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A los bebés les resulta difícil regular su temperatura interna, por lo que es importante mantener sus habitaciones cálidas y agradables, en especial durante el invierno. Puedes subir la temperatura con electrodomésticos, el mundo natural y un buen aislamiento. Solo recuerda prestar atención a la temperatura para que no haga demasiado calor.

Método 1
Método 1 de 3:

Crear calor en la habitación

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  1. Si es un día soleado, en especial uno en que el sol penetre en la habitación, deja las cortinas abiertas para que la luz natural y el calor entren. [1] La luz natural será buena para el bebé, y cuesta menos dinero que encender varios electrodomésticos de calefacción.
    • Si hay ramas de árboles frente a la ventana, puedes recortarlas para que entre más luz en la habitación. Solo asegúrate de que los árboles estén en tu propiedad para no cortar las ramas de otra persona.
  2. La temperatura en la habitación del bebé debe ser lo suficientemente cálida para un adulto con ropa ligera, entre 21 y 22 °C (70 a 72 °F). Esto probablemente sea un poco superior a la temperatura en el resto de la casa, lo cual está bien. [2] [3] Tener un termostato en la habitación del bebé es una buena opción porque te ayudará a regular la temperatura en el lugar y evitará que haga demasiado calor.
  3. Si necesitas calor rápido y hace mucho frío en la habitación, puedes usar un calefactor. Si usas uno en la habitación, asegúrate de que esté al menos a 1 metro (3 pies) de cualquier cosa que pueda quemar, y de apagarlo cuando te marches de la habitación o el bebé duerma. [4]
    • Asegúrate de que el bebé no se acerque al calefactor, dado que podría quemarle la piel con facilidad.
  4. Las cortinas térmicas o aislantes son otra buena forma de mantener aire cálido en la habitación de tu bebé. Coloca las cortinas tan cerca de las ventanas como puedas, y permite que caigan sobre el alféizar o incluso el piso. Asegúrate de cerrarlas por la noche para evitar que el calor escape a través de la ventana. [5] [6]
  5. Sella las ventanas . Las ventanas con fugas permiten que el calor escape y el aire frío ingrese, haciendo que la habitación del bebé esté más fría de lo necesario. Además, gastarás dinero adicional en calefacción al intentar mantener la temperatura elevada. Coloca burletes, masilla u otros selladores en las ventanas para mantener el aire cálido en la habitación y las corrientes de aire afuera. [7] En caso de ser posible, puedes reemplazar las ventanas viejas con corrientes de aire por ventanas nuevas y selladas.
  6. Una vez que encuentres la forma de calentar la habitación, puedes atrapar el calor si cierras la puerta. Esto mantendrá la habitación bastante cálida, en especial agradable si deseas que esté un poco más fresco en el resto de la casa. También ahorrarás un poco de dinero si usas un calefactor o algo similar, dado que no tendrá que trabajar tan duro para calentar el área cerrada. [8]
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener el calor en la cuna

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  1. Cuando lo prepares para dormir, asegúrate de que esté totalmente cubierto. Los piyamas de una sola pieza con patas y gorro suelen ser suficiente para mantenerlo cálido mientras duerme. Si quieres una capa adicional, coloca un mameluco o una camiseta debajo del piyama. [9]
  2. Varias capas finas de ropa lo ayudarán a mantenerse caliente, y, si comienza a sentir demasiado calor, son más fáciles de quitar. Una buena regla general es ponerle una capa más de ropa que lo que usaría un adulto para la misma temperatura. [10]
  3. Otra forma de mantener a tu bebé caliente en la cuna es incluir una manta mientras duerme. Para todas las sábanas y mantas, recuerda que deben estar ajustadas contra la cuna y el bebé. Las mantas holgadas son peligrosas para un bebé mientras duerme. [11] Por lo tanto, coloca solo una en su cuna.
    • Usa una sábana de franela ajustada para la cuna, en especial durante el invierno. La franela es un material agradable y grueso que conserva bien el calor. Al usar una manta, asegúrate de meterla en el colchón para que no se afloje y no haga que el mismo esté desnivelado. Asegúrate de que no esté más alto que las axilas del bebé.
  4. Mientras la habitación se calienta, la cama de tu bebé podría estar un poco fría antes de llevarlo allí. En este caso, puedes usar una botella de agua caliente, una manta eléctrica o una bolsa apta para microondas. Deja en la cama por algunos minutos para que se caliente bien. Solo recuerda quitar lo que sea que uses de la cama antes de recostar al bebé. [12]
  5. Una vez que la habitación tenga una temperatura agradable, es importante que sigas prestando atención a tu bebé para asegurarte de que esté cómodo. No tengas miedo de tocarle el pecho, la espalda y el abdomen para chequear su temperatura. Presta atención a las señales de sobrecalentamiento y, si las notas, quítale ropa, apaga el calefactor y busca otras formas de refrescar la habitación. [13]
    • Un bebé que tiene demasiado calor estará húmedo o mojado por el sudor, en especial en su cabello, espalda y pecho. Además, sus orejas podrían estar rojas, su pulso acelerado e incluso podría tener fiebre.
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Método 3
Método 3 de 3:

