamiento antes que lo dejes usar la cama nuevamente.
  3. Una vez que hayas tratado la cama, rocía un aerosol absorbente de olores apto para mascotas para eliminar cualquier olor que haya quedado y para disminuir los nuevos. Aplica solo una cantidad pequeña, ya que la cavidad nasal de los perros es muy sensible y un exceso de aerosol podría incomodarlos. [5]
    • Puedes adquirir estos productos fácilmente en las tiendas para mascotas de tu localidad, así como también en el consultorio del veterinario.
    • Conversa con el veterinario acerca de si tu perro tiene alguna alergia o piel sensible.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Lavar la funda

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  1. Es necesario que la cama del perro se mantenga limpia por dentro y por fuera; sin embargo, la funda es la parte que más se usa y más se deteriora. Si se puede, sácala y cierra nuevamente la cremallera sin el acolchado para evitar que se enganche mientras la lavas.
    • Si la cama no tiene una funda desmontable, lava la cama completa de la misma forma en que lavarías el acolchado.
  2. Asegúrate de que la funda pueda lavarse en una lavadora convencional y doméstica. Si dice que solo se debe lavar a mano, recuerda configurar la lavadora en el programa de lavado a mano suave; de lo contrario, hazlo manualmente.
    • Antes de lavar la funda, revisa si existe alguna restricción con respecto a la temperatura del agua o al secado.
  3. Coloca la funda en la lavadora según lo que indica la etiqueta. Utiliza agua caliente y un detergente apto para mascotas. Busca un detergente ecológico y sin aroma; en su defecto, adquiere un producto elaborado especialmente para mascotas en una tienda especializada. [6]
    • Si tu perro tiene la piel sensible o es propenso a las alergias, pídele al veterinario que te recomiende el producto más conveniente. [7]
    • Si la etiqueta de la funda indica que esta debe lavarse con agua tibia o con agua fría, ponla a remojar en agua hirviendo durante dos minutos para que se desinfecte antes de lavarla. Es necesario desinfectar la cama durante unos pocos minutos para eliminar los microbios antes de ponerla a lavar durante más tiempo con agua fría. Observa la funda detenidamente para que no se dañe.
  4. Seca la funda de acuerdo a lo que indica la etiqueta de lavado. De ser posible, trata se configurar la secadora en el programa de planchado normal o permanente. Si es necesario secar la funda al aire libre, cuélgala en una varilla o en el tendedero y sujétala. [8]
    • Si pones a secar la funda al aire libre, trata de no doblarla sobre sí misma, ya que demorará más tiempo en secarse.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Lavar el acolchado

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  1. Si el acolchado de la cama está sucio, lávalo a mano en tu bañera con agua tibia y jabón o en el fregadero con un detergente apto para mascotas. Primeramente, ponlo a remojar en agua bien caliente para desinfectarlo y déjalo en el fregadero hasta que el agua se enfríe lo suficiente como para que puedas lavarlo tranquilamente.
    • Busca un detergente elaborado especialmente para el lavado a mano. Generalmente, las indicaciones vienen en la caja y puedes adquirirlo en las tiendas de abarrotes o en las tiendas de artículos para el hogar.
  2. Una vez que hayas remojado la cama, deberás sacudirla ligeramente. Estruja y presiona la cama bajo el agua para desprender cualquier suciedad que haya quedado. Asegúrate de hacerlo con cada parte de la cama.
    • No existe un tiempo establecido para sacudir el acolchado, pero ten presente que debes hacerlo mientras veas suciedad en la superficie. Antes de enjuagarlo asegúrate de haber tratado todas las partes del acolchado.
  3. Escurre el jabón y enjuaga el acolchado con agua fresca. Colócalo bajo el chorro de agua tibia y fresca y continúa presionándolo hasta que ya no haga espuma y hayas sacado todo el jabón. Luego, escurre el agua limpia todo lo que puedas. [9]
    • Probablemente no sea posible sacar toda el agua manualmente. No obstante, ten en cuenta que para que seque debe estar húmedo y no mojado. Además, debes escurrirlo hasta que deje de gotear.
  4. Coloca el acolchado al aire libre sobre una superficie plana que pueda mojarse sin causar problema o extiéndelo completamente encima del tendedero. Déjalo que se seque totalmente antes de volver a ponerle la funda. Es probable que demore más de un día en secar.
    • Para verificar que haya secado presiona con firmeza la parte más gruesa del acolchado. Si sale agua o aún se siente húmedo, deja que se siga secando.
    • Utiliza una secadora de cabello en el mínimo para ayudar a secar las partes que más demoran.
  5. Una vez que hayas secado la funda y el acolchado, podrás volver a armar la cama. Estira cuidadosamente con ambas manos las partes del acolchado que se hayan comprimido para que quede mullido. Luego, colócale la funda y la cama quedará lista para que tu perro la disfrute.
    • Asegúrate de cerrar completamente la cremallera de la funda para evitar la acumulación excesiva de polvo y para impedir la entrada de insectos que molesten a tu perro
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Consejos

  • Lava periódicamente su cama para que tu perro se mantenga sano y feliz. Dependiendo del uso que tiene la cama, dale tratamiento semanal o mensualmente.
  • Es conveniente tener una funda de reemplazo a la mano de tal modo que siempre tengas una limpia para los días de lavado.
  • Si tu perro suele morder la cama, busca una a prueba de mordiscos. Estas vienen con una cubierta más resistente que protege la funda y el acolchado volviéndolos más duraderos.
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Advertencias

  • Antes de colocar la funda en la lavadora, asegúrate de leer las instrucciones de lavado. No todas las camas de perro son aptas para lavadora. Si vas a comprar una nueva, busca una que tenga una funda lavable.
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