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Las persianas de todos los tipos acumulan polvo al igual que el resto de las cosas al interior de la casa. El polvo a menudo se endurece en las persianas debido a la exposición al sol. Intenta limpiarlas en casa con algunos limpiadores simples y un poco de ingenio para evitar el costo y molestia que implica enviarlos a la tintorería.

Método 1
Método 1 de 3:

Limpiar las persianas mientras están colgadas

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  1. Cierra las persianas. Usando el accesorio de cepillo de la aspiradora o una aspiradora de mano, aspira suavemente un lado de las persianas. Abre totalmente las persianas, de manera que el lado opuesto de las persianas esté mirando hacia ti. Ahora aspira el otro lado. [1]
    • Puedes aspirar persianas hechas de cualquier material.
  2. Evita usar un plumero, el cual solo desprende el polvo en el aire. En su lugar, usa un paño de microfibra, trapo o incluso un calcetín viejo. Sostenlo firmemente en una mano y con la otra agarra suavemente cada persiana y frota el paño a lo largo de la parte de adelante y de atrás de la persiana. [2]
    • Desempólvalas cada una o dos semanas para mantenerlas limpias.
    • Si las persianas están particularmente sucias, usa un limpiador multipropósito cuando las desempolves.
  3. Combina partes iguales de agua tibia y vinagre en un bol. Humedece un trapo, calcetín o paño de microfibra en la solución de vinagre y agua y exprímelo. Aprieta suavemente cada persiana entre el paño y tu otra mano, limpiando la parte de adelante y de atrás simultáneamente. También puedes ponerte el calcetín en la mano y frotar cada tira entre el pulgar y los dedos. [3]
    • Esto funciona con persianas de metal, plástico, piel y madera de verdad.
    • Evita humedecer demasiado las persianas de madera y sécalas suavemente con una toalla limpia si están mojadas luego de limpiarlas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Remojar las persianas en la bañera

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  1. Cierra las persianas antes de quitarlas para que sea más fácil. Si tienes varios juegos que vas a limpiar en el mismo día, etiquétalas ligeramente en la parte inferior utilizando un lápiz. Borra el lápiz luego de que las hayas vuelto a colgar.
    • Nunca remojes persianas de tela o madera.
  2. Llena la tina hasta que haya unos 15 cm (seis pulgadas) de agua cubriendo el fondo. Añade de tres a seis gotas de jabón líquido para platos. También puedes añadir una taza (240 mL) de vinagre si las persianas están realmente sucias.
  3. Añade de 3 a 4 cucharadas de lejía al agua caliente de la tina. No añadas jabón para platos o vinagre. Ponte guantes al trabajar con lejía y mantén alejados a los niños y mascotas de la tina.
  4. Sacude el agua alrededor de las persianas para agitar el jabón y el agua. Usa un cepillo suave, una esponja o un trapo para frotar las persianas si están muy sucias. Déjalas remojar durante aproximadamente una hora. Luego de una hora, vacía la tina y enjuaga bien todo el jabón de las persianas. [4]
    • Esto funcionará con las persianas de piel, madera y de metal.
  5. Luego de enjuagar las persianas, dales una sacudida suave para quitar el agua sobrante. Colócalas sobre toallas limpias y sécalas dando palmaditas. Luego, vuélvelas a colgar con cuidado y déjalas secar bien al aire estando abiertas.
    • Repite los métodos de remojo y secado para todos los juegos de persianas que necesites limpiar.
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Método 3
Método 3 de 3:

Lavar las persianas afuera

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  1. Sigue las indicaciones para hacerlo que están más arriba. Luego, lleva las persianas afuera y colócalas en una lona o una cortina de baño vieja. Puedes ponerlas en el césped o en la entrada de coches.
    • Elige este método si las persianas son demasiada grandes para la tina.
  2. Sé delicado al rociar y trata de no empapar las persianas. Si tienes las persianas abiertas, solo necesitas rociarlas una vez. Si están cerradas para tener estabilidad, voltéalas luego de rociar un lado.
  3. Pon la solución de agua y vinagre en un trapo, calcetín viejo u otro paño de limpieza, y frota ambos lados de cada tira. Usa jabón biodegradable si no quieres usar vinagre afuera. Enjuaga las persianas con la manguera.
  4. Coloca las persianas en algunas toallas para secar el agua sobrante. Colócalas en una parte limpia del pasto, de preferencia sobre toallas secas para dejar que se sequen al aire. También puedes acomodarlas con cuidado sobre una barandilla de cubierta o una cerca para dejarlas secar al aire. Vuélvelas a colgar con cuidado en tu casa una vez que estén secas. [5]
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