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La gravilla del acuario no solo sirve como decoración, sino también como filtro. Debido a ello, tiende a contener todo tipo de suciedad y desperdicios. Limpiar la gravilla también elimina parte del agua del acuario, por lo tanto, la mayoría de las personas que se dedican a este pasatiempo planearán su día de limpieza de la gravilla junto con sus cambios de agua semanales.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Comenzar la limpieza

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  1. Antes de hacer algo en el acuario, deberás desconectar el calentador y apagar el filtro y la bomba. No te preocupes, el proceso de limpieza es rápido, así que tus peces estarán bien.
    • No saques ni a los peces, ni a las decoraciones, ni a las plantas del acuario. [1]
  2. Hay dos herramientas que los dueños de los acuarios utilizarán para limpiar la gravilla.
    • Los sifones de los acuarios generalmente tienen un tubo grueso de plástico, o "sifón", con una manguera fina y flexible conectada a un extremo. Algunos de ellos podrían tener una bola de retención conectada a uno de los extremos.
    • Las mangueras plásticas flexibles también se pueden utilizar para limpiar la gravilla, son ideales para los tanques más chicos.
  3. La cubeta debe estar por debajo del nivel del agua del acuario y servirá para recoger el agua sucia.
  4. Introduce lentamente todo el sifón en el tanque, a fin de que todo el aire salga por el tubo. Cubre el extremo del tubo con tu dedo pulgar y sácalo del tanque, mantén el otro extremo abierto y sumergido. Coloca el extremo cubierto en el interior de la cubeta. Ten en cuenta que si le quitas el dedo, el agua comenzará a fluir y que si lo vuelves a cubrir con el pulgar esta ya no saldrá. [2]
  5. Algunas aspiradoras para acuario tienen una válvula de goma anexada al extremo del sifón. Coloca el extremo del sifón en el interior del acuario y baja el otro extremo del tubo para colocarlo en la cubeta. Tapa el extremo del tubo con el dedo y aprieta la válvula de retención. Suéltala lentamente, pero mantén el otro extremo del tubo tapado. El agua comenzará a llenar el sifón, de manera similar a un gotero o a una jeringuilla. Cuando destapes el extremo del tubo, el agua comenzará a llenar la cubeta. [3]
  6. Este tipo de aspiradoras para gravilla son diferentes a todas las demás. No requieren de una cubeta y, en su lugar, deben ser conectadas a una llave de agua. Simplemente conecta el extremo de una aspiradora de este tipo a tu llave de agua y colócala toda adentro del acuario. Cuando abras el agua, la aspiradora comenzará a funcionar. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Aspirar la gravilla

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  1. Simplemente entiérrala en la gravilla lo más profundo que puedas. Aún deberías estar tapando el extremo del tubo con el pulgar, una vez que lo quites, el agua sucia comenzará a salir.
    • Si la gravilla de tu acuario es muy fina, como por ejemplo arena, no introduzcas la aspiradora hasta el fondo. En su lugar, coloca la entrada justo sobre la superficie de la arena. [5]
  2. Con el extremo del tubo aún en la cubeta, quita lentamente el pulgar del extremo del mismo. Esto comenzará a crear el efecto de aspirado. El agua sucia comenzará a salir por el extremo del tubo y a caer en el interior de la cubeta. La gravilla se sacudirá y se moverá en el interior del tubo.
    • Si usas una aspiradora del tipo de las Phython, simplemente abre la llave de agua a fin de iniciar la limpieza.
  3. El tiempo necesario para que el agua salga limpia dependerá de lo sucio que haya estado tu acuario. Cuando tapes el tubo, la gravilla se volverá a asentar.
    • Si la gravilla comienza a subir demasiado por la aspiradora, simplemente cubre el extremo del tubo y deja que se asiente, luego quita el dedo y deja que el agua comience a salir nuevamente.
    • En el caso de que estés usando una aspiradora tipo Phython, simplemente cierra el agua para detener el proceso de limpieza.
  4. Intenta mantenerla lo más derecha posible, a fin de que la suciedad no vuelva a caer en el acuario.
  5. Vuelve a enterrar el tubo lo más profundo que puedas en la gravilla y destapa lentamente el extremo del tubo. Cuando el agua vuelva a salir limpia nuevamente, tapa la salida del tubo y retira la aspiradora cuidadosamente.
    • Si el acuario tiene algunas cuevas, rocas, troncos y otros recovecos y rincones, asegúrate de prestarles una especial atención. Estas áreas tienden a acumular la mayor cantidad de desechos. [6]
    • Si tu acuario tiene plantas vivas, deja sin tocar un radio de 5 centímetros (2 pulgadas) alrededor de las mismas. A las plantas les encantan los desechos orgánicos. Considera que si los limpias, las plantas no tendrán qué comer. [7]
  6. Sigue aspirando hasta que el nivel del agua esté a dos tercios de su nivel total. Para este momento, habrás limpiado entre un cuarto y un tercio de la gravilla. Esto está perfectamente bien. No querrás limpiar más de eso de una sola vez. La gravilla del acuario alberga una gran cantidad de bacterias buenas y útiles que son importantes para que este se mantenga saludable. [8] Podrás continuar limpiando la gravilla la próxima vez que hagas un cambio parcial de agua.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Concluir la limpieza

