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Las limas para metales son herramientas relativamente económicas y efectivas para remodelar y alisar metales y plásticos duros. Además, ofrecen un potencial de alta precisión y muchos años de uso sin problemas. Asegúrate de escoger el tipo de lima adecuado para tu proyecto y mantenla limpia y lubricada. Puedes utilizar una limadura recta, una transversal o una de pulir, dependiendo de si deseas eliminar material, realizar trabajos detallados o alisar una superficie.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Escoger y preparar la lima

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  1. En general, las limas grandes son relativamente ásperas. Dejan un acabado más rugoso, pero eliminan más material. Por el contrario, las limas más pequeñas son más finas. Eliminan menos material, pero dejan un acabado más suave. [1]
  2. Utiliza una lima plana para trabajos de uso general, una cuadrada para agrandar agujeros rectangulares y una redonda para agrandar agujeros redondos. Utiliza una lima triangular en ángulos agudos y una de media caña para suavizar las caras curvas de las ranuras. [2]
  3. Una lima de corte bastardo presenta el mayor grado de aspereza, mientras que una de segundo corte presenta un grado medio de aspereza. Una lima de corte suave es la opción menos áspera. [3]
  4. Para eliminar rápidamente el material, debes escoger una lima de corte doble. Para el acabado, debes utilizar una de corte simple. Debes escoger una escofina para cortes rugosos de materiales blandos y una lima de corte curvo para trabajos de carrocería. [4]
    • Utiliza una lima de corte doble sobre latón, bronce, cobre y estaño. Estos metales duros deben limarse con una lima de corte doble, ya que es lo suficientemente resistente como para soportar el metal o la aleación. [5]
    • Las escofinas se pueden utilizar sobre madera, plomo y aluminio. Esta lima presenta una serie de dientes individuales y produce un corte áspero. [6]
  5. Asegúrate de que la lima que escojas esté completa, en lugar de rota o astillada. Asegúrate de que el mango esté intacto y no flojo. Revisa los dientes para asegurarte de que no estén rotos ni presenten óxido (que debes eliminar antes de utilizar la lima).
    • Remoja la lima en vinagre blanco destilado durante toda la noche para eliminar el óxido. Luego, limpia cualquier residuo y sécala bien antes de utilizarla. [7]
  6. No debe presentar pedazos de metal limado atascados entre los dientes. Si los tiene, debes limpiarlos con un cepillo de alambre rígido, un pedazo de alambre delgado o una hoja de metal. También puedes utilizar un pedazo de madera dura para limpiar la lima. Presiona la madera contra la lima raspándola a lo largo de las ranuras. [8]
    • También debes limpiar la lima con frecuencia mientras trabajas. Trata de detenerte y limpiar la lima cada 15 trazos aproximadamente para evitar que los escombros se fijen. [9]
  7. Frota una cantidad generosa de tiza (o una pequeña cantidad de manteca de cerdo o aceite de uso general) sobre los dientes de la lima. Este procedimiento disminuye las probabilidades de que la lima se obstruya con pedazos de metal en el futuro, reduce la cantidad de polvo metálico al limar y protege la lima.
    • Es probable que desees utilizar guantes al aplicar la tiza, el aceite o la manteca de cerdo a la lima para mantener tus manos limpias.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Utilizar la técnica correcta

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  1. Es importante que asegures la pieza con un tornillo de banco u otra abrazadera para evitar que se mueva mientras limas. Monta el tornillo de banco de manera que la mordaza fija se extienda un poco más allá del borde de la mesa de trabajo y asegúrate de colocar pernos en todos los agujeros de la base del tornillo de banco y asegurarlos con arandelas de seguridad. Luego, coloca la pieza de trabajo en el tornillo de banco de manera que quede soportada por toda la superficie de sujeción. [10]
  2. Evita utilizar un movimiento de ida y vuelta con la lima, ya que podrías dañarla y probablemente también a tu pieza de trabajo. En su lugar, solo debes aplicar presión en el trazo de avance y levantar la lima de la pieza de trabajo en el trazo de retorno.
  3. Para realizar limaduras transversales intensas, agarra el mango con la mano dominante y coloca la palma de la otra mano al final de la lima. Inclina la lima en forma diagonal a la pieza de trabajo y presiona firmemente hacia abajo para que se hunda y corte el metal. Debes realizar movimientos largos y lentos lejos de tu cuerpo. Levanta la lima de la superficie en el trazo de retorno para evitar que se desafile. [11]
  4. Para emplear esta técnica, debes utilizar una lima pequeña en lugar de una grande. Sujeta el mango con la mano dominante y coloca los dedos de la otra mano al final de la lima. Apunta la lima en dirección opuesta a ti y presiónala con firmeza sobre la pieza de trabajo. Haz trazos largos y lentos lejos de tu cuerpo, y lima en una sola dirección, en lugar de ir y venir. [12]
  5. Para emplear esta técnica, debes colocar las manos a cada lado de la lima con un espacio un poco más grande que la pieza de trabajo. Sostén la lima de forma horizontal y realiza movimientos largos y lentos lejos de tu cuerpo con una presión firme. Recuerda aplicar solo presión sobre el trazo hacia adelante y levantar la lima en el trazo hacia atrás. [13]
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Consejos

  • Si planeas limar hierro fundido, ¡asegúrate de eliminar primero las incrustaciones! Estos elementos son muy duros y podrían arruinar rápidamente la lima.
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