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¿Cuántas veces has leído el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito? Seguramente muy pocas o de plano ninguna. Actualmente tienes la posibilidad de recibirlo de dos maneras: por correo electrónico o correspondencia. Cuando es en línea, siendo sinceros, rara vez lo vas a leer, y cuando lo recibes directo en tu domicilio ¡peor! simplemente se queda sobre la mesa o en algún rincón del olvido.

Leer tu estado de cuenta con regularidad es un buen hábito, pero si no tienes idea de qué significa todo lo que ves ahí, aquí te explicamos parte por parte, normalmente tu estado de cuenta se ve así:

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    Reconoce tu estado de cuenta. Leer tu estado de cuenta es importante para que comiences a familiarizarte con él. Una vez realizado este paso, lo demás será mucho más sencillo.
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    Revisa la parte superior: Información general. Es donde se encuentran los datos generales. Aquí podrás ver tu información personal como: nombre, Registro Federal de Contribuyentes (RFC), número de cliente y domicilio.
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    Pon atención a la tabla de saldo. Es un resumen general de tu cuenta, es lo necesario para poder realizar tus pagos al corriente. Normalmente la encuentras en la parte superior derecha. Los datos que vas a encontrar son los siguientes:
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    Lee cuidadosamente la tabla de detalle de operaciones. Esta información es similar a la anterior, la diferencia es que puedes observar los movimientos realizados, ya sean cargos o depósitos, los datos más relevantes que encontrarás, son:
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    Conoce las promociones que tiene tu tarjeta. Algunos traen promociones que solo aplican para cuentahabientes o exclusivas de la tarjeta de crédito que has adquirido.
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Consejos

  • Verifica que todos tus datos sean correctos.
  • Cuida que tu estado de cuenta llegue a tu domicilio o cuenta de correo electrónico a tiempo.
  • Registra tus compras realizadas con esa tarjeta, de esta manera podrás recordar cada movimiento.
  • En caso de no reconocer alguna compra, comunícate con tu banco lo antes posible para reportarla.
  • Nunca tires tus estados de cuenta a la basura. Contienen información valiosa y en manos equivocadas podría ocasionarte problemas serios como ser víctima de un fraude.
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