Es necesario que cures las sartenes de hierro fundido para darles una superficie antiadherente y evitar que se oxiden. Para conservar este curado, tienes que tener mucho cuidado a la hora de limpiar. Con las precauciones adecuadas una sartén de hierro fundido mejorará con el tiempo y el uso, por lo que se convertirá en una pieza importante y decorativa de tu cocina.
Pasos
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Enjuaga la sartén con agua caliente luego de cocinar. Enjuaga la sartén una sola vez para deshacerte de los residuos grandes de comida y luego llénala con agua para cubrir las superficies que usaste al cocinar.
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Hierve el agua. Pon cuidadosamente la sartén de hierro fundido en la estufa y calienta el agua hasta que alcance el punto de ebullición. Hierve el agua durante varios minutos para desintegrar los restos de comida.
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Usa una espátula ancha para desprender suavemente los restos de comida del fondo y los lados de la sartén. Hazlo brevemente mientras el agua esté hirviendo, ya que el contacto excesivo con los objetos de metal puede pelar el curado de la sartén. [1] X Fuente de investigación
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Deshazte del agua sucia en el fregadero. Pon la sartén de nuevo en la estufa y apaga la llama.
- Ten cuidado cuando lleves la sartén de ida y vuelta entre la estufa y el fregadero. El hierro fundido es un conductor excelente del calor, por lo que el mango y las demás zonas de la sartén estarán extremadamente calientes. Usa un paño o unos guantes de cocina para manipular la sartén.
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Humedece un par de toallas de papel y limpia rápidamente la superficie de la sartén. Si lo haces correctamente, la toalla de papel debe quedar impregnada con una capa oscura de residuos.
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Aplica una capa fina de grasa (tal como el aceite vegetal o la grasa alimentaria) a la superficie de la sartén. Los rociadores de aceite vegetal funcionan muy bien para esta tarea. Aplica o rocía un poco de grasa al fondo de la sartén y después usa una toalla de papel para esparcirla a lo largo de la superficie y los lados del utensilio. Cuando termines, la superficie de la sartén debe tener un acabado liso y brillante.
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Guarda la sartén en un lugar fresco y seco, cubriéndola con una toalla de papel en vez de una tapa para evitar que la humedad se acumule adentro.Anuncio
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Corta una papa cruda a la mitad o longitudinalmente, dependiendo del tamaño de la sartén. Para las sartenes más grandes es necesario que cortes la papa de forma longitudinal para cubrir una superficie mayor.
- Este método para limpiar las sartenes y ollas de hierro fundido funciona muy bien para eliminar el óxido.
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Aplica una capa fina de bicarbonato de sodio a la base de la papa. El bicarbonato de sodio es un abrasivo ligero y un limpiador suave que a la vez es efectivo. Este compuesto es reconocido por ser un agente limpiador natural.
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Restriega la sartén con la papa y el bicarbonato de sodio, prestando atención a las áreas con mucha suciedad. De igual forma, restriega el fondo y los lados de la sartén. Si la papa se ensucia demasiado, simplemente córtale una rebanada y aplica otra capa de bicarbonato de sodio. [2] X Fuente de investigación
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Cura la sartén luego de limpiarla. Quizás tengas que curar nuevamente la sartén luego de limpiarla con la papa y el bicarbonato de sodio.Anuncio
Métodos que no sirven para limpiar una sartén de hierro fundido
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Evita los jabones y los detergentes. Los jabones y los detergentes son ideales para limpiar casi todos los elementos de la cocina, pero no debes usarlos en las sartenes ni las ollas de hierro fundido. Los sulfuros que tienen la mayoría de los detergentes se unen al aceite de la sartén y lo desprenden, lo que deja el utensilio tan descubierto y vulnerable como en el primer día.
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Nunca pongas la sartén en el lavavajillas. [3] X Fuente de investigación Se trata de un proceso diferente, pero debes evitarlo por las mismas razones que no conviene usar detergentes. El lavavajillas puede desprender la superficie antiadherente de la sartén y promover la formación de óxido.
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No uses esponjas de acero para limpiar las ollas y las sartenes de hierro fundido. A pesar de que las esponjas de acero son efectivas para quitar los restos acumulados de alimentos y otras sustancias, también pueden cortar a través del curado de la sartén y dejarla como si fuera nueva. Es recomendable que limpies la sartén con la papa y el bicarbonato de sodio.Anuncio
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Consejos
- Después de limpiar la sartén con la toalla de papel, puedes ponerla en la estufa a fuego lento o en el horno a una temperatura baja para asegurarte de que se seque completamente.
- Recubre siempre la sartén con una capa muy fina de grasa alimentaria o aceite vegetal antes de guardarla. No uses productos animales como la manteca de cerdo, ya que se ponen rancios.
- Recubre la sartén con una capa de aceite luego de secarla en el horno. De esta manera el aceite se fijará más profundamente en la sartén y hará que sea menos probable que el utensilio se oxide mientras esté guardado.
- Si tienes una sartén de hierro fundido muy oxidada o corroída, quizás tengas que restregarla con herramientas eléctricas. Esto puede salvar a casi todas las sartenes de hierro fundido que no tengan orificios en la superficie de cocción. Después de restregar la sartén con una herramienta eléctrica, cúrala inmediatamente para que sirva durante muchos años.
- Si tienes que lavar la sartén con jabón, asegúrate de enjuagarla a fondo y curarla más adelante.
Advertencias
- Una sartén hierro no cambia su apariencia según la temperatura. Por ese motivo, siempre debes tener cuidado cuando vayas a manipular una sartén que esté en la estufa.
- Seca profundamente cualquier otro utensilio de cocina que guardes dentro de la sartén de hierro fundido. La sartén de hierro fundido puede llegar a oxidarse si le pones encima un utensilio de cocina que esté ligeramente húmedo.
- No pongas la sartén caliente de hierro fundido en el agua fría. Esto puede ocasionar que el hierro fundido se deforme o se agriete.
- Las sartenes de hierro fundido conducen el calor por el mango, así que no lo toques con la piel descubierta porque te quemarás.
Referencias
Acerca de este wikiHow
Para limpiar una sartén de hierro fundido de la manera tradicional, lávala con agua caliente, luego échale más agua y ponla a hervir. Cuando el agua haya hervido durante varios minutos, raspa suavemente el fondo y los costados con una espátula ancha para soltar los restos de comida pegada. Apaga el fuego y con cuidado tira el agua sucia en el fregadero agarrando la sartén con guantes de cocina o un paño. Pasa papel toalla rápidamente por la superficie de la sartén y échale una capa fina de aceite vegetal.