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Cuando estás en casa, puedes sentirte relajado y en paz en una habitación limpia. Además, evitarás que tus padres o tus compañeros de cuarto te molesten para que limpies. Aunque mantener limpia tu habitación parezca una tarea difícil, la harás con mayor rapidez y facilidad si adoptas los hábitos correctos.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Hacer una limpieza profunda

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  1. La ropa tirada en el suelo, en la cama y colgada en las sillas puede hacer que incluso una habitación limpia luzca sucia. Recoge la ropa de la habitación y clasifícala en dos pilas, dependiendo de si está sucia o limpia. Coloca la ropa sucia en el cesto específico. La ropa limpia, dóblala y guárdala. [1]
    • Cuando recojas la ropa, no olvides revisar debajo de la cama, en el fondo del armario y encima de los muebles.
  2. Cuando estás ocupado con el trabajo, las tareas escolares y otros asuntos, es muy fácil dejar que la basura se acumule en la habitación. Camina por la habitación con una bolsa para basura y recoge los envoltorios, la comida, los papeles viejos y cualquier otro desperdicio que encuentres. [2]
    • Después de recoger toda la basura, vacía el cesto de la basura en la bolsa y sácala para que esté lista para el día de la recolección.
  3. Si guardas platos, tazas y comida vieja en tu habitación, esto podría atraer insectos, provocar derrames y crear desorden. Reúne todo lo que pertenezca a la cocina y llévalo al lavaplatos o lavabo. Algunos elementos que debes buscar son los siguientes: [3]
    • platos y tazones
    • cuchillos, tenedores y cucharas
    • vasos y tazas
    • paquetes y latas de comida
    • recipientes para guardar alimentos
  4. Quita de la cama el edredón, las sábanas y las fundas de las almohadas. Coloca todo lo que sea lavable en el cesto de la ropa sucia y llévalo a la lavandería.
    • Si puedes lavar por ti mismo, lava la ropa de cama en la lavadora con un ciclo regular. De lo contrario, déjala para que un adulto la lave.
  5. Toma un nuevo conjunto de sábanas o espera hasta que las tuyas se hayan lavado y secado. Coloca primero una sábana ajustable sobre el colchón, luego, la sábana de arriba y por último las cobijas que sueles usar. También debes ponerles las fundas a las almohadas y colocarlas sobre la cama. Por último, lleva la cobija, el edredón o el nórdico hacia arriba y colócalo sobre las almohadas.
    • Arregla la cama todos los días. No tienes que arreglar la sábana ajustable ni las fundas, sino únicamente la sábana de arriba y las cobijas.
    • Cambia la ropa de cama cada dos semanas. Si hace mucho calor y sudas mucho, quizás debas cambiarla con más frecuencia.
  6. Los escritorios de los dormitorios atraen mucho desorden porque es probable que allí leas, hagas tus tareas escolares y uses la computadora. Para ordenar el escritorio, haz lo siguiente: [4]
    • Recoge todos los documentos, las notas y las hojas sueltas que encuentres.
    • Organiza y archiva los documentos. Desecha los documentos que ya no sirvan. Es recomendable reutilizar el papel de distintas formas.
