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Un seguro de caución es un tipo de contrato que con frecuencia se suscribe entre los contratistas y sus clientes. Un contrato de fianza consta de tres partes: el deudor (el contratista), el acreedor (el cliente del contratista) y el fiador, que es la compañía que suscribe el contrato de fianza. Los seguros de caución funcionan casi como los seguros en general. En caso de que alguien entable una demanda contra ti, el seguro de caución cubre cualquier perjuicio, aunque eventualmente tendrás que reembolsar al fiador por dicho perjuicio. Obtener un seguro de caución esencialmente da a tus clientes una garantía de que si no logras cumplir con las obligaciones, estos no serán perjudicados porque no pudiste pagar.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Obtén un seguro de caución

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  1. Aunque “obtener un seguro de caución” normalmente significa obtener una garantía de cumplimiento de obligaciones contractuales, muchos contratistas piensan erróneamente que necesitan seguros de caución cuando en realidad la ley dice que no. Verifica en la agencia de gobierno responsable de proteger tu industria; por ejemplo, si quieres convertirte en un concesionario automovilístico, contáctate con el DMV (departamento de vehículos motorizados). Por ejemplo, una póliza de fidelidad (más adelante se ofrece más información sobre estas pólizas) podría ser lo más adecuado para los contratistas que no necesitan seguros de caución para sus empresas.
  2. Al suscribir un seguro de caución, tu fiador responde por tu desempeño. Si no logras cumplir con las obligaciones establecidas en el contrato, el fiador es responsable de cumplir con dichas obligaciones. Por lo tanto, el fiador hará una inspección detallada de tu negocio antes de avalarte.
    • El elemento más importante de tu capacidad de caución es la estabilidad financiera de tu compañía. Si no tienes balances financieros profesionales preparados por un contador público certificado (CPA, por sus siglas en inglés), debes prepararlos antes de buscar un fiador. Los fiadores también revisarán tus activos, flujo de caja e historial crediticio.
    • El fiador también evaluará la integridad de tu compañía. Esto se hace generalmente contactando a tus socios, tales como los proveedores y clientes. Si estos te recomiendan, es muy probable que obtengas un seguro de caución.
    • Finalmente, el fiador evaluará la durabilidad y capacidad de tu compañía. Si tu compañía tiene una historia larga y estable, esto resultará favorable. Los fiadores también se interesan en asegurarse de que no te comprometas a realizar cualquier trabajo que va más allá de tu capacidad.
  3. Hay muchas compañías de fianzas por todo el mundo, algunas se especializan en ciertas industrias o trabajan según el volumen de los contratos.
    • Una forma muy útil de comparar las compañías de fianzas es a través de sus calificaciones crediticias. A.M. Best es una agencia que evalúa este tipo de compañías, al igual que las agencias de calificación Moody's y Standard & Poor's. Tu acreedor podría exigir una calificación crediticia mínima para tu fiador.
    • Además, debes examinar el plazo de respuesta de la compañía que te va a garantizar. Por ejemplo, las compañías que generalmente garantizan a contratistas de grandes construcciones podrían alargar el plazo de respuesta para avalar proyectos a menor escala.
    • Por último, compara las calificaciones de distintos fiadores. Incluso la más mínima diferencia en la calificación puede significar una gran diferencia en la prima que vas a pagar si el importe del contrato es suficientemente grande.
  4. Generalmente puedes obtener una cotización de las compañías de fianzas, de manera gratuita o a un bajo costo. Si la cotización te conviene, puedes solicitar un seguro de caución siguiendo el formulario de la compañía. Debes brindar información sobre tu negocio y especificar el importe que deseas que te avalen. Además, tienes que firmar un contrato de liberación crediticia.
    • Es importante buscar el tipo de garantía adecuada para tu proyecto; hay 3 tipos comunes de cauciones. Las garantías por seriedad aseguran que el contratista celebrará el contrato si obtiene el trabajo; las garantías de fiel cumplimiento aseguran que el contratista desempeñará el trabajo de acuerdo a lo establecido en el contrato; y las garantías de pago aseguran que el contratista pagará a sus subcontratistas y proveedores. Muchos propietarios de proyectos de construcción necesitarán los tres tipos de garantía.
  5. Una vez que el fiador aprueba tu solicitud, tienes que firmar el contrato de indemnización. Este contrato regula todo lo que compete y no compete a las responsabilidades del fiador; una disposición común es que tú serás responsable de cubrir los costos legales en los que pueda incurrir el fiador respecto a cualquier demanda entablada contra ti. Usualmente debes pagar tu prima tras la firma de este contrato.
  6. Después de firmar el contrato de indemnización, puedes firmar el contrato de fianza legalmente vinculante. Después de que ambas partes (contratista y fiador) han firmado este contrato, debes enviarlo a tu cliente (el acreedor) para su aprobación. Puedes comenzar a trabajar tras la aprobación del contrato de fianza.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Aprender sobre responsabilidad y otras opciones

