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Si te acompleja la grasa en tu espalda, hay varios trucos que te ayudarán a minimizar esa apariencia. Elige prendas superiores sueltas que no se peguen al cuerpo, prendas con forro y telas pesadas con textura. También es imperativo que las mujeres escojan un sostén que les ajuste correctamente para crear una silueta estilizada y lisa. Con algunos trucos simples, podrás esconder los rollitos de la espalda, y sentirte segura y fabulosa con cualquier atuendo.

Método 1
Método 1 de 3:

Encontrar ropa que te quede bien

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  1. Un pantalón que encaje bien debe tener un poco de espacio para moverse al doblarse y sentarse. Debes poder meter 2 dedos dentro de la pretina al usar pantalones. Si no puedes hacerlo, significa que están muy apretados. [1]
    • Busca pretinas de telas suaves o con elástico. Estas favorecerán a todo tipo de cuerpos.
  2. Apretarse entre una talla pequeña no será de ayuda. De hecho, esto a menudo acentúa áreas problemáticas, tales como los rollos de la espalda. Si una prenda se arruga, se jala o es difícil de subirle la cremallera o meterse en ella, esto significa que es muy pequeña. La ropa que queda bien dará lugar a un look más pulido y fluido. [2]
    • La excepción a esta regla son las costuras de la ropa. Si las costuras yacen planas contra la piel, esto significa que la prenda está muy apretada. Las costuras no deben tocar la piel si el ajuste es correcto.
  3. Las camisas que son forradas mostrarán protuberancias que querrás mantener escondidas. Opta por prendas superiores sueltas que tengan un poco más de espacio entre la tela y tu piel, y que floten sin tocar tu cuerpo.
    • Una prenda corte imperio que es más estrecho en el busto y se ensancha en las caderas es una muy buena opción. Úsalo con leggings o con jeans de bota recta.
    • Como alternativa, una camisa abotonada que sea ajustada, pero no apretada, es perfecta para la oficina. Asegúrate de que las aberturas entre botones no se halen o se abran.
    • Las camisas con escotes profundos o con hombros descubiertos son favorecedoras para todo tipo de cuerpos.
    • Para ver si una prenda superior te queda bien, levanta los brazos sobre la cabeza. Si esta se sube o se recoge contra tu cuerpo, quizás sea muy pequeña. Si esto no sucede, es de tu talla.
  4. La costura del hombro debe caer en el borde superior de los hombros. Una chaqueta está muy apretada cuando se siente estirada por la espalda o no cierra apropiadamente. Si no puedes levantar o extender los brazos, o girar el timón del auto, esto significa que la chaqueta está muy pequeña. [3]
    • Si las costuras de los hombros llegan debajo de tu hombro, la chaqueta no es de tu talla.
  5. Los brasieres, las prendas superiores y los vestidos sin tirantes a menudo son muy apretados en la banda superior para evitar que no se caigan. Sin embargo, este ajuste empuja la piel alrededor de la banda creando protuberancias. [4]
    • Elige un sostén o una prenda superior sin tirantes al estilo corpiño para tener un mejor soporte.
    • Como alternativa, opta por algo con tiras anchas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Elegir prendas favorecedoras

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  1. Si te encanta la manera como se ve una camisa por el frente, pero odias cómo se ve en la espalda, no la deseches. Simplemente dale el toque final a tu look con una chaqueta, un cárdigan o bolero en un color complementario. Esto cubrirá tu espalda y la mantendrá abrigada mientras continúas usando la ropa que ya tienes. [5]
    • Usa un cárdigan sobre una camisa con botones y unos pantalones.
  2. El forro es una gran base para los vestidos y las prendas superiores, lo cual puede minimizar la apariencia de grasa en la espalda. El forro abraza la piel, lo cual ayuda a que la capa superior de la tela caiga suavemente sobre tu cuerpo. [6]
    • Por ejemplo, escoge un vestido de encaje con un forro de licra.
    • Como alternativa, elige un blazer con forro de seda.
    • Si la ropa con forro te da calor, puedes usar una faja o una camiseta transpirable debajo de tu ropa.
  3. Una espalda en V alarga la silueta. Las prendas superiores y los vestidos que tienen cortes en V profundos también tienen menos tela halando y estirándose por la piel, lo cual crea rollos y bultos. [7]
    • Una prenda superior negra suelta con espalda en V va bien con jeans y tacones.
  4. Los plisados, recogidos, arandelas y encajes pueden ayudar a esconder rollos y bultos además de agregarle algo interesante a tu atuendo. Las prendas con diseños tejidos, como el damasco y los brocados, también funcionan.
    • Una chaqueta de brocado tiene suficiente estructura y textura para crear un look fluido y se vería muy bien al emparejarse con unos pantalones.
    • Un traje de baño con textura también ayuda a esconder los rollitos de la espalda.
    • Si bien querrás evitar las rayas anchas, las rayas delgadas y en ángulos se ven muy bien en casi toda persona.
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Método 3
Método 3 de 3:

Escoger la ropa interior adecuada

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  1. Muchas mujeres usan la talla de sostén equivocada. Ve a una tienda especializada en ropa interior y pide una prueba de talla de sostén. Un sostén que ajuste bien puede reducir el look de rollos en la espalda, puesto que una banda muy apretada puede causar protuberancias desagradables. [8]
  2. Un sostén con abrochadura al frente da una apariencia más lisa en la espalda. Opta por un sostén que abroche por delante y de banda ancha en la espalda para minimizar las protuberancias. Este tipo de sostén funciona bien debajo de la mayoría de las prendas superiores, desde las camisetas hasta las blusas. [9]
  3. Los sostenes con paneles que suavizan tienen una banda más ancha para reducir la apariencia de rollos en la espalda. Elige uno hecho de material elástico para ayudar a dar forma y a suavizar la espalda. [10]
  4. Un bodi moldeador, que a menudo está hecho de licra, suaviza los gordos de la espalda y crea una silueta estilizada. Los bodis moldeadores vienen en diferentes estilos para permanecer invisibles debajo de cualquier tipo de camisa. Compra algunos estilos para ensayar y de seguro te encantarán los resultados. [11]
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Consejos

  • Si la prenda te queda bien, no necesitas preocuparte por el tipo de material del que esté hecha la prenda.
  • Sin importar cuál tipo de cuerpo tengas, ¡recuerda celebrarlo y apreciarlo!
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