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El término "grande" es relativo. Si consideras que tienes los pechos grandes, podría deberse a que son más grandes de lo que eran antes, quizás debido a haber pasado por la pubertad, subido de peso o recibido implantes quirúrgicos. Asimismo, quizás pienses en los pechos grandes en comparación con otras mujeres o el tamaño promedio. Independientemente de la forma como definas tus pechos grandes o la forma como hayan surgido, puedes hacer muchas cosas para ayudarte a lidiar con ellos.

Método 1
Método 1 de 2:

Conseguir el sujetador adecuado

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  1. Desarrollar pechos durante la pubertad debería ser un tiempo emocionante para ti, pero, debido a que ocurren tantas cosas con tu cuerpo, es posible que estés un poco asustada, lo cual está bien. Cuando tus pechos empiecen a crecer y posiblemente volverse más puntiagudos, es probable que sea momento de comprar tu primer sujetador. Sin embargo, lo bueno es que puedes elegir de entre muchos tipos distintos de sujetadores. Lo más importante acerca de un sujetador (en cualquier etapa de la vida) es que te quede bien y te resulte cómodo. [1] Un sujetador debe ayudar a brindarte apoyo y a protegerte los pechos. Asimismo, son los sujetadores son muy buenos para cubrirte los pechos y darle una forma bonita a tu torso que se vea bien debajo de tu ropa. [2]
  2. Comprar un sujetador a cualquier edad puede ser una mezcla de divertido y frustrante. Los sujetadores (al igual que los zapatos) están confeccionados en tallas estándar, aunque estas pueden variar según el fabricante. Por ende, al igual que al comprar zapatos, es posible que tome un par de intentos encontrar el sujetador perfecto para ti. [3]
  3. Puedes medirte a ti misma en casa para un sujetador, pero quizás sea recomendable acudir a una tienda de lencería o una tienda por departamentos en caso de que sea tu primer sujetador o de que sea la primera vez que te hayas medido para un sujetador adecuadamente. Al llegar a la tienda, infórmale al agente de ventas que quieres que se te mida para un sujetador. El agente te llevará al vestuario y te medirá en dos zonas: alrededor del torso justo debajo de tus pechos y alrededor de las partes más grandes de ellos. La primera es la medida de la "banda" y la segunda es la medida de la "copa". [4]
    • La medida que se toma alrededor del torso o el pecho justo debajo de los senos determina la parte numérica de una talla de sujetador (por ejemplo, 32, 34, 36, etc.).
    • La medida que se toma sobre tus pechos determina la parte de la letra de una talla de sujetador (por ejemplo, A, B, C, etc.), lo que también se conoce como la talla de la copa.
  4. Después de haberte medido para una talla de sujetador, el agente de ventas empezará a traerte una selección de opciones que puedas probarte. En el caso de las mujeres de pechos más grandes, la talla que se determina al momento de medir es un punto de partida. Es posible que se deban modificar estas tallas para distintos tipos de sujetadores de forma que encuentres el que sea perfecto para ti. Al fin y al cabo, lo que importa no es la talla sino la forma como te quede. En ocasiones, al probarte un sujetador, sabes de manera instantánea si está bien o no. Otras veces, te probarás un sujetador y simplemente no estarás segura. [5]
  5. En ocasiones, es posible que te pruebes un sujetador y no puedas decidirte en cuanto a si te queda bien o no. No te preocupes, ya que puedes tomar en cuenta varias cosas para ayudarte a decidir si es el sujetador adecuado para ti. [6]
    • ¿Las copas del sujetador te quedan perfectamente sobre los pechos? En caso de que haya algún espacio o arruga, es probable que el sujetador sea demasiado grande. Si es que tus pechos se desbordan de las copas, el sujetador es demasiado pequeño.
    • ¿El panel central del sujetador queda completamente contra tu pecho? La parte del sujetador que se encuentra entre los pechos debe quedar completamente apoyada contra el hueso de esa zona. De no ser así, el sujetador será demasiado grande o pequeño.
