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Tener buena circulación en las piernas permite que el tejido de éstas absorba los nutrientes y elimine los desechos, y es esencial para tu salud y fortaleza a largo plazo. Puedes mejorar la circulación de las piernas adoptando algunos hábitos sencillos, tomando hierbas y otros suplementos y haciendo cambios en tu dieta. Sigue leyendo para averiguar cómo comenzar a mejorar la circulación de tus piernas de inmediato.
Pasos
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No permanezcas parado o sentado por demasiado tiempo. Es importante que te muevas durante el día para que la sangre circule por tus piernas. Estar parado o sentado por periodos largos de tiempo hace que la sangre se acumule en lugar de circular, y con el tiempo será nocivo para tu salud. Si descubres que has estado en la misma posición por una hora o más, muévete por unos minutos antes de volver a tu posición.
- Si trabajas en una oficina y debes estar sentado para hacer tu trabajo, levántate y tómate un descanso cada hora y media, aproximadamente. Aunque todo lo que hagas sea caminar hasta el baño ida y vuelta, estarás moviendo tus piernas, lo que ayudará a tu circulación.
- También podrías conseguir un escritorio elevado para estar de pie, lo que te permitirá estar parado en lugar de permanecer sentado mientras trabajas.
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Acomoda tu cuerpo para ayudar a la buena circulación. ¿Estás acostumbrado a cruzar las piernas cuando estás sentado? Esa posición común corta la circulación, haciendo más difícil que la sangre llegue al tejido de tus piernas para mantenerlo sano. Hazte el hábito de sentarte en una posición que sea mejor para la circulación de la sangre.
- Siéntate con las piernas levemente separadas y con los pies sobre el piso. Recuerda levantarte de tiempo en tiempo para no permanecer en esta posición por demasiado tiempo.
- También puedes elevar levemente tus piernas para ayudar a tu circulación. Sube tus pies sobre un banquito a una altura de entre 15 y 30 centímetros del piso.
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Inicia una rutina de ejercicio. Si puedes apartar un espacio en tu agenda para hacer algo de ejercicio, tu circulación realmente se beneficiará. Cualquier ejercicio que emplee las piernas ayudará a tu circulación. Intenta la marcha rápida, correr, andar en bicicleta, nadar, caminar y otros ejercicios que disfrutes y que pongan a tus pies en movimiento.
- Haz ejercicio todos los días para obtener los máximos beneficios. Hasta una caminata de media hora mejorará la salud de tus piernas.
- Si buscas ejercicios de bajo impacto, prueba con el yoga. Muchas poses de yoga ejercitan tus piernas y estimulan el sistema circulatorio.
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Usa zapatos cómodos. Usar tacones altos, zapatos de punta angosta, u otro calzado ajustado puede impedir que la sangre circule de tus piernas a tu corazón. Si estás decidido a mejorar la circulación de tus piernas es importante usar zapatos cómodos, de tacón bajo y con buen acolchado.
- Usa tenis o mocasines, estos calzados les dan a tus pies espacio para respirar.
- Escoge zapatos de vestir con punta redonda o almendrada en lugar de los de punta angosta y afilada. Escoge zapatos de plataforma en lugar de los de tacones si quieres algo de altura extra.
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Usa medias ortopédicas o de compresión. Estas medias son similares a las pantimedias, y están diseñadas específicamente para estabilizar los tejidos de las piernas y ayudar a que la sangre circule con más facilidad. Puedes comprarlas en una farmacia o hablar con tu médico para pedir unas especialmente diseñadas para tus piernas y tus necesidades individuales.
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Deja de consumir productos de tabaco. De hecho, fumar puede causar la enfermedad arterial periférica, una condición en la cual las arterias de las piernas se endurecen y ya no pueden circular sangre. Si tienes mala circulación, dejar de fumar y de consumir otros productos elaborados con tabaco es una manera importante de recuperar la salud de tus piernas.Anuncio
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Prueba el té de corteza de abedul. Se dice que esta hierba ayuda a estimular el sistema circulatorio. Lo puedes tomar en cápsulas como suplemento, pero también es grandioso como té, especialmente si lo preparas con jengibre. Incorpora una taza a tu rutina diaria.
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Toma suplementos de gingko. El gingko es usado desde hace mucho para varios propósitos medicinales, y hay evidencia de su utilidad para ayudar a abrir los vasos sanguíneos y para mejorar la circulación.
- Es recomendable tomar una dosis de 120-240 mg de extracto de hojas de gingko al día. Divídela en dos o tres tomas al día.
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Toma té de pimienta de cayena. Se dice que esta pimienta aromática ayuda a abrir los vasos sanguíneos y a mejorar la circulación. Puedes espolvorearla sobre tu comida o hacerla en té con miel. Con el tiempo, consumir un poco de pimienta de cayena todos los días mejorará tu circulación.
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Toma suplementos de aceite de pescado. El aceite de pescado contiene ácidos grasos omega 3, que son esenciales para tener un perfil de lípidos saludable. Tener un nivel alto de colesterol "bueno" mejora la circulación.
- Los suplementos de aceite de pescado se venden en cápsulas de gel y por lo general se elaboran de macarela, atún, hígado de bacalao, salmón o arenque.
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Come menos sal. La sal hace que tu cuerpo retenga agua y se hinche, lo que puede presionar las venas y causar mala circulación. Trata de reducir a la mitad tu consumo de sal y de evitar ponerle sal extra a tu comida una vez que ya esté preparada.
- Prepara la mayor parte de tu comida en casa, en lugar de comer afuera. Nunca sabes cuánta sal le ponen los restaurantes a la comida, y por lo general le agregan más de lo que piensas.
- Evita los tentempiés salados, la comida rápida y las cenas y bocadillos para microondas.
- Bebe mucha agua para eliminar la sal de tu cuerpo. Necesitas al menos unos 2 litros de agua al día para estar bien hidratado.
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Mantén un peso corporal saludable. Mantener un peso corporal saludable es importante para que tus pies y tus piernas estén sanos y para mejorar la circulación. Tener sobrepeso pone tensión en tu sistema circulatorio. Sigue una dieta balanceada y trabaja con tu médico para llegar a un peso adecuado para tu tipo de cuerpo.
- Come muchas frutas y verduras, cereales integrales y carnes magras.
- Asegúrate de obtener una buena cantidad de fibras consumiendo legumbres, frutos secos, avena y otros alimentos ricos en fibras.
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Consejos
- Consulta a tu médico para obtener los consejos de un profesional.
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