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  1. Acabas de eliminar mucha agua sucia y tendrás que reemplazarla. Los peces son sensibles a los cambios de agua, así que la que añadas ahora debe estar a la misma temperatura que la que ya está en el acuario. [9]
    • La mayoría de los acuarios tiene un termómetro, pero si el tuyo no cuenta con uno tendrás que introducir un termómetro de vidrio limpio en el agua.
  2. Asegúrate de que la cubeta nunca haya tenido contacto con químicos o limpiadores. Ten presente que cualquier residuo que haya quedado en ella podría ser extremadamente letal para tus peces. Llena la cubeta con agua a la misma temperatura que la del acuario.
  3. En general, el agua corriente no es segura para usar en un acuario. Utiliza los acondicionadores de agua necesarios para eliminar el cloro y otros químicos nocivos. Puedes comprar estos tratamientos en una tienda de acuarios o en el departamento de peces de una tienda de mascotas.
  4. Estarás usando el sifón al revés para poner el agua en el acuario. La cubeta debe estar por encima del nivel del agua o el sifón no podrá funcionar adecuadamente.
    • Te podría parecer más sencillo volcar el agua directamente, pero esto podría ocasionar que se levante la suciedad y que el agua se enturbie.
  5. Si usas una aspiradora de gravilla con un sifón de plástico, verifica si puedes quitarle el tubo flexible.
  6. Suelta lentamente el tubo y el agua comenzará a fluir hacia el interior del mismo.
  7. Este espacio es importante, los peces necesitan oxígeno y si no lo dejas el agua no obtendrá el suficiente oxígeno para tus peces. [10]
  8. Una vez que tu acuario esté listo, vuelve a acomodar el calentador y reinicia el filtro y la bomba. Toma nota de cuándo limpiaste el acuario y señala en el calendario la fecha en la que volverás a limpiarlo.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Limpiar la gravilla recién comprada

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  1. Esta es la única vez que limpiarás la gravilla, una vez que esté en el acuario solo tendrás que aspirarla. La gravilla alberga una gran cantidad de bacterias buenas y útiles que son benéficas para el acuario y al enjuagarla las eliminarás.
  2. Es necesario lavar la gravilla comprada en la tienda, ya que a menudo contiene polvo y tierra que podría ser dañina para los peces. Si recogiste la gravilla en otra parte, también querrás lavarla. [11]
  3. Cuanto más fina sea la gravilla, más fina tendrá que ser la malla. Asegúrate de no haber usado este escurridor o tamiz para ninguna otra cosa. Además, asegúrate de que el tamiz nunca haya estado en contacto con el jabón o con otros detergentes. Si vas a limpiar arena, considera la posibilidad de usar una tela de algodón en lugar de un tamiz.
  4. Si vas a limpiar una gran cantidad de gravilla, es probable que tengas que separarla en partes más pequeñas. La gravilla debe tener el espacio suficiente dentro del escurridor o del tamiz como para moverse de un lado al otro sin volcarse por los bordes.
  5. Utiliza agua tibia o caliente, esto ayudará a matar a las bacterias. No añadas jabón, detergente o cloro, estos químicos podrían matar a tus peces. [12]
  6. Mueve y agita el escurridor o el tamiz, introduce tu mano en la gravilla y muévela. Sigue haciendo lo anterior hasta que el agua salga limpia. [13]
  7. Cierra el agua y agita el escurridor o el tamiz una última vez a fin de eliminar el exceso de agua. Extiende la gravilla sobre el fondo del tanque. Si todavía te queda gravilla que agregar, repite el proceso de limpieza completo con cada porción que laves.
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Consejos

  • Las plantas vivas son una gran manera de mantener tu acuario limpio y saludable.
  • No aspires toda la gravilla ni la reemplaces completamente de una sola vez. Querrás conservar parte de esas bacterias saludables.
  • Considera la posibilidad de limpiar la gravilla cuando realices los cambios de agua semanales.
  • Asegúrate de que tus manos estén bien lavadas antes de limpiar el acuario. No uses ni cremas ni joyas.
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Advertencias

  • Nunca uses jabón, detergentes o cloro para limpiar el acuario, la gravilla o las decoraciones. [14]
  • Nunca uses nada que haya estado en contacto con jabón, detergentes o cloro para limpiar el acuario, la gravilla o las decoraciones, en su lugar esteriliza todo lavándolo con agua caliente. [15]
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Cosas que necesitarás

  • cubeta
  • gravilla, aspiradora, sifón, tubo de goma

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