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Dado que el cuerpo de una persona está compuesto principalmente por agua, es fundamental que tomes agua para su ideal funcionamiento. [1] Es importante que sepas la cantidad de agua que debes consumir para mantenerte hidratado, así como utilizar estrategias para mantener la hidratación adecuada en tu vida cotidiana. Asimismo, debes saber que tus necesidades de hidratación podrían variar dependiendo de factores como tu nivel de ejercicios, la temperatura del ambiente que te rodea, alguna enfermedad y el embarazo.

Método 1
Método 1 de 2:

Tomar agua con frecuencia

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  1. Algunas personas solo toman leche o café en la mañana, pero además de eso tomar al menos 1 vaso de agua te ayudará a aumentar tu hidratación en la mañana. Puedes tener una botella de agua al lado de la cama si eso hace que te sea más fácil recordar tomarla.
  2. Las botellas de agua son baratas y puedes llevarlas al trabajo, escuela o siempre que estés fuera de casa por varias horas. Algunas cuentan con etiquetas para leer la cantidad de milímetros u onzas líquidas que quedan, de manera que puedas llevar un registro de la cantidad de agua que has estado tomando.
    • Una recomendación común es tomar al menos 8 vasos de 240 ml (8 onzas) de líquidos a diario, y más si haces ejercicios o vives en un lugar cálido. Sin embargo, los hombres deben tomar 8 vasos de 390 ml (13 onzas) de líquidos y las mujeres 8 vasos de 270 ml (9 onzas) de líquidos a diario. [2]
    • También puedes dividir tu peso corporal en la mitad y tomar esa cantidad de agua en onzas. Por ejemplo, si pesas 73 kg (160 libras), entonces tendrías que tomar 2,4 l (80 onzas) de agua al día.
  3. Cuando tienes sed, tu cuerpo indica que ya tiene una falta de líquidos. Para mantenerte hidratado, debes tomar agua con la suficiente frecuencia para evitar que esto suceda. A medida que envejeces, tus receptores de la sed se vuelven menos eficaces en sentir tus necesidades corporales de hidratación, por lo que es buena idea que adquieras el hábito de tomar a sorbos agua a lo largo del día.
  4. [3] Además de tomar agua antes de que tengas sed, también debes revisar tu orina como un indicador de si estás lo suficientemente hidratado. Las personas que consumen líquidos adecuados presentarán una orina de color amarillo claro. Por otro lado, las personas deshidratadas tendrán menos orina, la cual será de un amarillo más oscuro y será más concentrada.
  5. La cafeína hace que tu cuerpo pierda sus líquidos más rápido, y el azúcar en las bebidas, incluso el jugo de naranja, no es ideal para hidratar a una persona. Más bien, toma más agua. Aunque el agua podría tener menos sabor o lucir menos agradable, es mejor para la salud general de tu cuerpo.
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Método 2
Método 2 de 2:

