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Las llantas de aleación (llamadas "rines" en algunos países) tienden a ser más duraderas que sus contrapartes de metal puro. Sin embargo, aún es importante que las limpies con regularidad para evitar la corrosión dañina y mantenerlas en su mejor aspecto. Las soluciones de limpieza comerciales o domésticas simples deberían funcionar bien para que reciban un mantenimiento básico. Sin embargo, para solucionar problemas más difíciles como la grasa y la oxidación, vas a necesitar algo más reforzado (por ejemplo, un producto limpiador para hornos). Una vez que las llantas queden limpias, debes asegurarte de aplicar una capa de sellador protector para que preserve su brillo impecable durante muchos kilómetros más.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Escoger el producto limpiador correcto

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  1. Para deshacerte del tipo de suciedad que normalmente se acumula después de unas cuantas horas de manejo, todo lo que necesitas es un limpiador básico en aerosol. Asegúrate de escoger un producto que esté diseñado específicamente para su uso en llantas de aleación. Una sola botella debe proporcionarte suficiente producto para 3 o 4 usos individuales. [1]
    • La aplicación de un limpiador para llantas estándar podría dañar las llantas de aleación.
  2. Este producto es lo suficientemente potente como para atravesar manchas de aceite, óxido, agua, minerales, y muchas otras sustancias difíciles de eliminar. Después de aplicarlo, vas a notar que incluso los problemas más persistentes se disuelven en unos cuantos minutos. [2]
    • Puedes conseguir una lata de limpiador para hornos en cualquier supermercado o farmacia a un precio muy accesible.
    • La misma potencia que hace que el limpiador para hornos sea tan efectivo también lo convierte en un irritante potencial. Asegúrate de utilizar guantes gruesos y protección para los ojos. Además, debes realizar la limpieza en un espacio bien ventilado. [3]
  3. Si buscas una alternativa económica a las soluciones químicas agresivas, puedes verter un poco de vinagre blanco destilado o jugo de limón en una botella de aerosol y aplicarlo de la misma manera que lo harías con un producto comercial estándar. Los ácidos naturales de estas sustancias atravesarán la mayoría de la suciedad más difícil. [4]
    • Otro beneficio del uso de limpiadores naturales (como el jugo de limón o el vinagre) es que no tendrás que preocuparte por que dejen marcas sobre la superficie de la llanta como lo hacen los limpiadores químicos concentrados.
    • Si las llantas se encuentran especialmente sucias, considera la posibilidad de extraerlas y remojarlas en el limpiador doméstico de 10 a 20 minutos.

    Advertencia: debes tener en cuenta que los remedios caseros como el vinagre y el jugo de limón son soluciones de boca a boca y no constituyen productos probados a fondo. [5]

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Parte 2
Parte 2 de 3:

Emplear un limpiador de manera efectiva

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  1. Tómate unos minutos para darle a las llantas un enjuague preliminar y eliminar el exceso de polvo de frenos o la suciedad seca. Asegúrate de que el agua haga contacto con cada parte de la llanta, incluida la superficie interior alrededor del barril. [6]
    • La instalación de la manguera con un accesorio de presión o una boquilla ajustable facilitará la expulsión de pedazos de residuos atascados.
    • Si no cuentas con un accesorio de presión, puedes colocar el pulgar sobre la abertura de la manguera para crear una corriente más concentrada e incrementar la potencia de la pulverización.
  2. Aplica una cantidad generosa de producto en el cubo central de la llanta, además de los componentes periféricos (por ejemplo, los radios). Debes buscar soluciones adicionales según sea necesario alrededor de las áreas en las que la acumulación es más pesada. [7]
    • Debes mantener tu distancia después de aplicar un limpiador para hornos para minimizar tu exposición a vapores tóxicos.
    • Si las llantas presentan cubiertas plásticas de cubo, no te olvides de retirarlas antes de rociar el limpiador.
  3. A medida que se asienta, comenzará a atravesar la mugre adherida. Para hacer un uso más eficiente de tu tiempo, debes rociar todas las llantas a la vez. Luego, frótalas y enjuágalas una por una. De esta manera, el producto tendrá mucho tiempo para hacer efecto cuando llegues a la siguiente llanta en línea.
  4. Mueve el cepillo en círculos pequeños sobre la superficie de las llantas. El movimiento de las cerdas hará que la suciedad restante se desprenda de inmediato con poco esfuerzo. Debes concentrarte en las áreas empotradas (como los radios y los tornillos de las llantas), donde la mayor parte de la suciedad tiende a acumularse. [8]
    • Puedes conseguir un cepillo de pulido a un bajo precio en una tienda local de autopartes, o el pasillo de cuidado de automóviles de un supercentro.
    • Limpia el cepillo en un balde de agua tibia cada dos minutos, o cada vez que notes que se ensucia.

    Consejo: si no logras encontrar un cepillo de pulido adecuado, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo, ya que sus características (mango largo, cabezal estrecho y cerdas suaves y flexibles) son perfectas para limpiar áreas difíciles de alcanzar.

  5. Utiliza una manguera para eliminar el producto restante o la suciedad disuelta alrededor de la llanta. Cualquier rastro de producto podría secarse y convertirse en un residuo antiestético o incluso causar corrosión. [9]
    • Si la manguera cuenta con una boquilla ajustable, debes configurarla como un abanico ancho o un aerosol para conseguir una mejor cobertura.
    • Para asegurarte de que la llanta quede completamente limpia, debes continuar rociándola hasta que el agua salga limpia.
  6. Pasa el paño sobre la llanta de arriba abajo para absorber el agua estancada. Debes secar las llantas limpias a mano para evitar que se formen rayas o manchas de agua sobre su superficie. [10]
    • La microfibra es tu mejor opción, ya que es más suave y absorbente que otros materiales. Un paño más áspero también podría dejar pequeños rayones sobre las llantas si no tienes cuidado.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Proteger las llantas limpias con un sellador

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  1. Debes acudir a una tienda local de autopartes para comprar una lata pequeña de sellador. Asegúrate de que el producto que consigas esté diseñado específicamente para su uso en llantas de aleación. Una vez aplicado, este producto forma una barrera protectora que dificulta que la suciedad y los residuos se adhieran a las llantas. [11]
    • Los selladores sirven como una barrera contra la suciedad, la grasa, el polvo de frenos, el alquitrán y otras sustancias que comúnmente se encuentran en las carreteras y que podrían estropear la apariencia de las llantas.
    • Los selladores para llantas están disponibles en forma de aerosol y cera.
    • Una sola lata de sellador o cera debe proporcionarte lo suficiente para realizar de 5 a 10 aplicaciones.

    Consejo: debes escoger un sellador de alto brillo para que las llantas tengan un aspecto aún más brillante y fresco.

  2. Toma un pegote de sellador del tamaño de una moneda de diez centavos con una almohadilla de pulido y luego frótala directamente sobre el cubo, el barril y los radios centrales. Debes esparcir el sellador realizando círculos pequeños y suaves hasta que se aclare y no se formen rayones ni remolinos visibles. [12]
    • Si vas a utilizar un sellador en aerosol, debes mantener la lata a 13 o 15 cm (5 o 6 pulgadas) de distancia de la llanta y rociar una capa uniforme de arriba abajo y de izquierda a derecha.
    • También puedes utilizar una esponja automotriz suave o un paño de microfibra si no tienes una almohadilla de pulido a la mano.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Chad Zani

    Experto en limpieza detallada de automóviles
    Chad Zani es el director de Franchising at Detail Garage, una compañía de limpieza detallada de automóviles con varias sedes a lo largo de Estados Unidos y Suecia. Chad reside en Los Ángeles, California, y usa su pasión por el cuidado de automóviles para enseñarles a otros cómo hacerlo a medida que su empresa crece en todo el país.
    Chad Zani
    Experto en limpieza detallada de automóviles

    Nuestro experto señala: ya sea que hayas usado un limpiador o un abrillantador de metales, necesitas aplicar sellador. El sellador protege los neumáticos y repele la tierra, así como cualquier avería del esmalte. Usar abrillantador y sellador puede hacer que los neumáticos luzcan completamente nuevos.

  3. Durante este tiempo, el sellador se absorberá parcialmente sobre la aleación para protegerla desde el interior. Evita tocar el sellador a medida que se seca, ya que su cobertura y su efectividad general podrían reducirse si se corre. [13]
    • Debes trabajar al aire libre o en un garaje abierto para promover el flujo de aire y ayudar a que el sellador se asiente más rápido.
  4. Debes pasar el paño sobre la superficie de cada llanta formando círculos pequeños para eliminar el exceso de sellador y pulir el metal por debajo hasta que quede impecable y reluciente. Una vez que las llantas presenten un acabado brillante y uniforme, estarás listo para salir a la carretera con estilo. [14]
    • Utiliza un lado del paño de microfibra para limpiar el sellador persistente. Luego, dóblalo y utiliza el otro lado para pulirlo.
    • No te olvides de pulir también las llantas y la sección entre los radios lo mejor que puedas.
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Consejos

  • Debes adoptar el hábito de limpiar las llantas de aleación cada 1 o 2 semanas (o con la frecuencia que sea necesaria) para evitar que la suciedad se convierta en un problema.
  • Para llevar a cabo una limpieza más intensiva, probablemente sea necesario extraer las llantas por completo para que tengas un acceso sin obstáculos a cada superficie principal.
  • Después de limpiar las llantas, debes lavarte las manos con agua tibia y jabón para eliminar todo rastro de suciedad, grasa o productos de limpieza.
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Advertencias

  • Nunca utilices cepillos de cerdas duras o lana de acero para restregar las llantas, ya que estos elementos pueden provocar rayones profundos y permanentes.
  • Evita inhalar los vapores de los limpiadores y los selladores que utilices, ya que te podrían irritarte la piel o las vías respiratorias.
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Cosas que necesitarás

Escoger el producto limpiador correcto

  • un limpiador especial para llantas de aleación
  • un limpiador para hornos espumoso
  • vinagre blanco destilado o jugo de limón (opcional)
  • una botella de aerosol (opcional)

Emplear un limpiador de manera efectiva

  • una manguera de jardín
  • un cepillo de mando largo y cerdas suaves
  • una toalla de microfibra
  • un accesorio de alta presión o una hidrolavadora (opcional)
  • un cepillo de pulido separado o un cepillo de dientes (opcional)

Proteger las llantas limpias con un sellador

  • sellador o cera para llantas de aleación
  • una almohadilla o una esponja de pulido
  • un paño de microfibra

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