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Una chimenea a gas puede constituir un aditamento agradable para el hogar, ya que brinda calidez y un buen foco de atención a una habitación. Por supuesto, este elemento suele ensuciarse con el paso del tiempo, en especial debido al uso continuo. Puedes tomarte unos minutos cada mes para limpiar bien el interior y el exterior de la chimenea y evitar acumulaciones problemáticas. Además, solo necesitas un poco de esfuerzo para mantenerla como nueva.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Limpiar las piezas individuales

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  1. Antes de comenzar a limpiar la chimenea, debes asegurarte de colocar la válvula de gas en la posición de apagado. Si dejas el gas en funcionamiento, podrías causar una fuga peligrosa dentro de la casa. [1]
    • Por lo general, la válvula de gas se encuentra sobre la pared junto a la chimenea.
    • Debes esperar unos minutos hasta que todo el gas haya salido de la tubería de la chimenea.
    • También debes esperar hasta que todos los componentes de la chimenea se encuentren fríos antes de comenzar el proceso de limpieza.
  2. Debes retirar los leños de la chimenea y extraerlos para limpiarlos. Utiliza una brocha suave para eliminar la suciedad o los escombros. Debes cepillar suavemente para evitar dañar los leños frágiles. [2]
    • Asegúrate de examinar cada leño para detectar indicios de corrosión (por ejemplo, grietas, rajaduras o quemaduras) antes de devolverlos a la chimenea para utilizarlos nuevamente.
    • Al colocar los leños de vuelta, debes ubicarlos exactamente como estaban. Evita reordenarlos, ya que los leños están diseñados y organizados de cierta manera para producir los mejores resultados.
  3. Extrae cada piedra de la chimenea y colócala sobre una toalla vieja. Utiliza una aspiradora con un accesorio de manguera para limpiar cada piedra de manera individual. Con este procedimiento, debes absorber toda la suciedad suelta o la que se haya asentado sobre las piedras. [3]
    • Si algunas de las piedras volcánicas son demasiado pequeñas como para que las aspires sin succionarlas, debes colocar un pedazo de estopilla sobre la boquilla de la aspiradora y asegurarla con una banda elástica.
    • También puedes utilizar la manguera de la aspiradora para limpiar alrededor del conducto de ventilación del intercambiador de calor.
    • Utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar cualquier acumulación de hollín.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar la chimenea

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  1. Debes utilizar una aspiradora con un accesorio de manguera para limpiar el interior de la chimenea. Coloca el accesorio en el interior y enciende la aspiradora. Debes buscar telarañas y pelusas que puedas eliminar con la aspiradora. [4]
    • Este procedimiento te ayudará a eliminar el polvo y los escombros del interior de la chimenea.
    • Envuelve la manguera de la aspiradora con trapos viejos y cinta para ductos para que no se ennegrezca ni se ensucie.
  2. Debes conseguir un producto para limpiar la cubierta de vidrio de la chimenea. Rocía el limpiador sobre un paño seco y frótalo con un movimiento circular sobre el vidrio. Si el vidrio se encuentra demasiado sucio, puedes rociar el limpiador directamente sobre este y frotarlo con papel periódico. Una vez que hayas logrado los resultados deseados, debes dejar que el vidrio se seque por completo antes de encender el fuego. [5]
    • Puedes conseguir un producto limpiavidrios para chimeneas en cualquier tienda de mejoras para el hogar.
    • No debes utilizar un producto limpiavidrios común (por ejemplo, uno de la marca Windex) para llevar a cabo esta tarea, ya que los ingredientes en este tipo de limpiadores pueden provocar reacciones adversas a los depósitos de carbón que se acumulan sobre el vidrio de la chimenea.
  3. Utiliza un paño limpio y húmedo para limpiar cualquier exceso de hollín o suciedad que se haya acumulado con el tiempo. Después de cada limpieza, asegúrate de enjuagar el paño con agua tibia para mantenerlo limpio. [6]
    • Debes utilizar solo agua para limpiar el interior de la chimenea. Evita utilizar un limpiador que contenga productos químicos fuertes que puedan reaccionar mal con el calor de la chimenea.
  4. Toma un paño suave y humedécelo en agua tibia. Utiliza el paño para limpiar el marco exterior de la chimenea. Asegúrate de enjuagar el paño de manera continua para eliminar el hollín y la suciedad, de manera que no los vuelvas a aplicar sobre la chimenea. [7]
    • Sin importar el tipo de material (mármol, latón, oro, piedra, etc.), el agua debe ser suficiente para eliminar la suciedad sobre la parte exterior de la chimenea si la limpias con regularidad.
  5. Si necesitas algo más potente debido a una acumulación de polvo u hollín, trata de utilizar un detergente lavavajillas suave. Vierte una pequeña cantidad de detergente en un recipiente con agua tibia y revuelve hasta que la mezcla se vuelva espumosa.
    • Humedece un paño suave en la mezcla espumosa para limpiar suavemente la suciedad que se ha formado en el exterior.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Prevenir daños

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  1. Para asegurarte de que la chimenea continúe funcionando correctamente por muchos años más, debes examinar todas las piezas con regularidad. Echa un vistazo a la junta para asegurarte de que no presenta grietas ni roturas. [8]
    • También debes examinar el conducto de ventilación exterior de la chimenea para detectar cualquier residuo que pueda ocasionar un problema. A menudo, la acumulación de hojas y los nidos de las aves se vuelven problemáticos en los conductos de ventilación de la parte exterior de la chimenea.
  2. Este manual proporciona instrucciones detalladas sobre cómo limpiar y cuidar la chimenea a gas. Es importante que sigas estas pautas incluso si planeas llevar a cabo el cuidado y el mantenimiento tú mismo. [9]
    • Si no sigues las instrucciones del manual del propietario, es probable que termines anulando la garantía del fabricante.
  3. Un profesional capacitado debe examinar la chimenea a gas anualmente. Este procedimiento ayuda a garantizar que la chimenea funcione de manera correcta y que la posibilidad de daños se reduzca. Además, este especialista examina todas las piezas (incluidos los leños y las piedras volcánicas) para asegurarse de que funcionen correctamente. También puede determinar si existen fugas en la tubería y si los niveles de presurización son exactos. [10]
    • La mayoría de los trabajadores de mantenimiento general o del servicio de reparación de viviendas se consideran calificados para examinar chimeneas. Sin embargo, un especialista en instalaciones de climatización sería la mejor opción.
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Cosas que necesitarás

  • una brocha
  • una aspiradora con un accesorio de manguera
  • un limpiavidrios para chimeneas
  • un paño limpio
  • un detergente lavavajillas suave
  • guantes
  • una mascarilla protectora
  • gafas de seguridad
  • ropa de trabajo

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