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  1. Si un cliente entabla una demanda contra ti, la compañía de fianzas analizará la demanda y decidirá si consideran que estás en falta o si la demanda es falsa. Si te dan la razón, entonces te ayudarán a defenderte ante dicha demanda. Si encuentran que el cliente tiene la razón, entonces pagarán los gastos de la demanda con el fin de resolverla.
  2. Desafortunadamente, una compañía de fianzas, o un fiador, no es la respuesta mágica a todos tus problemas de responsabilidad. Si dicha compañía le da la razón al cliente que ha entablado la demanda y paga los costos de la misma, finalmente eres responsable de reembolsar a la compañía por cualquier gasto incurrido respecto a la demanda.
    • Piensa en la garantía como una tarjeta de crédito. En caso de que necesites pagar cualquier demanda, el gobierno ordena que debes tener una tarjeta de crédito para que dispongas de dinero con qué pagar. Esto garantiza al cliente que obtendrá reparaciones financieras en caso de que infrinjas la ley. De otra manera, los contratistas podrían reclamar insolvencia y nunca dar un centavo a los clientes, causando una interferencia en el sistema. Por lo tanto, la caución es un mecanismo de seguro, excepto que el seguro no es para ti, sino para tus clientes.
  3. Ya que los fiadores son una molestia, lo mejor es evitar recurrir a ellos. Por supuesto, pagas mensualmente una prima por la garantía, pero nunca debes usarlo. Simplemente es un respaldo en caso de que ocurra lo peor, no un recurso para sacarte de apuros. A continuación se presentan dos cosas fáciles que puedes hacer para evitar que hagas uso de tu seguro de caución a causa de una demanda:
    • Cumple con todas las regulaciones y leyes que el gobierno establece para tu industria. Ponte al corriente de todas las ordenanzas federales, estatales y locales que debes seguir. La manera más fácil de hacer que alguien entable una demanda contra ti es que infrinjas la ley, por más pequeña que parezca la falta.
    • Resuelve cualquier disputa antes de que se concrete. Esta es una lección importante en relación al servicio al cliente. Asegúrate de que todos tus clientes, incluso el más insoportable, sientan que lo respetas. Porque si no es así, es muy probable que te demanden. Arregla el asunto desde el inicio antes que se convierta en un enorme problema que no puedas controlar.
  4. Cuando te consideran un solicitante de alto riesgo, normalmente eso significa que tu calificación crediticia FICO es inferior a 650 o que has pasado por bancarrota, o ambas cosas. [1] La buena noticia es que aún puedes solicitar y obtener un seguro de caución, incluso siendo un solicitante de alto riesgo. La única diferencia entre un solicitante de alto riesgo y uno de bajo riesgo es la prima que ambos pagan por el servicio. Si eres un solicitante de alto riesgo, por cualquier motivo, lo más seguro es que vas a tener que pagar una prima más alta con el fin de obtener el seguro de caución.
  5. Los seguros de caución no son opcionales; otros tipos de seguros dependen totalmente de tu tolerancia al riesgo. Por ejemplo, ¿qué pasa si descubres que iniciar un servicio de seguridad privado no requiere contar con un seguro de caución? ¿Aún así quieres brindar a la gerencia, inversionistas y clientes, la tranquilidad de un seguro?
    • Otro seguro que puedes ofrecer, aparte de la caución, es la póliza de fidelidad. Las pólizas de fidelidad son pólizas de seguro que brindan protección contra actos fraudulentos o deshonestos que cualquier persona de tu compañía podría cometer. [2] De esta manera, los activos de la compañía no serán incautados si alguien que intencionalmente perjudica a la compañía decide contraer obligaciones en representación de la compañía.
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Consejos

  • En los Estados Unidos, sólo algunas compañías de fianzas están autorizadas a garantizar proyectos para el gobierno federal. Si necesitas garantizar un proyecto federal, revisa la lista de la "Circular 570" que publica el Departamento del Tesoro para asegurar que elijas una garantía aprobada.
  • Muchas compañías de seguros también suscriben contratos de fianza. Verifica con tu agente de seguros para ver existe la posibilidad de ahorrar algo de dinero comprando el seguro y la caución de la misma aseguradora.
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