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Una caja de parto (en ocasiones llamada paridera o paritorio) está diseñada especialmente para mantener a los cachorros seguros y calientitos durante (e inmediatamente después) del parto. Sin embargo, mantenerla limpia y libre de bacterias es esencial para la salud de los cachorros. Para conservarla limpia y confortable con el fin de que crezcan sanos, solo tienes que reunir unas cuantas cosas, seguir un programa de aseo y hacer de la seguridad una prioridad.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reunir lo necesario

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  1. Si construiste tu propia caja de parto, probablemente utilizaste madera o cartón para la base; sin embargo, estos materiales no son fáciles de limpiar. En consecuencia, el piso de vinilo es una buena opción para forrar el fondo de la caja, ya que es autoadhesivo y puedes adquirirlo en cualquier tienda de mejoras para el hogar. Este paso no es necesario si vas a usar una caja de parto comercial o si construiste una caja de plástico. [1]
  2. Tal como sucede con los bebés, los cachorros son particularmente sensibles a los productos químicos de uso doméstico. Para limpiar la caja necesitarás un desinfectante libre de químicos. El “Simple Green” es una excelente opción (o cualquier otro de venta en tu país) y puedes adquirirlo en la mayoría de los supermercados. Además, para lavar las toallas que se ponen dentro de la caja, será necesario un detergente para ropa sin aditivos. El "Seventh Generation Free and Clear” es una buena alternativa (o cualquier otro de venta en tu país). [2]
  3. Necesitarás algunos otros utensilios aparte del desinfectante y el detergente para ropa. Reúne unas hojas de papel de cocina, toallas de baño limpias (lavadas con un detergente libre de químicos) y una caja de cartón o de plástico donde puedas poner a los cachorros mientras limpias la caja de parto. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Seguir una rutina de aseo

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  1. Los cachorros recién nacidos ensucian muy poco y su madre se encarga de limpiarlos. En este punto, solo se requiere limpiar la caja de parto una vez al día con el fin de mantenerla libre de bacterias y así conservar la salud de los cachorros. [4]
  2. Después de la primera semana, los cachorros empezarán a ensuciar más; en este momento, es importante limpiar la caja dos veces al día, no solo para eliminar las bacterias, sino para inducir a los cachorros a entender que no deben hacer sus necesidades en el lugar donde duermen. Esto ayudará con el entrenamiento con jaula y a enseñarles a ir al baño más adelante. [5]
    • Transcurrido este tiempo, podrás sacarlos de la caja de partos y llevarlos a un espacio más grande.
  3. Además del programa de limpieza diaria, es necesario revisar la caja de parto constantemente para verificar si está muy húmeda y recoger los residuos sólidos. Incluso si ya hiciste la limpieza diaria, cada vez que sea necesario, deberás sacar las toallas sucias y reemplazarlas por unas limpias. [6]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Hacer de la seguridad una prioridad

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  1. Para limpiar la caja de parto, empieza por sacar a los cachorros y ponerlos en una caja de cartón o en un recipiente grande de plástico en un lugar cercano. Si en ese momento la mamá está en la caja, también debes ayudarla a salir. [7]
  2. Luego, levanta las toallas y la ropa de cama y colócalas directamente en la lavadora. No olvides que para que los cachorros se mantengan sanos tienes que usar un detergente sin aditivos. [8]
  3. Rocía un poco de desinfectante sobre el fondo y los costados de la caja y límpiala con papel de cocina. Quizá necesites limpiarla más de una vez si hubieran alguna partes particularmente sucias. [9]
  4. Toma unas toallas de baño limpias (lavadas con detergente libre de químicos) y ponlas en el fondo de la caja. En este momento, puedes llevar a los cachorros nuevamente a su caja. [10]
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