Descargar el PDF Descargar el PDF

La mayoría de las personas son apasionadas por lo que hacen. Esta pasión o preocupación por algo puede ser emocionante o gratificante. Sin embargo, podrías tener una obsesión si te das cuenta de que tus pensamientos implican una determinada persona, objeto o comportamiento al punto de interferir o alterar tu calidad de vida. Este tipo de adicción conductual se puede controlar si cambias tu mentalidad y rutina para que así tengas nuevas oportunidades para ti mismo. [1] [2]

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cambiar tu mentalidad

Descargar el PDF
  1. Es posible que estés preocupado porque veas tu obsesión como parte de quién eres. En vez de eso, tendrás que enfocarte en ti mismo. [3] Sepárate mentalmente de tu obsesión considerando qué otras áreas de tu vida contribuyen a quién eres. Piensa en tareas, roles o trabajos que te recompensen tanto como tu obsesión. ¿Tu obsesión se basa en una fantasía o versión idealizada de una persona o actividad? [4]
    • Tendrás que empezar a ver cómo la obsesión te ha satisfecho o atendido antes de que puedas empezar a satisfacer esa necesidad de otras maneras. Por ejemplo, si actualmente tienes una relación romántica, pero te obsesionas con un compañero de trabajo que te coquetea, es posible que tengas que volver a enfocar tu atención en hacer que tu relación sea divertida de nuevo.
  2. Toma conciencia de ti mismo y de tu entorno sin emitir un juicio. Para hacerlo, sintonízate con cada uno de tus sentidos a la vez que también prestas atención a tu estado físico o emocional. Por ejemplo, reconoce si tu cuerpo está tenso, si te sientes fatigado o si estás contento con tu vida. Ser incluso consciente por breves periodos de tiempo te puede ayudar a ser más consciente de ti mismo. [5]
    • La concientización puede ayudarte a estar más conectado contigo mismo y con los demás ya que desarrolla empatía e inteligencia emocional. Puede incluso evitar que pienses negativamente en cosas que no puedes controlar. En vez de eso, podrás regular tu miedo y ansiedad cuando estés estresado.
  3. Piensa en otra cosa que despeje tu mente de los pensamientos obsesivos. No seas duro contigo mismo si te das cuenta de que tu mente vuelve a tu obsesión, simplemente reconoce el pensamiento y deja que pase a medida que practicas enfocarte en otra cosa. [6]
    • Para distraerte, procura leer un libro excelente, conversar con un amigo u ocuparte en un nuevo puesto de voluntariado. También podrías hacer algo físico, por ejemplo, tomar clases de yoga o cocinar un plato complicado.
  4. Si te das cuenta de que te agotas emocionalmente por obsesionarte muy seguido, tendrás que entrar en contacto con tus necesidades emocionales. Una buena manera de practicarlo es escribir una carta a tu obsesión diciéndole por qué te atrae. Explica qué papel juega en tu vida y las emociones que te hace sentir. También dile a tu obsesión por qué se ha vuelto preocupante o por qué te está provocando estrés.
    • Entrar en contacto con tus necesidades emocionales te ayudará a empezar a conocerlas, dependiendo menos de tu obsesión.
  5. Es posible que constantemente estés obsesionado. Para evitar que esos pensamientos obsesivos interfieran con tu vida, repítete que solo te obsesionarás en determinados momentos del día. Postérgalo para ese momento y repítete que puedes obsesionarte después. Podrías darte cuenta de que tu mente se relaja lo suficiente para olvidarte de la obsesión.
    • Por ejemplo, si empiezas a obsesionarte con algo cuando sales con tus amigos, recuérdate disfrutar el momento y repítete que siempre tendrás la opción de obsesionarte cuando llegues a casa.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:

Crear nuevas oportunidades

Descargar el PDF
  1. Si te obsesionas con un problema o reto, trata de resolverlo. Haz una lista de opciones para que así sientas como que las tienes. Si tienes problemas para ver soluciones potenciales, habla con otras personas que experimentaron una situación similar a la que tratas de resolver. [7] Otras personas podrían ofrecerte una perspectiva distinta a fin de resolver el problema.
    • Por ejemplo, tal vez estés obsesionado con una forma de mantener tu condición física a través de un cambio de vida. Tu reto podría ser encontrar una forma de programar tus carreras por las mañanas a la vez que puedes llevar al recién nacido a la guardería. Podrías hablar con el otro nuevo progenitor y ofrecerte a turnarte en el cuidado del niño para que así puedas hacer ejercicios.
  2. Posiblemente sientas que obsesionarte con algo o con alguien te ha aislado de los amigos y familiares. Vuelve a conectarte con amigos, familiares o compañeros de trabajo a quienes puedas explicar la situación. Hablar puede ayudarte a comprender la causa subyacente de tu obsesión y a su vez tener una red de apoyo puede reducir el estrés. [8]
    • Por ejemplo, si te obsesionas con una expareja después de una ruptura, habla con un amigo o familiar. Hablar con tu amigo podría ayudarte a darte cuenta de que estás obsesionado porque tu expareja fue la primera persona con quien tuviste seriamente una relación.
  3. Es fácil caer en la rutina de obsesionarse con algo si no te desafías con cosas nuevas. Si tuviste la intención de seguir un nuevo pasatiempo o de tomar clases, empieza a hacerlo. No solo despejarás tu mente de la obsesión al enfocarte en una nueva tarea o habilidad, sino que también es posible que conozcas a nuevas personas o aprendas algo nuevo sobre ti mismo. [9]
    • Las nuevas personas y nuevas formas de pensar te pueden ayudar a dejar atrás tu obsesión. Es posible que te des cuenta de que ya no ansías aquello con lo que la obsesión te recompensaba. Por ejemplo, posiblemente ya no te obsesiones con una oportunidad perdida de trabajo si aprendes un nuevo oficio que realmente disfrutas más
  4. Es posible que estés tan enfocado en tu obsesión por algo y siguiendo tu vida al punto de ignorar por completo la vida de tus amigos, familiares o personas de tu comunidad. Llega a las personas que podrían necesitar de tu ayuda. No solo lo apreciarán, sino que también te darás cuenta de que existen más cosas que tu obsesión. [10]
    • Por ejemplo, podrías dar clases en la escuela, atender en un comedor popular o llevar a un pariente anciano a la tienda de comestibles.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:

Cambiar tus hábitos

Descargar el PDF
  1. Si estás obsesionado con algo como jugar videojuegos o ver televisión, empieza a reducir la cantidad de tiempo que pasas haciéndolo. Si estás obsesionado con una persona, limita la frecuencia con que te pones en contacto con ella. Reducir tu obsesión te puede ayudar a ser más independiente y despreocupado.
    • Por ejemplo, si limitas el contacto con una persona, recuerda incluir el tiempo en redes sociales cuando lo hagas. Evita enviar mensajes de texto, cartas, fotos o llamar con frecuencia.
  2. Cuando estás ocupado, es fácil olvidarte de lo que te molesta. Preocupa a tu mente para que no te obsesiones. Además de intentar nuevas cosas, también puedes ponerte al día en tareas que has tenido la intención de hacer, mantenerte en contacto con tu red de apoyo y tomarte el tiempo de enfocarte en tus necesidades.
    • Podrías darte cuenta de que la mayor parte del tiempo que tenías anteriormente la dedicabas a tu obsesión. Piensa en las cosas que suspendiste y finalmente hazlas. Por ejemplo, podrías ir a cortarte el cabello o reunirte para tomar una bebida con amigos que dejaste de lado por un tiempo.
  3. Es fácil hacer que tu obsesión sea el problema de otra persona. No obstante, simplemente asúmela en vez de preocuparte por algo que consideras que es culpa de otra persona. Asumir la responsabilidad te ayudará a controlar tu mentalidad. Solo tú tienes el control de tus pensamientos y puedes dejar de obsesionarte.
    • Por ejemplo, si un colega consiguió un ascenso que tú buscabas, no lo culpes ni te obsesiones con eso. En vez de eso, asume la responsabilidad por el hecho de que tu colega fue más calificado que tú.
  4. Si te obsesionas con algo, independientemente de si se trata de un medicamento, juegos de video o una persona, lo más probable es que tus amigos te permitan hacerlo. Para detenerla, no debes estar en un entorno en el que sientas que te obsesionas y en cambio estar en uno en el que las personas que te rodean te planteen el tema. Posiblemente tengas que pasar tu tiempo libre en un lugar distinto y estar cerca de personas que no te lo permitan, incluso si eso significa tomarte un descanso de determinados amigos.
    • ¿Todos tus amigos son parte de esa cultura? Entonces podrías tener que confiar en tu familia. Toma eso como una oportunidad para renovar tu relación con aquellos de los que te habías alejado recientemente. Podrías volver a descubrir a personas que habías perdido en tu vida.
  5. Obsesionarte con algo o alguien es estresante. Toma un descanso de la ansiedad y haz algo que consideres relajante. Podrías sumergirte en un baño de burbujas, practicar la respiración profunda o tomar una copa de vino mientras lees un libro. El punto es hacer algo que disfrutes y que también te calme.
    • Si tienes problemas con tus pensamientos obsesivos mientras te relajas, considera reproducir una grabación de imágenes dirigidas o escucha un guion de alivio de la ansiedad. [11]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 17 945 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio