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La realidad es que, sin importar quién seas, en algún momento sentirás que los comentarios de los demás te ofenden. Si bien no puedes controlar lo que los demás dicen, puedes controlar tu reacción. Aprende a interpretar las situaciones para determinar cómo responder a las ofensas y asegúrate de tratarte con amabilidad en el proceso.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Lidiar con las ofensas de manera efectiva

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  1. [1] Pregúntate cuál es el razonamiento de su comentario. ¿Su intención fue ofenderte o fue una frase burlona para tomarse a la ligera? El contexto puede ayudarte a determinar si se trata de un comentario cruel o simplemente brusco. Identificar el motivo guiará tu respuesta.
    • Si estás con tus amigos o familiares, evalúa cómo suelen comunicarse entre todos. ¿Suelen provocarse como forma de demostrarse afecto? ¿El comentario se mencionó en medio de una discusión acalorada o durante una conversación desenfadada?
    • Si te encuentras en un evento social con extraños o conocidos casuales, evalúa el tono que la persona utilice. Es posible que haya estado nerviosa por acercarse a ti y haya utilizado un comentario frívolo para comenzar una conversación sin notar que podría sonar ofensivo.
    • En un contexto laboral, evalúa si esta forma de comunicación es un hábito. Algunos lugares de trabajo son propicios para las bromas constantes. ¿Esta persona suele decirles cosas similares a los demás?
    • Si ocurre con una pareja romántica, ten en cuenta el contexto inmediato de la conversación. ¿Tu pareja hizo un comentario ofensivo en medio de una pelea? ¿O tan solo hizo un comentario acerca de tu comportamiento o características en un contexto razonablemente neutro?
  2. Reaccionar de manera impulsiva ante un comentario percibido como una ofensa significa ceder ante las emociones. Devolver una ofensa también evita que comprendas el motivo del comentario. Quizás la persona solo quiera provocarte de forma desenfadada y empeores la situación. Además, si devuelves una ofensa, le darás tu poder al otro. También podrías hacer que luzca como víctima ante los demás.
  3. En algunos casos, las personas se ofenden por los comentarios de los demás porque saben que hay algo de cierto en sus palabras. Si sientes una pequeña molestia por las palabras de alguien más, en vez de tomarlo como algo personal, procura usar ese comentario como una crítica constructiva. Si se trata de algo que realmente quieres cambiar, habla con la persona a solas y pídele sugerencias para mejorar.
    • Si no se trata de alguien a quien quieras pedirle ayuda, habla con alguien con quien puedas contar para obtener consejos oportunos para mejorar esta área.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Escoger tu reacción ante la ofensa

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  1. [2] [3] El humor tiene tres propósitos fundamentales después de un comentario ofensivo: frustra una ofensa malintencionada, reduce la hostilidad y hace que las personas estén de tu lado.
    • Imagina que organizas una fiesta en tu casa y tu compañero de cuarto dice que los invitados deberían guardar sus abrigos en su habitación, dado que la tuya siempre está muy desordenada. En este caso, ofrece una respuesta ingeniosa, como "Sí, es una buena idea. Podrías pisar el lugar incorrecto en mi habitación y molestar a la serpiente que tengo como mascota".
  2. [4] Si no eres una persona muy bromista o sueles pensar en respuestas horas después, siempre puedes dejar pasar los comentarios. Sinceramente, escoger ignorar una ofensa, ya sea que se trate de un comentario desenfadado o malintencionado, te dará mucho poder. Es como decirle a la persona "Tu comentario no merece mi reacción".
    • Ten en cuenta que puedes ignorar una ofensa solo si es leve. No toleres los comentarios duros u ofensivos. Si una persona lo hace de manera constante, defiéndete.
  3. Las personas tienen opiniones. Si a todos les gustaran las mismas cosas y odiaran lo mismo, el mundo no sería interesante. Si alguien hace un comentario ofensivo que es producto de una diferencia de opiniones, no lo tomes como algo personal. [5] Sin embargo, respetar las opiniones de los demás no significa que sean ciertas para ti, sino que implica reconocer que los demás observan el mundo desde una perspectiva distinta.
    • Un ejemplo para reformular el comentario y reconocerlo como la opinión del otro puede ser pensar de inmediato formas en que otros te hayan descrito al revés. Quizás tu compañero de trabajo te haya dicho que eres perezoso, pero tu pareja siempre elogie tu capacidad de tomar la iniciativa y esforzarte. Tener un ejemplo contradictorio confirma la afirmación de que se trata de la opinión del otro, y no de un hecho.
  4. Si escoges abordar la ofensa, pregúntale a la persona (inmediatamente o más tarde) si pueden hablar en privado. Hacerla a un lado demuestra consideración, en vez de llamar su atención frente a los demás. Dile con calma que sientes que sus comentarios son ofensivos y que quisieras que se detenga de inmediato. Si fuera apropiado, explícale que acudirás a algún tipo de autoridad si no cambia su comportamiento. [6]
    • Una posible respuesta puede ser "Tengo la seguridad de que no fue tu intención, pero me sentí dolido por tu comentario. ¿Podrías dejar de decir X en el futuro?".
  5. Si la persona sigue haciendo comentarios ofensivos a pesar de tu pedido, lleva tu queja al siguiente nivel. Habla con tu profesor, padre, supervisor o cualquier persona de autoridad para informar acerca de los comentarios ofensivos.
    • No sientas culpa por presentar tus reclamos. Recuerda que le has dado oportunidades de detenerse. Si escoge no hacerlo, las consecuencias recaerán sobre esta persona, no sobre ti.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidarte después de recibir una ofensa

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  1. Las ofensas pueden hacerte sentir atacado o que eres el centro de la atención. Esfuérzate por lidiar efectivamente con ellas al tomarte un momento para calmarte. De esta forma, te asegurarás de no devolver la ofensa, lo que podría perjudicar tu reputación. También tendrás tiempo para pensar en la ofensa y determinar el motivo subyacente.
    • La respiración profunda puede ser muy efectiva ante las situaciones de ansiedad o estrés.
    • Para realizar un ejercicio de respiración profunda y desde el diafragma, inhala lento a través de la nariz a la cuenta de cuatro. Nota cómo el abdomen se infla. Contén la respiración a la cuenta de dos. Luego, libera el aire a la cuenta de cuatro. El abdomen se desinflará mientras exhalas. Haz entre seis y ocho ciclos de respiración para alcanzar un mayor estado de calma en situaciones estresantes. [7]
  2. Es normal sentir dolor, incomodidad e incluso vergüenza por un comentario ofensivo. Está bien que te tomes un tiempo para sentir tus emociones. Si bien no debes permitir que te controlen, tampoco debes reprimirlas. Sigue estos pasos como guía al sentir tus emociones.
    • Repítete la situación en tu mente. Limítate a los hechos.
    • Nota lo que sientes. Decide qué emoción describe lo que sientes.
    • Revela la autocrítica. Identifica el diálogo interno negativo que tienes con respecto a la situación o tus sentimientos. Algunos ejemplos incluyen "No debo permitir que me afecte" o "¿Por qué soy tan débil?".
    • Compréndete. Piensa por qué sientes lo que sientes. ¿Tus sentimientos están justificados?
    • Date permiso para experimentar la emoción. Siente tus emociones. Llora. Golpea un osito de peluche. Salta con frustración.
  3. [8] Solo eres un ser humano. No puedes ser perfecto todo el tiempo. Esto tiene dos significados distintos: 1) no estás hecho de acero y, por lo tanto, no eres inmune a las ofensas y 2) hay peculiaridades pequeñas en todos que los demás pueden comentar. En vez de juzgarte o criticar tu reacción ante los comentarios ofensivos, practica la ternura y amabilidad.
    • La manera más sencilla de saber si te demuestras compasión es evaluar cómo tratarías a un amigo en una situación similar. ¿Te enojarías con él por sentirse dolido? ¿O frotarías su brazo y le dirías que todo estará bien? Trátate como tratarías a un amigo cercano.
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Consejos

  • No permitas que nadie te intimide o presione.
  • Vive y deja vivir. Las ofensas no te lastimarán, a menos que lo permitas.
  • No devuelvas las ofensas. ¿Realmente quieres ser ese tipo de persona?
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Advertencias

  • Jamás dudes en recurrir a una autoridad si una persona te ofende de manera constante. Tienes derecho a ir a clases o al trabajo sin tener que tolerar un comportamiento de acoso.
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