Conocer tus necesidades de hidratación

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  1. [4] Un paso importante para mantenerte bien hidratado es conocer tus necesidades de ingesta de agua. Recuerda que la recomendación básica de 8 vasos de 240 ml (8 onzas) de agua al día es flexible. Tendrás que tomar más de esta cantidad dependiendo de los siguientes factores:
    • la cantidad de ejercicios que realizas
    • el ambiente (las temperaturas más elevadas o incluso el uso de humidificadores del interior hacen que debas consumir más agua)
    • la altitud (las mayores altitudes deshidratan más)
    • el embarazo y la lactancia, ambos de los cuales aumentan tus necesidades de agua
  2. Para hacer un ejercicio promedio, tendrás que tomar 1,5 a 2,5 tazas más de agua (además de los 8 vasos de 240 ml (8 onzas) de agua al día ya recomendados). Es posible que tengas que tomar más si haces ejercicios por más de una hora o si los ejercicios son sumamente intensos. [5]
    • Ten en cuenta que, si haces ejercicios muy intensos o que duran más de 1 hora, se prefiere que tomes bebidas deportivas con electrolitos en vez de agua para mantener tu nivel de hidratación.
    • Esto se debe a que el ejercicio intenso hace que pierdas bastante sal mediante el sudor. Sin una cantidad de sal adecuada, no podrás absorber el agua por medio de tu tracto digestivo, por más agua que tomes.
    • Por lo tanto, para compensar la sal perdida, los electrolitos de las bebidas deportivas (como Gatorade o Powerada) son fundamentales y te ayudarán a absorber el agua que tomes con más eficacia.
  3. Es importante que sepas que las enfermedades, en especial las que implican diarrea o vómitos, hacen que sea necesario que te esfuerces mucho más en mantenerte hidratado. Si solo vomitas una o dos veces, como durante una intoxicación alimenticia, es menos preocupante que padecer una enfermedad de 3 a 5 días con diarrea o vómitos constantes (como el virus tipo Norwalk u otras enfermedades gastrointestinales). [6]
    • Si tienes gripe gastrointestinal, tendrás que esforzarte mucho en mantenerte hidratado en este momento. Lo más adecuado es que tomes una bebida deportiva con electrolitos en vez de agua pura, porque de forma similar a los ejercicios intensos, perderás bastante sal por la diarrea o los vómitos. Toma pequeños sorbos con frecuencia a lo largo del día.
    • Si no puedes mantener los líquidos en tu sistema o si sigues teniendo diarrea y vómitos pese a tus esfuerzos por hidratarte, entonces tendrás que ir a una clínica o emergencias para que te hidraten por vía intravenosa.
    • Para hidratarte bien cuando tienes una pérdida de sal, tendrás que reemplazar no solo el agua, sino también los electrolitos (de ahí que Gatorade o Powerade son tus opciones ideales).
    • Si padeces una enfermedad de esta naturaleza, toma líquidos a sorbos constantemente a lo largo del día y come lo más que puedas. Es mejor que lo hagas despacio y con frecuencia que tomarlo todo a la vez, puesto que podrías ocasionarte náuseas o vómitos.
    • Ten en cuenta que, si tienes una enfermedad muy grave, tal vez tengan que administrarte líquidos por vía intravenosa en un hospital para mantenerte hidratado. Ve al médico si te preocupa tu situación, pues es mejor prevenir que lamentar.
    • Otros problemas de salud también podrían afectar tu estado de hidratación, aunque muy pocos son tan graves como la gripe gastrointestinal. Habla con tu médico si te gustaría más información sobre cómo tu enfermedad (tales como las enfermedades renales u otras enfermedades crónicas) podría haber influenciado en tu consumo de agua y estado de hidratación.
  4. Si tu hijo está enfermo, podría deshidratarse mucho más rápido que un adulto y podría ser necesario que un médico lo revise más pronto que a un adulto. Si tu hijo se vuelve apático y le cuesta despertarse, entonces es necesario que lo lleves a emergencias. Si tu hijo no tiene lágrimas cuando llora, llévalo a que lo evalúen. Estos son otros síntomas de deshidratación en los niños: [7]
    • no orinar u orinar menos de lo normal (un niño pequeño podría tener pañales secos por 3 horas como mínimo)
    • piel seca
    • sensación de mareos o aturdimiento
    • estreñimiento
    • ojos o fontanelas hundidas
    • respiración o ritmo cardiaco rápido
  5. [8] La ingesta de agua recomendada para las embarazadas es 10 vasos al día (a diferencia de los 8 vasos para las mujeres no embarazadas). Para las madres lactantes, la ingesta de agua recomendada es 13 vasos al día. En ambos casos, tendrás que tomar más líquidos para tu bebé y para facilitar la producción de leche que usa una gran cantidad de agua.
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Consejos

  • Conoce los síntomas de la deshidratación: boca seca, sed, orina oscura, cólicos, debilidad muscular, dolores de cabeza, mareos o aturdimiento, cansancio, ojos hundidos e imposibilidad de producir lágrimas.
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