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Las mantas eléctricas modernas las puedes lavar y secar de forma segura en lavadoras y secadoras residenciales y estándares. De hecho, debes lavar una nueva manta eléctrica en tu lavadora antes de usarla por primera vez. Es importante que utilices ciclos de lavado breves y suaves y que te asegures de secar la manta solo en un ajuste bajo, de tal modo que la saques antes de que esté completamente seca. Finalmente, también hay algunas prácticas de limpieza comunes que debes evitar.

Método 1
Método 1 de 3:

Lavar a máquina la manta eléctrica

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  1. La manta eléctrica tiene un cable de control que brinda energía eléctrica a través de un enchufe de pared. Cada vez que quieras lavarla, sácale el cable. Antes de sacarla, apaga la manta y desconéctala. Nunca debes sumergir en agua el cable de control.
    • Antes de lavar la manta, revisa y asegúrate de que todos los elementos calefactores de cable dentro de la manta estén puestos como deben estar y de que ninguno de ellos se haya desgastado a través de la tela de la manta.
    • Si el elemento calefactor de cable se ha desgastado a través de la tela en cualquier parte o si el punto de conexión entre la manta y el cable de control está dañado de alguna forma, deja de utilizar la manta.
    • Si tienes una manta eléctrica vieja con un cable de control que no es extraíble, no la laves en una lavadora. En vez de eso, lávala a mano con cuidado de tal modo que no sumerjas el cable de control.
  2. La manta eléctrica vendrá con un manual del usuario que incluye instrucciones específicas de lavado. Estas instrucciones pueden estar incluidas en una etiqueta de “cuidado del producto” adjunta a la manta, en un folleto en el empaque de la manta o en el mismo empaque. [1]
    • Casi siempre se te indicará que remojes previamente la manta, que la laves por breve tiempo en un ciclo suave y que la enjuagues. Es probable que también te recomienden un ciclo de centrifugado breve.
  3. La mayoría de las recomendaciones de los fabricantes te indicarán que remojes la manta por entre 5 a 15 minutos. Además de la cantidad de tiempo específica, también te recomendarán distintas temperaturas de agua que fluctuarán entre frío a caliente. [2]
    • Si no se menciona una temperatura específica con respecto a la temperatura o duración del remojo previo, opta por remojarla con agua fría durante 15 minutos.
  4. Puedes lavar casi todas las mantas eléctricas modernas en tu lavadora. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes no recomiendan un ciclo de lavado completo. De hecho, la mayoría de las mantas solo necesitan un lavado de unos minutos en un ciclo “suave” o “delicado” de la lavadora. [3]
    • Utiliza solo una cantidad pequeña de detergente suave para lavar. No utilices ningún otro producto químico para limpiar.
    • En particular, nunca le eches lejía a la manta eléctrica.
  5. Los ciclos de enjuague pueden ser más cortos. La recomendación estándar es solo 1 minuto de enjuague con agua fría o tibia. Mientras tanto, la mayoría de las mantas se benefician de tener un solo ciclo de centrifugado estándar. [4]
  6. Si bien podría sorprenderte, las mantas eléctricas modernas están destinadas para que las laves en una lavadora. No obstante, si tienes una manta vieja que no está dañada de ninguna forma, es posible que desees lavarla a mano. Por ejemplo, si el cable de alimentación de la manta no es extraíble, deberás lavarla con cuidado a mano. La clave es agitar lo menos posible los elementos calefactores que están dentro de la manta. [5]
    • Para lavar a mano, moja la manta (sin los cables eléctricos) en una bañera con agua fría y detergente suave y agítala durante 1 o 2 minutos. Deja que remoje durante 15 minutos, exprímela en el agua jabonosa y enjuágala con agua fría antes de secar.
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Método 2
Método 2 de 3:

Secar la manta eléctrica

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  1. Un factor importante es el tamaño de tu secadora. Es posible que algunas secadoras pequeñas no tengan suficiente espacio para lavar una manta eléctrica grande. El criterio principal es la capacidad de la manta para poder secarse en una secadora de forma libre. Si no hay suficiente espacio para poder secar tu manta en la secadora, considera secarla al aire. [6]
  2. El manual del usuario también incluirá instrucciones específicas sobre el secado de tu manta. Algunos modelos podrían requerir un periodo breve de “precalentamiento” de la secadora, de forma similar a cuando precalientas un horno. De lo contrario, es posible que se te indique que seques la manta entre 5 y 10 minutos. [7]
    • A menos que se te indique otra cosa, pon siempre la secadora en un ajuste “bajo” cuando seques la manta eléctrica.
    • Retira la manta de la secadora mientras todavía esté húmeda.
  3. Dependiendo del fabricante de la manta, es posible que tengas que dejarla en su tamaño normal después del lavado y secado. Dado que la manta todavía estará ligeramente húmeda, es posible que eso sea fácil. Para lograrlo, haz que otra persona te ayude. [8]
    • Párate frente a otra persona, con ambos brazos extendidos a lo largo de los bordes opuestos de la manta lo más lejos posible. Así, simplemente sepárense poco a poco el uno del otro.
  4. Para permitir que la manta se seque muy bien o si simplemente deseas secar al aire completamente la manta, cuélgala en un tendedero o barra de ducha que pueda soportar su peso. Ten en cuenta que es muy importante esperar hasta que la manta eléctrica esté completamente seca antes de enchufarla de nuevo o volver a utilizarla.
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Método 3
Método 3 de 3:

Evitar daños a la manta eléctrica

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  1. Muchas personas consideran que lavar en seco es más suave y que, por lo tanto, eso es preferible para una manta eléctrica. Este no es el caso. De hecho, es realmente importante no lavar en seco la manta eléctrica, ya que los productos químicos que se utilizan en ese proceso pueden dañar el aislamiento que rodea los elementos calefactores de la manta. [9]
  2. En general, tendrás que darle a tu manta eléctrica el menor tratamiento, limpieza y cuidado como sea posible. En particular, nunca la planches, ya que una plancha puede dañar fácilmente el aislamiento de sus cables. [10]
  3. No utilices la manta eléctrica si, durante el lavado o secado, alguno de los cables de calentamiento que está dentro de la manta se mueve o daña de alguna otra forma. Si no estás seguro sobre el estado de tu manta, la mejor opción es no utilizarla. [11]
    • Puedes revisar y asegurarte de que los cables estén en su lugar al sostener la manta entre el lugar en el que estés y una fuente de luz brillante. Todos los cables deberán estar espaciados de manera uniforme y jamás deberán superponerse.
  4. La mayoría de las recomendaciones de los fabricantes te indicarán que no seques la manta en una secadora comercial, como las que puedes encontrar en una lavandería. La razón es el calor: las secadoras comerciales pueden calentarse demasiado y dañar la manta. Sin embargo, si tienes cuidado de poner la secadora en su ajuste de calor más bajo y si la revisas con frecuencia para evitar que la manta se seque por completo, puedes utilizar la mayoría de las secadoras comerciales de forma segura. [12]
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