    • ¿La parte del sujetador que está debajo de los brazos y en la espalda queda recta y paralela al suelo? La "banda" del sujetador (la línea inferior de un sujetador) debe estar recta. NO debe curvarse hacia arriba en la espalda y las partes del sujetador que estén en la espalda deben quedar debajo de los omóplatos.
    • ¿Las tiras se entierran en tus hombros? La mayor parte del apoyo del sujetador debe provenir del sujetador en sí y no de las tiras. En caso de que estas se entierren en tus hombros o de que lo único que sostenga tus pechos sean las tiras, el sujetador será de la talla incorrecta.
    • ¿Los aros quedan adecuadamente debajo de tus pechos? Los aros no deben hincarte, sobresalir en cada extremo ni pellizcarte la piel. Asimismo, las curvas de los aros deben tener la misma forma que la parte inferior de tus pechos.
    • ¿Tus pechos parecen tener la forma correcta? La parte central de los pechos cuando estén dentro de un sujetador debe quedar a mitad de camino entre los codos y los hombros y debe apuntar hacia adelante y no hacia abajo ni hacia los lados.
    • ¿El sujetador se siente cómodo en todas las posiciones? ¿Puedes caminar, sentarte y mover los brazos sin que el sujetador deje de sentirse cómodo? ¿Puedes deslizar un dedo por debajo de la banda del sujetador con facilidad sin que esté demasiado ajustado? En caso de que hayas respondido afirmativamente a todas estas preguntas, quizás hayas encontrado el sujetador adecuado para ti.
  6. Como si no fuera lo suficientemente difícil comprar sujetadores cotidianos, también debes tomar en cuenta los sujetadores deportivos. En caso de que estés buscando un sujetador deportivo, deberás considerar varias cosas. En primer lugar, no existe un sujetador deportivo que evite que tus pechos se muevan al practicar deportes o hacer ejercicio. Sin embargo, un sujetador deportivo que te quede bien minimizará ese movimiento de forma que te sea cómodo. Un sujetador deportivo utiliza las mismas medidas que cualquier otro sujetador: una talla de banda y de copa. En caso de que de por sí sepas cuáles son tus medidas, genial. De lo contrario, pídele a alguien en la tienda que te mida. Cuando sepas tu talla, debes determinar el estilo que quieras. [7]
    • Compresión versus encapsulamiento: los sujetadores de compresión literalmente comprimen el tejido de los pechos contra el cuerpo para ayudar a evitar el movimiento significativo. Sin embargo, por lo general, solo funcionan para las mujeres que tengan pechos pequeños y para los ejercicios de menor impacto. Por otro lado, los sujetadores de encapsulación tienen copas formadas que pueden sostener pechos más grandes en su lugar de una mejor manera que los sujetadores de compresión.
    • Tiras estilo racerback versus tiras anchas: las tiras estilo racerback se unen en la espalda, y esto sirve para darte un mayor apoyo (y evita que las tiras se te caigan de los hombros). Sin embargo, las tiras anchas distribuyen el peso de tus pechos de una forma más uniforme a través de los hombros.
    • Con o sin un broche en la parte trasera: los sujetadores deportivos sin broche son un poco como las camisetas sin mangas en el sentido de que tienes que quitártelos por encima de la cabeza o introducirte en ellos por los pies y tirar de ellos hacia arriba. El sujetador está hecho únicamente de tela, por lo que no hay manera de hacerle ajustes a la forma como te quede. Los sujetadores deportivos con un broche en la parte trasera son similares a los sujetadores cotidianos, lo cual es mucho mejor para los pechos más grandes debido a que te brinda mucho más apoyo.
