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La parálisis en los gatos puede surgir por diversas causas, y puede adoptar muchas formas. Sin importar la causa y el grado del problema, el gato paralizado necesitará cuidados y atención especiales. Dale la mejor vida posible al crearle un buen entorno en el hogar, cuidarlo bien en casa y brindarle una atención veterinaria adecuada.

Método 1
Método 1 de 3:

Crear un buen entorno en el hogar

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  1. Es muy importante que tenga una cama bien acolchada y cómoda. Las camas ortopédicas para gatos están diseñadas como una opción suave para sus articulaciones y para evitar el desarrollo de escaras y otros problemas que suelen surgir en los gatos con una movilidad limitada. También están diseñadas para que puedan subirse y bajarse de ellas con más facilidad y sin inclinarse o agacharse. [1] Pídele al veterinario que te recomiende un buen tipo de cama ortopédica.
  2. Si tienes escaleras o superficies elevadas en casa que el gato tiene que alcanzar, compra una rampa para mascotas o un juego de escaleras para mascotas poco profundas. Las rampas pueden ayudarlo a acceder a las áreas como las camas y otros muebles, las escaleras de tu hogar, e incluso la caja de arena. Estas pueden ser muy útiles si el gato está en una silla de ruedas o un carrito. [2]
  3. Usar la caja de arena puede ser muy difícil para un gato con parálisis. Si aún tiene un poco de movilidad y puede ir al baño sin ayuda, quizás solo necesite una caja de arena poco profunda o una con una entrada baja. Los gatos con una parálisis más grave podrían necesitar alfombrillas de entrenamiento o pañales para mascotas. [3]
    • Considera mantener la caja de arena cerca de su cama y otros artículos esenciales, de modo que no tenga que recorrer una distancia larga para usar la caja.
  4. Conversa con el veterinario sobre los tipos de tazones de agua y comida más adecuados para las necesidades del gato. En muchos casos, los comederos elevados pueden ser útiles para los gatos con una movilidad limitada, ya que no tendrán que inclinarse o agacharse para acceder al agua y la comida. [4]
  5. El gato podría desplazarse con más facilidad sobre alfombras o tapetes en lugar de linóleo, baldosas o madera dura. Si está parcialmente paralizado, coloca tapetes en donde pase mucho tiempo (p. ej., cerca de su cama).
  6. Si te preocupa que su falta de coordinación o movilidad le cause lesiones, considera bloquear las áreas de la casa con superficies elevadas o irregulares. Puedes usar una cerca de seguridad para bebés con la cual bloquear las áreas problemáticas, o tan solo cerrar la puerta a las habitaciones a las que no quieres que acceda sin supervisión. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Cuidar al gato con parálisis

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  1. Báñalo con frecuencia. Probablemente el gato con parálisis tenga dificultades para acicalarse. Muchos de ellos tienen problemas de incontinencia, por lo que el tuyo podría necesitar ayuda adicional para mantenerse limpio. Báñalo cada vez que se ensucie, para así evitar las escaldaduras por la orina y las escaras. En el caso de los gatos sin incontinencia, límpialos en intervalos de unos días (o con más frecuencia, según sea necesario) para mantener su piel y pelaje saludables y limpios. [6]
    • Pídele al veterinario que te recomiende un limpiador saludable para el gato. Un limpiador humectante o un champú en seco podrían ser una buena opción.
  2. Muchos gatos con parálisis tendrán dificultades para acicalarse. Si el tuyo no puede hacerlo, ayúdalo a mantener su pelaje, dientes y uñas en buen estado. Cepíllale el pelo y córtale todo mechón enredado. Recórtale las uñas, cepíllale los dientes y límpiale las orejas. Si te sientes incómodo o no sabes con certeza cómo completar estas tareas, conversa con el veterinario o llévalo a un peluquero de mascotas profesional.
  3. Algunos gatos con parálisis necesitan ayuda adicional para ir al baño. Consulta con el veterinario sobre la mejor manera de ayudarlo. Podrías tener que colocarlo en la caja de vez en cuando para animarlo a hacer sus necesidades o estimularlo para que defeque después de que un veterinario profesional te enseñe a hacerlo. [7]
  4. Podrías tener que conseguirle una silla de ruedas o un carrito para ayudarlo a desplazarse. las sillas de ruedas para gatos suelen estar compuestas por un par de ruedas colocadas en las patas traseras de cada lado, junto con un par de arneses que les dan soporte a las caderas y los hombros. Si el tuyo tiene parálisis en las extremidades traseras, una silla de ruedas o un carrito pueden restaurar gran parte de su movilidad. [8]
  5. Los animales con parálisis son propensos a desarrollar diversas lesiones y abrasiones, las cuales pueden surgir si pasan mucho tiempo en la misma posición (escaras), arrastran las extremidades con parálisis o tan solo como resultado de la falta de coordinación cuando tratan de desplazarse. Supervísalo con atención e identifica todo signo de heridas, raspaduras y otras lesiones. [9]
    • Las lesiones suelen ocurrir cerca de las articulaciones, sobre todo en los codos, los tobillos y las caderas.
    • El veterinario podría brindarte vendajes o compresas para proteger las áreas vulnerables.
    • Si el gato no puede darse la vuelta o cambiar de posición con facilidad, ayúdalo a voltearse en intervalos de unas horas a fin de evitar las escaras.
    • Si identificas alguna lesión, llévalo al veterinario de inmediato.
  6. Consulta con el veterinario sobre los tipos de signos problemáticos a los cuales prestar atención. Si la parálisis parece empeorar o si notas síntomas nuevos, llama al veterinario de inmediato o llévalo a uno que atienda emergencias.
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Método 3
Método 3 de 3:

Brindarle atención veterinaria para la parálisis

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  1. Si los síntomas de la parálisis empeoran o si surgen nuevos, llévalo al veterinario de inmediato. Él podrá diagnosticar y tratar la causa subyacente. Estos son algunos síntomas comunes de la parálisis felina: [10]
    • Incapacidad de mover algunas o todas las patas.
    • Debilitamiento en las extremidades.
    • Arrastrar las patas traseras cuando camina.
    • Dolor en el cuello, el lomo o las patas.
    • Falta de sensibilidad al dolor en las extremidades.
    • Dificultad para usar la caja de arena. Esto podría presentarse como incontinencia (miccionar o defecar fuera de la caja de arena, o gotear orina) o la incapacidad de miccionar o defecar.
  2. La parálisis felina puede tener muchas causas, como derrames, lesiones o infecciones en la columna, ciertas enfermedades infecciosas (p. ej., toxoplasmosis o una infección causada por una picadura de garrapata), coágulos o cáncer. [11] Según la causa, el tratamiento podría requerir cirugía o ser tan simple como el consumo de antibióticos.
    • El veterinario podría tener que realizarle análisis de sangre u orina, o pruebas de imágenes (como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías).
  3. Puedes ayudarlo a diagnosticar la enfermedad del gato al brindarle toda información que tengas sobre sus síntomas y su historial clínico reciente. Por ejemplo:
    • ¿Recientemente se ha caído o sufrido alguna otra lesión?
    • ¿Ha sufrido una picadura de garrapata?
    • ¿Cuándo y cómo aparecieron los síntomas de parálisis?
    • ¿Tiene otros síntomas además de la parálisis (p. ej., tos, dificultad para respirar, pezuñas frías, pupilas dilatadas o sin respuesta, o todo comportamiento inusual)?
  4. Una vez que el veterinario identifique la causa probable de la parálisis, tendrás que seguir sus recomendaciones de tratamiento y cuidados posteriores al pie de la letra. [12]
    • Según la gravedad de la parálisis y el tipo de tratamiento, el gato podría tener que pasar un tiempo en el hospital veterinario antes de regresar a casa. Esto es muy probable si no puede miccionar, defecar o comer sin ayuda.
    • Préstales mucha atención a las instrucciones del veterinario sobre los cuidados en casa, incluida la información sobre cómo administrarle los medicamentos que podría necesitar, cómo cuidarlo después de una cirugía y todo signo de problemas a identificar (como síntomas nuevos o recurrentes).
  5. En algunos casos, la fisioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas de la parálisis felina. Consulta con el veterinario antes de empezar algún tipo de fisioterapia, ya que empezar a ejercitar al gato muy pronto podría empeorar su estado y hacer que la recuperación sea más difícil o incluso imposible. Conversa con él sobre el tiempo que debes esperar antes de empezar la fisioterapia, y consulta sobre los tipos de ejercicios que podrían ser adecuados. [13]
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Advertencias

  • Nunca le des medicamentos para personas ni de otro tipo sin que el veterinario lo autorice. Muchos medicamentos para el dolor diseñados para personas pueden ser perjudiciales o mortales para los gatos.
  • Si desarrolla salpullido u otro tipo de irritación en la piel, no lo trates con una crema de óxido de zinc. El óxido de zinc es tóxico para los gatos si lo ingieren. Pídele al veterinario que te recomiende un tratamiento tópico adecuado para el salpullido o la irritación de la piel. [14]
  • Si receta medicamento para tratar la causa subyacente de la parálisis, administra todo el tratamiento recetado. No dejes de dárselo tan solo porque parezca estar mejor. Si dejas de dárselo muy pronto, los síntomas pueden regresar.
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