Los utensilios de cocina hechos de acero fundido tienen excelentes propiedades de retención de calor, por lo que son una opción ideal para hornear, freír, y dorar alimentos. Cuando se cuida correctamente, el acero fundido brinda una propiedad natural de antiadherente que puede durar por años. Obtén información del cuidado diario de estos utensilios de cocina, lo que hay que hacer cuando se tiene residuos de comida que es difícil de quitar, y cómo devolverle la vida al hierro oxidado o sucio.
Pasos
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Asegúrate de que el acero sea reforzado. El acero reforzado crea un sello sobre el metal que ayuda a prevenir el óxido, y a la vez crea una superficie antiadherente.
- Algunos utensilios de cocina de hierro fundido tienen una capa delgada de refuerzo; lee la etiqueta del producto o pregúntale a un empleado de la tienda para cerciorarte.
- Si ya has tenido utensilios de cocina de hierro fundido antes, y no estás seguro de que vengan reforzados, lo mejor sería tomar medidas para reforzarlo por si las dudas. Lee algún artículo para aprender a reforzar el acero de tus utensilios de cocina.
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Lava el utensilio de cocina con agua tibia. Utiliza un estropajo de plástico para eliminar los residuos de los alimentos. Ten cuidado de no frotar demasiado fuerte, pues se podría levantar el refuerzo del acero. Puesto que la superficie es antiadherente, bastaría con un lavado ligero.
- No uses agua caliente en hierro fundido. Usar agua caliente es abrasivo para la superficie, y podría eliminar la cubierta del refuerzo.
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Seca bien el utensilio. Usa un paño seco y asegúrate de que no se quede agua en ninguna parte, especialmente en el interior del recipiente.
- Para asegurarse que el acero esté bien seco, colócalo sobre una hornilla caliente y deja que se caliente durante unos minutos, así cualquier exceso de agua se evaporará.
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Añade una cubierta al acero usando aceite ligeramente. Humedece una toalla de papel en aceite de oliva o canola y frota sobre la superficie del utensilio. Esto ayudará a sellar el metal asegurándote de que no entre humedad y el hierro se oxide.
- Si utilizas este tipo de utensilios de cocina diariamente, este paso no será necesario. Agrega la cubierta de aceite sólo si estás almacenando los utensilios de cocina por varios días.
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Guarda tus utensilios de acero fundido en un lugar seco. Ten cuidado de no colocar una cacerola mojada sobre algún utensilio de acero fundido.Anuncio
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Frota con aceite y sal. Mezcla aceite de oliva y una cucharada de sal en un plato pequeño. Vierte la mezcla en el utensilio a tratar. Usa una toalla de papel o de otra tela para tallar la sal en la superficie, centrándote en las áreas con la mayor parte del residuo quemado. Continúa hasta que los restos de comida se hayan despegado para después arrojarlos a la basura.
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Limpia la superficie con un trapo aceitado. Toma una toalla de papel o un paño, sumérgelo en el aceite y frota el utensilio hasta que quede limpio.
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Si los residuos de comida se vuelven imposibles de despegar, usa el horno. Coloca los utensilios de cocina dentro de un horno. Enciende el horno a la posición de auto-limpieza, y deja que siga su curso.
- Antes de probar este método, asegúrate de que el utensilio de acero sea reforzado.
- Una vez concluido el proceso, los utensilios de cocina saldrá cubiertos con una capa de ceniza y óxido. No utilices algún utensilio en este estado hasta que hayas seguido las instrucciones de limpieza.
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Prepara una solución de vinagre blanco y agua. Usa un recipiente lo suficientemente grande como para poder contener los utensilios de cocina a tratar. Llena el recipiente a 3/4, vertiendo la solución de agua con vinagre.
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Sumerge los utensilios a tratar dentro de la solución. Deja reposar durante tres o cuatro horas, haciendo comprobaciones a lo largo del proceso. El vinagre debería disolver al óxido.
- Si el óxido no llegara a desaparecer por completo al cabo de cuatro horas, retira la olla de la solución y utiliza un cepillo no metálico para tallar el óxido restante.
- Evita que los utensilios de cocina permanezcan dentro de la solución por más de cuatro horas, ya que el metal comenzará a degradarse.
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Enjuaga los utensilios de cocina y seca completamente. Para asegurarte de que estén completamente secos, caliéntalos usando la estufa o ponlos al horno durante unos minutos.
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Limpia la superficie con un trapo aceitado. Toma una toalla de papel o un paño, sumérgelo en el aceite y frota el utensilio hasta que quede limpio antes de almacenar tus utensilios.
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Deberás reforzar antes de usarlos para cocinar. Debido a que se ha quemado la cubierta de refuerzo, habrá necesidad de reforzar el acero antes de usarlo. De otra forma, su cubierta antiadherente no funcionará y el óxido comenzará a salir.
- Añade una cubierta con aceite de oliva y pon a cocer en el horno a 350 grados durante una hora. Vas a tener que repetir el proceso hasta que el refuerzo haya hecho efecto, sin embargo este método iniciará el proceso.
- Las tiendas que venden hierro fundido suelen ofrecer productos de refuerzo para los utensilios de cocina. Prueba uno de estos productos si no quisieras hacer el proceso de reforzado por ti mismo.
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Consejos
- El hierro fundido despide pequeñas cantidades de metal en los alimentos, lo cual en realidad puede tener un beneficio a la salud de aquellos quieres tienen una deficiencia al hierro.
Advertencias
- No guardes comida en una olla o sartén de acero fundido. Los ácidos de los alimentos harán que el hierro fundido se deteriore.
- No laves los utensilios de acero en el lavavajillas. Los detergentes podrían ser abrasivos para el acero.
Acerca de este wikiHow
Para limpiar utensilios de cocina de hierro fundido, usa una esponja plástica y agua caliente para eliminar la comida. Luego seca el artículo de hierro fundido con cuidado usando un paño de cocina y guardándolo en un lugar seco. Para cerciorarte de que esté seco, colócalo en una hornilla caliente y deja que se caliente, así el agua se evaporará. Si vas a guardar el artículo por más de 1 o 2 días, primero cúbrelo con una capa ligera de aceite de cocina. Para eliminar los residuos pegados, mezcla un poco de aceite y unas cucharas de sal en un plato pequeño, luego usa papel toalla o un paño para restregar la olla de hierro o el plato en cuestión.