    • Reúne los bolígrafos, los lápices y demás herramientas de escritura y guárdalas en una taza, estuche de lápices o gaveta específica.
    • Guarda los libros o las revistas que estén sueltos por ahí. Lleva las revistas que ya no utilices a un centro de reciclaje de papel.
  7. Es probable que la mesita de noche sea un vertedero para todo lo que haces antes de acostarte, como leer, escuchar música, quitarte los accesorios y otras cosas. Limpia la mesita y guarda todo lo que no deba estar allí. [5]
    • Para que la habitación luzca ordenada y limpia, guarda todos los artículos que sueles usar por las noches, como las tabletas y los libros, en el interior de las gavetas de la mesita de noche y no encima. Deja en la parte superior de la mesita solo algunos objetos sencillos, como una lámpara o una fotografía.
  8. Es posible que esta también sea un vertedero para los libros, los juguetes, los accesorios, las joyas y las chucherías. Guarda las joyas en un estuche o en una gaveta, vuelve a colocar los libros en la estantería, saca la basura acumulada, guarda el maquillaje en el neceser o estuche adecuado, y coloca los accesorios y demás objetos en su lugar. [6]
    • Mantén la cómoda organizada. Asegúrate de doblar bien la ropa y no la amontones en las gavetas.
    • Cada cierto tiempo, es recomendable que limpies por completo la cómoda. Separa las prendas que ya no uses y vuelve a guardar lo demás en las gavetas.
  9. Este suele ser el lugar donde lanzas todo lo que no quieres guardar de inmediato y ha llegado el momento de organizarlo. Ordena los zapatos, cuelga la ropa, saca la basura y organiza los estantes.
    • Al igual que con la cómoda, revisa el armario una o dos veces al año y saca las prendas que ya no uses.
    • Mantén el armario organizado. Ordena todo en los estantes y en las perchas. Puedes adquirir algunos organizadores para los zapatos, los bolsos y los gorros.
  10. Usa un plumero o un paño de microfibra humedecido para desempolvar los rincones y las juntas de las paredes, el ventilador del techo, las lámparas, los estantes, las uniones de las paredes con el techo, y todos los muebles que tengas en la habitación.
    • Mientras desempolves, levanta las cosas que obstruyan la limpieza, como una lámpara que esté sobre la cómoda, y desempolva por debajo de las mismas. [7]
  11. Usa una aspiradora para quitar el polvo y la suciedad del piso alfombrado, o pasa una escoba o una aspiradora si el suelo es de baldosas o de madera. Usa los accesorios adecuados de la aspiradora para limpiar las esquinas donde se unen las paredes con el suelo, los zócalos, las grietas y las hendiduras.
    • No olvides mover los muebles para limpiar por debajo y detrás de la cama, la cómoda y el escritorio. [8]
  12. Rocía en el espejo un poco de limpiador de vidrios o una mezcla preparada con una parte de vinagre y tres partes de agua. Seca el espejo con un paño limpio de microfibra. Repite este procedimiento en todas las ventanas del interior de la habitación y en los portarretratos sucios o polvorientos. [9]
    • Mantén a la mano el limpiador de vidrios para poder limpiar el espejo cuando se ensucie. Esto es muy útil, sobre todo si vives con mascotas o niños entrometidos.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Filip Boksa

