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Limpiar una quemadura es complicado, pero puedes hacerlo tú mismo si esta es leve. Existen 4 niveles de intensidad cuando de quemaduras se trata: primero, segundo tercer y cuarto grado. Si ya has identificado que la quemadura es de primer o segundo grado y no cubre un área extensa del cuerpo, probablemente puedas limpiarla y vendarla. Todas las quemaduras de tercer grado y cualquiera que cubra una porción extensa del cuerpo, deben ser examinadas por un doctor de inmediato. Una quemadura de cuarto grado debe ser tratada en una sala de emergencias. Si no estás seguro del grado, debes ver a un doctor para recibir tratamiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Determinar la gravedad de la quemadura

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  1. Las quemaduras de primer grado son las menos graves. Se caracterizan por enrojecimiento, inflamación y dolor que va de leve a moderado. Estas quemaduras son muy comunes y son el resultado del contacto breve con algo caliente (como una estufa, un sartén caliente o el sol). Las quemaduras de primer grado solamente afectan la capa más externa de la piel y pueden ser tratadas, casi siempre, en casa. [1]
    • Los síntomas de los que debes cuidarte incluyen:
      • piel enrojecida que duele al contacto
      • piel que hormiguea
      • piel seca al contacto
      • hinchazón leve
    • Las quemaduras muy severas causadas por el sol o cualquier quemadura de primer grado que cubra un área extensa del cuerpo, debe ser atendida por un doctor.
  2. Estas dañan también la segunda capa de la piel. Estas quemaduras son el resultado de un contacto más prolongado con artículos calientes o la exposición al sol por mucho tiempo. Muchas de las quemaduras de segundo grado pueden ser atendidas en casa. Además de los síntomas de las quemaduras de primer grado, las características de estas incluyen: piel enrojecida, llagas y dolor que va de leve a severo. [2]
    • Sin embargo, debes buscar atención médica de inmediato en los siguientes casos:
      • Tienes una quemadura de segundo grado en manos, pies, ingle o cara.
      • La quemadura resulta en llagas severas.
      • La quemadura cubre grandes porciones del cuerpo.
  3. Estas quemaduras destruyen las capas internas y externas de la piel. También podrían o no causar mucho dolor, pero el dolor durante la recuperación normalmente es más fuerte que con quemaduras más leves. Las quemaduras de tercer grado ocurren cando la fuente de calor penetra varias capas de la piel. Son graves y no deben ser atendidas en casa. Si tienes una quemadura de tercer grado, es crucial que vayas a un hospital lo antes posible. [3]
    • Los síntomas que podrías notar, incluyen:
      • piel roja o blanca
      • coloración que no es afectada al aplicar presión
      • ausencia de llagas
      • tejido destruido
    • Las quemaduras de tercer grado son increíblemente susceptibles a infecciones. Es importante que no la toques o intentes tratar esta quemadura tú mismo. En lugar de eso, busca atención médica de inmediato.
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    Busca tratamiento inmediatamente para las quemaduras de cuarto grado. Estas son muy serias y es muy probable que la persona que tenga una, entre en un estado de conmoción. Estas quemaduras destruyen las capas de la piel y los tejidos inferiores, como los músculos y los tendones. Presentan una situación de emergencia que requiere atención médica inmediata.
    • Es muy probable que la persona no sienta dolor al principio, ya que entrará en un estado de conmoción. Después, su recuperación será muy dolorosa.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Desinfectar y proteger la quemadura

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  1. Lávate las manos . Mójate las manos con agua caliente y aplícate jabón. Frótalas y asegúrate de lavarte las palmas por arriba y por abajo, todos los dedos y las muñecas. Enjuágate las manos con agua tibia. [4]
    • No es necesario usar jabón antibacterial. Cualquier jabón funcionará igual.
  2. Coloca la parte quemada bajo el chorro de agua fría para ayudar a enfriar la piel y reducir el dolor. Aplica un poco de jabón sobre el área con movimientos suaves y circulares. Enjuaga la quemadura con agua tibia y da golpecitos suaves con una toalla para secarla. Lávate la quemadura con agua y jabón para prevenir infecciones graves. [5]
    • Cualquier tipo de jabón puede funcionar en este caso. Si es posible, elige un jabón sin aroma para reducir la irritación. No es necesario que sea antibacterial.
    • Es importante que retires cualquier joya que pueda obstruir el flujo de sangre al área quemada antes de lavarla.
  3. Aplica una capa delgada del ungüento antibiótico que prefieras en el área afectada. Este puede ayudar a prevenir infecciones futuras y mantener la piel hidratada. [6]
  4. Si tienes dolor, aplícate aloe vera para suavizar la piel, pero únicamente si tienes una quemadura de primer o segundo grado. Solo una capa delgada de gel de aloe vera o un poco tomada directamente de la planta, puede ayudar a aliviar las molestias. [7]
    • También puedes tomar ibuprofeno u otro antiinflamatorio sin receta para reducir el dolor y la hinchazón.
  5. Las llagas abiertas son propensas a infecciones. Tu cuerpo las sanará con el tiempo. No abras ni revientes ninguna llaga resultado de una quemadura, ya que esta protege a la piel y la mantiene estéril. Si una llaga se revienta por sí sola, limpia cuidadosamente el área con agua y jabón. [8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cubrir la quemadura con gasa

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  1. Si la quemadura es de primer grado y no tienes llagas o heridas abiertas, probablemente no necesites aplicar vendas. Si tienes heridas abiertas o expuestas o si tienes una quemadura de segundo grado, debes envolverla en una gasa limpia y estéril para evitar infecciones. [9]
  2. Al sanar la quemadura, desarrollarás una capa nueva de piel. Para prevenir que esta piel nueva se pegue a la gasa, es importante aplicar siempre una capa delgada de ungüento entre la piel y la gasa. Puedes usar ungüento antibiótico, gel de aloe vera o algún ungüento especialmente formulado para quemaduras. [10]
    • El ungüento funciona como barrera lubricante entre la quemadura y la gasa, así que cualquiera de estos productos sirve. No es necesario que el ungüento contenga antibióticos para que sea efectivo.
  3. Después de aplicar el ungüento, cubre suavemente la quemadura con 2 o 3 capas de gasa. Usa cinta adhesiva médica para mantenerla en su lugar. Ten cuidado de no dejar el vendaje muy apretado o muy flojo. [11]
    • Haz lo posible para mantener seco el vendaje. Puedes colocar una bolsa de plástico encima al bañarte.
    • Si la gasa se moja o se ensucia, cámbiala.
  4. Cámbiate la gasa 2 o 3 veces al día. Alrededor de la misma hora todos los días, retira suavemente la gasa. Aplica más ungüento y envuelve la quemadura con vendaje nuevo. Si la gasa se pega sobre la herida, mójala con solución salina estéril y retírala cuidadosamente sin dañar la piel debajo. [12]
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Cosas que necesitarás

  • agua y jabón
  • ungüento antibiótico
  • aloe vera
  • ungüento para quemaduras
  • gasa
  • cinta adhesiva médica
  • solución salina
  • antiinflamatorios

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