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Es posible que no pienses en ello con frecuencia, pero lavarse detrás de las orejas es una parte importante de mantenerse limpio. Lavarse evita que se acumulen restos de cerumen y las costras detrás de las orejas, y evita que los aceites de las entradas obstruyan los poros. Haz que la limpieza sea parte de tu proceso regular de salud y belleza. Limpiarse detrás de las orejas es tan fácil como elegir el producto de limpieza adecuado, incorporarlo en tu rutina de baño o usar hisopos para llegar a esas áreas difíciles de alcanzar.

Método 1
Método 1 de 3:

Elegir un limpiador facial

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  1. La mayoría de las personas simplemente usan un jabón común (el que usan para lavarse el cuerpo en la ducha) para limpiarse detrás de las orejas. [1] Si tienes la piel sensible, usa un jabón espumoso suave como un producto que usarías en el rostro.
    • Usa un limpiador facial con el que estés familiarizado. Si tu cuerpo o rostro lo toleran, probablemente no irrite la piel detrás de las orejas.
  2. Algunas personas son propensas a tener acné afuera y detrás de las orejas. Esto puede deberse a que los aceites de las entradas obstruyen los poros. Lávate con un lavado suave para el acné si eres propenso a tener espinillas detrás de las orejas. [2]
    • Después de limpiarte detrás de las orejas, frota un poco de alcohol en el área afectada con un hisopo. Esto puede ayudar a matar las bacterias que viven en esa área y causan el acné.
  3. Usa un champú para lavarte detrás de las orejas mientras estés en la ducha. Esta es una buena opción si por lo general te olvidas de limpiarte detrás de las orejas. Es fácil recordarlo mientras te lavas el cabello con champú. Crea la suficiente espuma como para limpiarte ahí atrás.
    • Asegúrate de enjuagarte con detenimiento. El champú se puede atorar fácilmente detrás de las orejas. [3]
  4. Los padres deben limpiar detrás de las orejas de sus hijos con regularidad. Asegúrate de usar un producto limpiador que sea seguro y efectivo para los niños. [4] Usa un champú para niños que no genere lágrimas, o un jabón o limpiador seguro para bebés.
    • Los bebés tienen una piel especialmente sensible, así que evita usar cualquier jabón fuerte para lavarlos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Lavarte con agua tibia

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  1. Párate en la ducha y deja que caiga un chorro de agua tibia. Vierte un poco del limpiador en las manos para que se forme bastante espuma. Asegúrate de que el agua esté tibia. No debe estar lo suficientemente caliente como para quemarte la piel.
    • En lugar de ducharte, también puedes lavarte las orejas mientras te inclinas sobre el lavabo del baño. [5]
  2. Enjabona un paño limpio con el jabón espumoso. Frota suavemente la piel detrás de las orejas. [6] Puede ser útil usar una mano para empujar la oreja hacia adelante (¡hazlo muy despacio!) para que tengas más espacio para limpiar en esa zona.
    • Si tienes la piel sensible, trata simplemente de enjabonar el área con la punta de los dedos. Un paño podría ser demasiado fuerte para ti.
  3. Párate sobre el chorro de agua tibia o échate agua tibia en el área para limpiarla. Asegúrate de enjuagar todo el jabón, ya que dejar espuma de jabón detrás de la oreja puede irritar la piel o generar costras.
  4. Usa una toalla limpia y suave para secar bien la piel detrás de la oreja. [7] Seca el área con toques suaves, no la frotes. Sécate dentro de los pliegues de la piel y no tengas miedo de levantar suavemente la oreja hacia adelante para llegar a los espacios pequeños.
    • Si te secas el pelo con una secadora, también puedes secarte detrás de la oreja con la secadora en un ajuste fresco.
  5. Vierte una gota de aceite de árbol de té en una bola de algodón. Limpia suavemente el área detrás de la oreja que acabas de limpiar. Esto te puede ayudar a eliminar cualquier residuo de jabón. [8]
    • Puedes comprar aceite de árbol de té en la mayoría de las farmacias, boticas o en algunas tiendas de alimentos saludables.
    • Si usar aceite de árbol de té te causa enrojecimiento, picazón o dolor, deja de usarlo de inmediato. El aceite de árbol de té puede ser demasiado fuerte para la piel sensible. [9]
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Método 3
Método 3 de 3:

Limpiarte con un hisopo

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  1. Los hisopos pueden ser muy útiles para limpiar los espacios pequeños, como el área detrás de las orejas. También puedes limpiar detrás de las orejas de tu hijo con hisopos (esto se puede hacer con más frecuencia y con mayor facilidad que un baño). [10] Selecciona el limpiador adecuado y humedece ambos lados de un hisopo limpio. Usa un extremo para cada oreja.
  2. Ya sea que estés limpiando tus orejas o las orejas de tu hijo, hazlo con suavidad. Jalar una oreja con fuerza puede causar incomodidad. Haz pequeños movimientos verticales de limpieza para eliminar la suciedad o la costra detrás de las orejas. Limpia en una sola dirección, hacia arriba o hacia abajo, para retirar la suciedad. Limpia cualquier resto visible con un paño, otro hisopo o una bola de algodón.
    • Asegúrate de limpiar dentro de cualquier rincón pequeño o pliegue en la parte exterior de las orejas. [11]
    • Si el hisopo se seca, vuelve a humedecerlo con el limpiador.
  3. No coloques hisopos u otros objetos dentro del oído. A pesar de ser una práctica popular, esto no ayuda a eliminar el cerumen e incluso puede dañar los oídos. [12] Deja la limpieza con hisopos para la parte exterior de las orejas y limpia el interior con peróxido , aceite u otros productos líquidos.
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Advertencias

  • Los profesionales de la salud advierten que nunca se debe poner ningún objeto dentro del oído, incluyendo los hisopos. [13]
  • Deja de usar cualquier producto que te cause dolor, enrojecimiento, sequedad o picazón.
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