    Profesional de limpieza de casas
    Filip Boksa es el presidente ejecutivo y fundador de King of Maids, un servicio de limpieza del hogar con sede en Estados Unidos, el cual ayuda a los clientes con la limpieza y la organización.
    Filip Boksa
    Profesional de limpieza de casas

    El secreto de una limpieza profunda es la atención a los detalles, no a los productos que uses. Comienza una limpieza profunda en una parte de la habitación y desplázate en sentido horario desde la parte superior a la inferior. Recoge las prendas y el desorden, saca la basura, cambia la ropa de cama y desempolva todo. No olvides limpiar las puertas, los zócalos y la decoración. Por último, limpia los pisos y no olvides revisar debajo de la cama".

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Parte 2
Parte 2 de 3:

Mantener la habitación organizada

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  1. Una de las cosas más importantes que puedes hacer para mantener limpia tu habitación es arreglar la cama todas las mañanas cuando te levantes. Estira la sábana de arriba y métela bajo las almohadas. Estira y ahueca las almohadas. Estira la cobija o el edredón y llévalo hacia arriba para colocarlo sobre las almohadas. [10]
    • Después de limpiar la habitación de forma minuciosa, la parte más sencilla es mantenerla limpia. Simplemente debes hacer algunas cosas a diario, como arreglar la cama, para mantener la limpieza.
  2. A muchos les gusta cambiarse de ropa y ponerse algo cómodo cuando regresan a casa después de un día atareado en la escuela o en el trabajo. Cuando lo hagas, cuelga tu abrigo, coloca la ropa sucia en el cesto, y dobla y guarda la ropa limpia que volverás a usar. [11]
    • Después de un día ajetreado, quizás sientas la tentación de regresar a casa y simplemente lanzar el abrigo y la ropa en la cama o en el suelo, pero si quieres mantener limpia la habitación después de todo el trabajo que hiciste, debes poner la ropa en su lugar.
  3. Nunca la dejes en el suelo, en la cama ni en el baño o el lavandería. Cuando te quites la ropa, colócala de inmediato en el cesto específico. [12]
    • Para que el trabajo sea más fácil, puedes dejar algunos cestos en las áreas donde sueles cambiarte, como el baño, el armario y cerca de la cómoda.
  4. También puedes dejar la ropa limpia en una canasta en lugar de guardarla, pero esto podría hacer que la habitación vuelva a lucir desordenada rápidamente y la ropa se arrugará. Cuando la ropa salga de la secadora, dóblala bien y guárdala o cuélgala en el armario. [13]
    • También debes hacerlo con la ropa de cama y las toallas.
  5. Si tienes comida en la habitación, esta podría atraer insectos, causar derrames, dejar migajas por todos lados y hacer que los platos y los vasos se acumulen. En lugar de eso, no ingreses alimentos a la habitación y come la merienda o las comidas en la cocina.
    • Lleva de inmediato a la cocina los platos, las tazas, los cubiertos y los restos de comida si alguna vez comes en tu habitación.
  6. Uno de los aspectos que más contribuye en el desorden es tener demasiadas cosas. Para evitarlo, revisa todo lo que tengas, incluyendo la ropa, los juguetes, los accesorios y otros artículos, y decide qué quieres conservar y qué quieres vender, donar o desechar. [14]
    • Para decidir lo que debes conservar y lo que debes desechar, pregúntate qué artículos no has usado en un año. Si no has usado algo en más de un año, es muy probable que podrás desecharlo y no lo extrañarás.
    • Los artículos que puedes vender o donar incluyen la ropa, los juguetes, los zapatos y los libros. Desecha únicamente lo que esté roto, que tenga agujeros o que no pueda reutilizarse o reciclarse.
  7. Si las cosas no tienen un lugar, tendrás la tendencia de dejarlas en cualquier sitio, ya que no existe un lugar específico para colocarlas cuando limpies. Revisa todo lo que tienes en la habitación y asegúrate de que cada cosa tenga un lugar específico. [15]
    • Usa algunas cestas u otros recipientes de almacenamiento para organizar las cosas adicionales que no tengan un lugar.
    • Asigna una gaveta del escritorio o de la cómoda para guardar los objetos pequeños que no tengan un lugar fijo.
  8. Si todo tiene un lugar específico en la habitación, será más fácil ordenarla porque sabrás dónde colocar cada cosa. A continuación, encontrarás algunas ideas para poner las cosas en su lugar: [16]
    • Vuelve a colocar los libros y las revistas en el estante cuando termines de leerlos.
    • Cuelga la ropa en el armario cuando te la quites.
    • Guarda los juguetes en la gaveta o en el estante cuando termines de jugar.
    • Archiva los documentos y las notas en una gaveta o una carpeta cuando no los necesites.
    • Vuelve a colocar los artículos de oficina, como los bolígrafos y los clips, en la gaveta del escritorio cuando termines de usarlos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Adoptar buenos hábitos de limpieza