Ayudar a un bebé a dormir de forma segura

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  1. Las sábanas o mantas flojas representan un riesgo de ahogamiento. Si usas una, asegúrate de que esté bien metida debajo del colchón y que llegue hasta el pecho del bebé. Ten siempre cuidado al mantener cosas alejadas de su cabeza. [14] [15]
    • Un buen colchón en un corralito también debe ser fino, lo cual es más seguro para el bebé. Su rostro podría atascarse en el acolchado adicional. Los colchones más blandos se pueden empujar lejos de los bordes de la cuna, lo que creará huecos en los costados donde el bebé podría atascarse.
  2. Siempre que un bebé duerma, necesita estar sobre su espalda para poder respirar bien. Esta posición reduce mucho el riesgo del síndrome de muerte súbita infantil. Existe escasas investigaciones sobre por qué ocurre esto, pero se cree que un bebé que duerme boca abajo recibe menos oxígeno porque "vuelve a respirar" el aire de alrededor de la nariz. [16]
  3. Esto incluye almohadas adicionales, mantas y juguetes, en especial si el niño tiene cuatro meses o menos. En el caso de los colchones blandos, estos objetos pueden rodar y tapar o lastimar al bebé. [17]
    • Si tienes juguetes que se enganchen en el costado de la cuna, asegúrate de que estén firmes y que no haya partes que cuelguen o sobresalgan. El niño puede usarlos para treparse y salir de la cuna o quitar pequeñas partes con las que podría ahogarse.
    • Si el bebé duerme en otro portabebés (como el asiento de un auto), no lo pongas en la cuna. En una superficie desnivelada como un colchón, podría voltearse y herir al bebé.
    • Si el bebé necesita tener la cabeza elevada mientras duerme, habla con el médico o pediatra sobre las mejores formas de lograrlo. Si necesitas elevar el colchón, asegúrate de que no haya espacios alrededor del perímetro, y que el ángulo sea bajo para que no pueda rodar fuera del colchón.
  4. Los cables son peligrosos, dado que los niños pueden tirar, jalar y treparse a ellos. También pueden envolverse en sus cuellos y estrangularlos. Mantén la cuna o cama alejada de los recubrimientos de las ventanas con cordones, al igual que los cables eléctricos de cosas como lámparas, monitores de bebés y luces de noche.
    • Siempre que puedas, usa equipos sin cables. Si no fuera posible, asegúrate de que la cuna esté al menos a 1 metro (3 pies) de cualquier cable.
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Consejos

  • Presta también atención a la humedad en la habitación. Al calentarla, el aire podría sentirse un poco seco, lo que irritará la piel del bebé y podría secarle la nariz. En este caso, un humidificador hará que la habitación se sienta más agradable. Solo asegúrate de que las ventanas no se empañen, eso es demasiado. [18]
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Advertencias

  • No envuelvas al bebé para dormir, en especial después de que tenga más de dos meses.
  • Independientemente de lo que hagas para mantener la habitación cálida, asegúrate de revisar al bebé para que no esté demasiado caliente.
  • Asegúrate de que la cuna o la cama esté alejada de la fuente de calor, como en el otro lado de la habitación lejos de radiadores, calefactores e incluso ventanas.
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