  7. Puede ser difícil vestirte con elegancia si tienes pechos grandes. Al momento de comprar camisetas, debes buscar unas que tengan una forma más larga. Esta ayuda a extender el torso y darle una apariencia más pequeña a tu cintura, lo cual te da equilibrio y un aspecto más uniforme. También ayudan las mangas de tres cuartos debido a que alejan de manera natural la mirada de tus pechos más grandes. Asimismo, quizás no debas usar prendas superiores que tengan únicamente breteles, aunque esto dependerá del tamaño de tus pechos. En cuanto al escote, debes buscar una forma de V o algo con una caída más baja, ya que un escote más bajo le da un aspecto más favorecedor a un pecho más grande. [8]
Método 2
Método 2 de 2:

Lidiar con los pechos grandes todos los días

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  1. Por desgracia, existen muchos mitos extraños en cuanto a la forma como se desarrollan los pechos y si es que tienes algún control sobre su tamaño. En general, no tienes control sobre el momento en el que se desarrollen tus senos o el tamaño que tengan al final. No existen ejercicios que puedas hacer para que tus pechos sean más grandes o más pequeños. Los pechos consisten en su mayoría de tejidos grasosos y conductos lácteos, no de músculos. Dormir boca abajo no tendrá ningún impacto sobre tus pechos (aunque esto podría resultar incómodo en caso de que tus pechos estén sensibles). [9] Un sujetador tampoco puede hacer nada para que tus pechos sean más grandes o pequeños, aunque lo uses por las noches mientras duermas (lo cual no es necesario). [10] [11]
  2. No podrás ocultar por demasiado tiempo tus pechos en desarrollo. Es probable que, a la larga, otras personas se den cuenta. Quizás te sientas estresada e insegura en cuanto a estos cambios y lo que los demás pensarán de ti. Estos son sentimientos perfectamente normales. [12]
    • Evita compararte con las chicas que veas en la televisión o en internet. No te compares con los anuncios publicitarios, ya que las modelos en ellos no son realistas y, en su mayoría, se les ha aplicado Photoshop. No es necesario que te veas como nadie más aparte de ti misma.
    • No olvides que eres hermosa a pesar de todo. Y sí, la verdadera belleza proviene de adentro. De ser necesario, recuérdate estas cosas todos los días.
    • Estos son sentimientos normales, por lo que no debes molestarte por tenerlos. Sin embargo, aunque estés en una montaña rusa emocional, debes tratar de evitar que afecte tu salud. Come bien, duerme bastante y haz ejercicio con regularidad. En caso de que no puedas hacer una o más de estas cosas, conversa con tus padres, tu profesor, el consejero o enfermero de tu escuela, o un doctor lo más pronto posible.
  3. Por lo general, la edad a la que pasas por la pubertad también es una edad en la que empiezas a tomar consciencia de tu apariencia y la forma como encajas. Cuando tu cuerpo empieza a cambiar de toda clase de formas extrañas, esto contribuye a tu estrés en cuanto a lo que sea y no sea normal. Es posible que, en ocasiones, tus padres olviden cómo era tener tu edad y experimentar todos estos cambios y presiones. Esta es tu oportunidad para recordárselo, en caso de que de por sí no se hayan dado cuenta. Diles que aquello por lo que estás pasando no es gracioso y que no se debería hacer bromas al respecto. Quizás en la escuela otros estudiantes te digan cosas mezquinas sobre tu apariencia o hagan comentarios groseros sobre las partes de tu cuerpo que estén cambiando. Ten en cuenta que, en su mayoría, los mismos chicos que hacen comentarios de este tipo tienen inseguridades y hacen estos comentarios impulsados por los celos y el miedo. [13]
    • Busca un modelo a seguir que valga la pena. Tu modelo a seguir podría ser una hermana mayor, una tía o una profesora favorita; alguien que no siga los supuestos estereotipos, sino que tan solo quiera ser ella misma.
  4. Es posible que los pechos más grandes ocasionen dolor de cuello, pero esta no es una situación directa de causa y efecto. No es el tamaño físico de tus pechos lo que podría ocasionar dolor en el cuello, sino que lo que ocasiona el problema son las cosas subconscientes que hagas a raíz del tamaño de tus pechos. Por ejemplo, en caso de que te avergüences de tus pechos, es posible que tiendas a encorvarte. Luego, es el encorvarte y la mala postura lo que puede ocasionar dolor en el cuello. En ocasiones, la postura encorvada no se debe a una falta de confianza sino al peso de tus pechos en sí. En caso de que tus pechos sean grandes y pesados, esto puede ocasionar que te encorves hacia adelante, lo que, a su vez, te ocasiona dolor en los músculos del cuello y la espalda e incluso podría desalinear tu columna vertebral. Por último, el sujetador incorrecto podría generar todo tipo de problemas. En caso de que uses un sujetador cuyas tiras se te entierren en el hombro, esto podría dar como resultado que juntes el cuello y los hombros. Esta mala postura a su vez ocasiona dolor en la espalda y el cuello. [14]
    • Es probable que estar contenta con tus pechos haga que te presentes con una mejor postura a raíz de tu confianza.
