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El mantenimiento habitual de un saxofón mantendrá en buenas condiciones tanto a ti como al instrumento, y puede ayudar a prevenir reparaciones costosas. Limpiar un saxofón es un proceso relativamente simple, siempre y cuando tenga la forma estándar de media campana. Un equipo de limpieza de saxofón es una buena inversión que te ahorrará mucho tiempo y esfuerzo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Limpiar el interior

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  1. La mayoría de los equipos de limpieza de saxofón vienen con un cepillo o un paño en una cuerda larga con peso en el otro extremo. Coloca el extremo con peso en la campana del saxofón y da vuelta este último. Pasa el extremo con peso por el cuerpo y que salga por el extremo angosto. Pasa suavemente la cuerda por el cuerpo varias veces. [1]
    • Esta limpieza ayuda a secar el interior del saxofón para que las almohadillas no se dañen, a evitar el crecimiento de bacterias y quitar cualquier acumulación de partículas de comida, bebida o saliva en el instrumento. [2]
    • Es normal ver un color ligeramente verde en la almohadilla después de varias pasadas. Esto no indica signos de óxido ni daños en el metal. [3]
  2. Inserta un hisopo flexible por la abertura más grande de la base en el cuello, y que salga por el lado más angosto donde está fijado el corcho. Frota bien el interior para quitar cualquier partícula extraña.
    • También puedes echar agua en el cuello; solo asegúrate de que el agua no entre en contacto con el corcho, ya que puede hincharse y deformarse. [4]
    • Mojar el interior con vinagre o cepillarlo con detergente puede ayudar a quitar el exceso de acumulación. [5]
  3. Estos son útiles para quitar cualquier humedad residual. Asegúrate de usarlos "después" de la primera limpieza. Inserta el limpiador por el extremo angosto del cuerpo. Deja que absorba la humedad por unos segundos, y luego sácalo. [6]
    • Algunos fabricantes hacen productos similares, como "cepillos para campana" o "limpiadores de cuello" para otras partes del saxofón. También puedes usarlos si los tienes, pero no son necesarios para el mantenimiento habitual de un saxofón.
  4. Revisa si hay teclas pegajosas mientras tocas el saxofón, y observa debajo de ellas para ver si hay algún desgaste. Usa hisopos de algodón húmedos o una pieza de fina de papel para limpiar por la zona donde las teclas se unen con el tono, y quita cualquier residuo pegajoso. Un poco de agua limpia es suficiente para hacer la tarea.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar la boquilla

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  1. Limpia el interior de la boquilla. Deberás limpiar la boquilla con frecuencia, ya que siempre entra en contacto con la boca. Comienza quitando la caña, y luego usa un cepillo para boquilla para quitar los residuos dentro de la misma. Puedes sustituir el cepillo para boquilla con un cepillo para botellas o incluso un cepillo de dientes pequeño. Moja la boquilla con agua fría o tibia, y luego pásale un paño limpio y sin pelusas para secar y quitar las partículas que no quitó el cepillo. [7]
    • Remojar las boquillas en enjuague bucal antiséptico o detergente es muy útil cuando están muy sucias. [8]
  2. Si quieres rescatar una boquilla de goma o resina que tenga marcas, usa papel de lija o una lima de uñas. Comienza con el grano más áspero para quitar el raspón. Continúa con granos más finos para suavizar la boquilla. [9]
  3. El aire tibio que soplas hacia el saxofón contiene saliva, lo que crea un espacio húmedo en el que se acumulan bacterias y hongos, como así también partículas de comida que dañan al instrumento. [10] Limpia bien la caña después de cada uso con una toalla limpia o un hisopo de algodón. Esto evitará que las bacterias y los químicos se endurezcan. [11]
  4. Moja las boquillas muy sucias con agua y una pequeña cantidad de detergente o vinagre de malta. [12] Las cañas pueden mojarse un poco con líquidos antibacterianos como alcohol, enjuague bucal o peróxido de hidrógeno suave. [13] Deja que la caña se seque antes de volver a usarla.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Finalizar la limpieza

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  1. Puedes usar un paño de pulido con laca de latón. [14] Si quieres, añade una pequeña cantidad de cera para muebles en aerosol. [15] Evita usar paños húmedos, toallas de papel o cualquier otro producto de limpieza que no esté hecho específicamente para el cuidado de instrumentos de latón.
  2. Puedes ajustar de manera segura los tornillos sueltos, pero ten cuidado de no rotarlos de más. [16]
  3. Los hisopos especiales, los limpiadores de almohadillas y los cepillos de campanas pueden limpiarse a mano con una pequeña cantidad de jabón. Deben durar muchos años si se limpian con frecuencia. [17]
  4. Debe verse, sentirse y sonar perfecto. Si tienes dudas, consulta con un profesional.
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Consejos

  • Limpia el saxofón cada vez que lo toques. Dejar el saxofón húmedo aumentará la probabilidad de que se formen hongos, óxido y acumulación de residuos.
  • Se recomienda al menos tener dos limpiadores para el saxofón, uno para el cuello y otro para el cuerpo.
  • El saxofón es un instrumento delicado. Recuerda tratarlo con cuidado. No fuerces nada. Nunca uses materiales potencialmente corrosivos.
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Advertencias

  • No intentes lubricar, quitar abolladuras, reemplazar almohadillas o usar productos para quitar rayones en el acabado del saxofón. Deja que a estas cosas las trate un profesional. Si tienes un instrumento alquilado, en la mayoría de los casos estos servicios se realizan de forma gratuita.
  • Nunca trates de aplicar aceite para teclas en el saxofón o cualquier otro instrumento de viento. Si necesitas que las teclas se lubriquen, lleva el saxofón a un profesional.
  • Nunca pongas el saxofón en agua. Si lo haces se pueden arruinar las almohadillas y el corcho.
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