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  1. Para mantener limpia tu habitación, debes adoptar una buena rutina y hacer algunas cosas todos los días. Haz una lista y colócala en un lugar donde puedas verla. Dedica más o menos 10 minutos diarios para realizar estas tareas de limpieza, las cuales deben incluir las siguientes: [17]
    • arreglar la cama
    • guardar la ropa
    • ordenar los juguetes, los documentos y otros artículos
    • sacar la basura
  2. Además de las tareas diarias, debes hacer otras tareas de limpieza con frecuencia. Haz una lista de las mismas y crea un horario para realizar una tarea semanal distinta cada día de la semana. [18] Esta es una lista sencilla:
    • Lunes: aspirar y desempolvar
    • Martes: quitar la ropa de cama y lavarla
    • Miércoles: lavar la ropa, secarla, doblarla y guardarla
    • Jueves: limpiar los espejos y las ventanas
    • Viernes: sacar la basura
    • Sábado: ordenar el escritorio, la cómoda y la mesa de noche
    • Domingo: limpiar y organizar el armario
  3. Quita de la cama las cobijas, la sábana de arriba, la sábana ajustable, las fundas de las almohadas y otras sábanas. Coloca todo en un cesto y llévalo al lavandería.
    • Es importante que laves la ropa de cama cada semana para mantener controlado el polvo, la suciedad y otros alérgenos. [19]
  4. Es muy fácil dejar simplemente que la ropa sucia se acumule durante varias semanas, pero si quieres mantener limpia tu habitación, debes estar pendiente de la ropa sucia. En cuanto tengas un cesto lleno o la ropa suficiente para lavar una carga, ve al lavandería y lávala.
    • A algunas personas les parece más fácil tener un horario establecido para lavar la ropa. Por ejemplo, algunos lavan la ropa al inicio de cada mes.
  5. La basura es uno de los motivos por los que las habitaciones se ensucian rápidamente. Para evitarlo, mantén un cesto de basura en la habitación, ya sea a un lado de la cama o del escritorio, y asegúrate de colocar allí la basura y no dejarla en cualquier lugar.
    • Cuando el cesto se llene, lleva la basura al garaje o al cobertizo para que esté lista el día de la recolección.
  6. Con la ayuda de un paño húmedo de microfibra, desempolva todas las superficies, incluyendo los muebles, los accesorios, los ventiladores, las fotografías, los estantes y las mesas. Aspira los pisos y los zócalos para quitar el polvo y la suciedad.
    • Si tienes mascotas o eres alérgico, aspira y desempolva dos o tres veces por semana.
  7. Si ignoras las tareas por algunos días, la lista podría volverse abrumadora. Sin darte cuenta, la habitación volverá a ensuciarse y tendrás que hacer una limpieza exhaustiva. Después de crear los horarios de la limpieza semanal y diaria, síguelos para asegurarte de que este hábito se enraíce y no lo pierdas.
    • Si no puedes hacer la limpieza de un día por cualquier razón, aborda las tareas lo antes posible al siguiente día para que el desorden y el trabajo no se acumulen.
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Consejos

  • Para sentirte motivado para limpiar, haz una lista de reproducción en tu iPod con el nombre “Limpieza de mi habitación” y elige tus canciones favoritas. De esta forma, no solo se pasará el tiempo de la limpieza, sino también evitarás distraerte por querer cambiar de canción.
  • Juega con la limpieza para darles más diversión a las tareas. Por ejemplo, puedes lanzar la ropa al cesto desde el otro lado de la habitación para ver cuántas veces puedes encestar.
  • Trata de cambiar las cosas de sitio. Cambia los muebles de lugar, cuelga nuevos carteles en las paredes y haz que la habitación luzca como nueva para sentirte motivado a mantenerla limpia.
  • Establece algunas reglas para que las personas que entren en tu habitación sepan que deben recoger su propio desorden.
  • Si compartes la habitación con un hermano o un compañero que es desordenado, divide la habitación para que cada uno se responsabilice de sus propias áreas.
  • Pregúntale a un amigo si quiere ayudarte a limpiar tu habitación. Será un gran apoyo para ti.
  • Para sentirte motivado con los hábitos de limpieza, imagina que el presidente llegará a cenar o se quedará en tu casa algunas noches. ¿No te agrada la idea del presidente? Entonces, imagina que un famoso o alguien especial te visitará.
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

La forma más fácil de mantener limpia tu habitación es arreglando la cama todas las mañanas y colocando inmediatamente la ropa sucia en el cesto. Utiliza cestas para mantener tus cosas ordenadas y ¡jamás comas en la habitación! Dona las cosas que no hayas usado en años para evitar acumularlas.

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