    • Conseguir un sujetador que te quede mejor podría resolver algunos de estos problemas.
    • De hecho, hacerte implantes grandes en los pechos puede crear algunos de estos problemas. Esta es una de las muchas cosas que debes considerar antes de tomar la decisión de hacerte implantes grandes quirúrgicamente.
  5. En caso de que tus pechos hayan incrementado en tamaño a raíz de que hayas subido de peso, quizás debas considerar la posibilidad de volver a perderlo, ya que las mujeres que suben entre 14 y 18 kg (30 a 40 libras) después de los 18 años, pero antes de la menopausia tienen una probabilidad un 40 % mayor de desarrollar cáncer de seno después de la menopausia. El motivo por el cual subir de peso incrementa el riesgo de cáncer de seno se debe a un incremento en la hormona estrógeno en tu cuerpo a raíz del exceso de grasa. Asimismo, el aumento de peso por lo general tiene una relación con la inactividad, y esta también puede incrementar tu riesgo de cáncer de seno. [15]
    • Para eliminar este riesgo, lo mejor es bajar de peso antes de la menopausia o bien inmediatamente después de su inicio.
    • Si quieres ayudar a reducir tu riesgo de cáncer de seno y ayudarte a bajar de peso, podrías hacer ejercicio entre moderado y vigoroso durante entre 45 y 60 minutos 5 veces por semana.
  6. De hecho, los pechos más grandes (o desiguales) pueden hacer que algunas mujeres experimenten problemas de salud mental (por ejemplo, autoestima baja o trastornos alimenticios). La autoimagen de una mujer en cuanto a sus pechos puede afectar enormemente su confianza en sí misma. Por desgracia, no existe un efecto secundario físico asociado a muchos de estos problemas con los pechos y, por ende, los seguros no cubren las cirugías que corrigen muchos de ellos. Sin embargo, en muchos casos, los cirujanos han observado un cambio notable en la salud mental de las mujeres que han arreglado quirúrgicamente diversos problemas con los pechos. [16]
    • En caso de que estés teniendo problemas con tus pechos que ocasionen problemas con la salud mental (pero no problemas físicos), estos no son menos importantes, y quizás quieras considerar la posibilidad de investigar las opciones quirúrgicas que estén a tu disposición.
  7. El dolor en los pechos, al que también se le conoce como mastalgia, en realidad es bastante común en todas las mujeres independientemente del tamaño de sus pechos. Esto puede abarcar sensibilidad, sensaciones de ardor o tensión. Puede ser relativamente leve o extremadamente torturador. Por fortuna, en su mayoría, el dolor en los pechos no indica ningún problema importante (por ejemplo, el cáncer de seno). [17] En su mayoría, el dolor en los pechos se debe a los niveles hormonales, la estructura y los antecedentes traumáticos de tus pechos (por ejemplo, una cirugía anterior en ellos, etc.), determinados medicamentos (por ejemplo, anticonceptivos orales, tratamientos de fertilidad, terapia hormonal, antidepresivos, etc.), y el tamaño de tus pechos. [18]
    • En caso de que experimentes un dolor en los pechos que te preocupe, consulta con tu doctor. Él podrá examinarte los pechos y considerar la posibilidad de realizar mamografías o ecografías para investigar más a fondo. [19]
    • Entre los posibles tratamientos se encuentran los medicamentos antiinflamatorios tópicos, los cambios en los niveles de la terapia hormonal, los medicamentos con receta, la reducción de los medicamentos que ocasionen el problema, las compresas frías o calientes, la reducción del consumo de cafeína, una dieta baja en grasa, etc. [20]

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