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Una buena decoración de las paredes, junto con los muebles y adornos adecuados puede hacer que una habitación pase de verse “bien” a verse “genial”; sin embargo, hasta un cuadro de la Mona Lisa se vería mal en una pared si esta torcido o ubicado de manera incorrecta. No pierdas el tiempo ordenando y modificando fotos, postales, o cuadros en tu pared en la búsqueda de la perfección del cuarto. Con estos consejos prácticos, podrás organizar las fotos familiares de manera inteligente en el primer intento.
Pasos
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Elige fotos con un contenido apropiado. A veces, las imágenes que más nos gustan no son las mejores para colgar en la pared. Si cuentas con muchas imágenes, lo mejor es elegir las que más se destaquen y las que se vean más profesionales. Casi todas las personas que visiten tu casa verán las fotos de tu pared, y muchos de ellos no podrán entender las bromas detrás de esas fotos vergonzosas y de mala calidad. Para el vestíbulo y la sala, lo mejor es elegir las fotos familiares comunes (si son fotos profesionales, aún mejor) o el arte tradicional, deja ese cuadro de terciopelo en el sótano y las fotos de tu bebé desnudo en el álbum de fotos.
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Planifica cómo agrupar los cuadros con anticipación. Si planeas colgar más de un cuadro en algún lugar de la pared, está muy bien, al jugar adecuadamente con el espacio y la organización de los cuadros, podrás crear un impacto visual impresionante. Antes de colgar varios cuadros juntos, realiza un “anteproyecto” para este grupo de cuadros, si te sientes seguro, puedes borrarlo, con cuidado, traza los bordes con un lápiz, o también puedes poner los cuadros sobre un papel y cortar recuadros con el contorno de los mismos. Pega estos cuadros en la pared para tener una idea de la organización de los cuadros cuando estén colgados. Es más fácil borrar para modificar los cuadros de papel que volver a colgar todos los cuadros.
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Cuelga las fotos más grandes primero. Las fotos grandes, en especial aquellas de las que te sientes muy orgulloso, merecen un lugar importante en la habitación. Cuélgalas a la altura de los ojos o más arriba donde puedan apreciarse. Dales un lugar prioritario, una foto increíble puede mejorar a cualquier centro de mesa. No las pongas muy cerca de las esquinas de las otras habitaciones o les darás involuntariamente la apariencia de estar aplastadas. Unos 50 o 60 cm de distancia de las otras habitaciones serán suficientes.
- Siempre y cuando tu cuadro no opaque completamente a los otros cuadros más pequeños, puedes usarlo como parte de la organización del grupo de fotos que quieres poner. Si no estás seguro de cómo organizar ese cuadro grande de manera adecuada dentro de un grupo de fotos, es una buena idea ponerlo en una de las esquinas bajas del grupo, y el segundo cuadro de mayor tamaño en la esquina alta opuesta. Coloca los cuadros más pequeños en la parte alta de las dos secciones vacías del rectángulo imaginario que forman los dos cuadros grandes.
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Agrupa los cuadros más pequeños en líneas o grupos. No necesitas centrar la atención de una habitación en torno a varias pinturas de paisajes o retratos sosos. Cuando están agrupados en patrones visuales agradables, un grupo de fotos más pequeños puede llamar mucho la atención. Modifica la organización de los cuadros según la funcionalidad de la habitación en la que están. Las líneas rectas verticales u horizontales apretadas pueden sacar el mejor provecho del espacio de la pared, mientras que organizar los cuadros en forma de nubes, incorporando cuadros de diferentes tamaños puede darle al cuarto un toque moderno.
- Lo más importante al agrupar los cuadros es asegurarse de que los bordes de cada marco formen exactamente ángulos de 90 grados (usa un nivel para hacer que tus fotos estén perfectamente rectas.) Al organizar los cuadros, también asegúrate de que la distancia entre las fotos sea uniforme.
- Un beneficio adicional de los cuadros más pequeños es que son mucho más versátiles que los cuadros grandes. Coloca una pequeña fila de cuadros en un cuarto recargado para marcar una mayor diferencia o pon unas cuantas fotos familiares viejas en las paredes de las escaleras para crear una línea de tiempo visual de la historia de tu familia.
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Combina tu elección de cuadros. Por lo general, al agrupar los cuadros con marcos, estos deben combinar bien. Esto no significa necesariamente que todos los cuadros de un grupo deben de ser idénticos (aunque es una opción viable.) Por el contrario, significa que debe haber un tema dominante entre los marcos de un grupo de cuadros. Por ejemplo, un grupo de cuadros donde todos los cuadros tienen un marco negro se verá mejor que un grupo de cuadros donde unos tienen marco de metal, otros de bambú, etc.
- Experimenta con patrones, por ejemple alternando marcos azules y blancos. Los patrones cuentan como un tema dominante, más importante que tener marcos idénticos para todos los cuadros es dar la impresión de que las fotos fueron organizadas con un orden lógico.
- Cuando tengas dudas, recuerda, el blanco y el negro combinan con casi todo.
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Elige cuadros que sean apropiados para el estilo de la habitación. Esto es algo obvio, pero se olvida fácilmente, tener fotos diferentes crea un impacto visual diferente en la habitación. Salvo que quieras dar un toque vanguardista y disonante entre los cuadros y la habitación en que piensas colgarlos, trata de que el cuadro combine con el propósito de la habitación. Las pinturas de paisajes y los retratos son ideales para las salas, mientras que las fotos familiares pequeñas son perfectas para los pasillos, las paredes de las escaleras, los dormitorios y los baños. Las pinturas impresionistas de frutas o de los utensilios de cocina son toques deliciosos para las cocinas. Debes tener sentido común, tú decides cuál es el impacto que quieres que la habitación tenga en las visitas, por ello usa fotos y pinturas que te ayuden a causar esa impresión.
- Las pinturas abstractas pueden darle mucha vida a la habitación; no obstante, si quieres colgar una pintura que sólo consta de varias sombras y colores, es mejor que te asegures de que los colores combinen con el resto de la decoración de la habitación.
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Respeta los espacios sin abarrotar las paredes. Una de las mejores características de una habitación es la sensación de espacio. Tener un techo alto te da la sensación de estar en un castillo. Las ventanas amplias guían tu mirada hacia el horizonte. No hagas que tus cuadros obstruyan la sensación de espacio natural en la habitación. Tener muchos cuadros hará que tu pared parezca una pizarra de investigación policial.
- Los cuadros en la pared nunca deben competir por espacio, si planeas mover un viejo cuadro para hacer espacio a uno nuevo, lo mejor es que pienses en conseguir una nueva casa para tus cuadros.
- Algunas paredes son más adecuadas para uno o dos cuadros. En algunos casos para dejarlas vacías. Si tienes un papel tapiz lindo, una alfombra increíble, o un centro de mesa genial, no te apresures en distraer la atención con una colección de cuadros imponentes.
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Explota el potencial de una habitación con cuadros grandes. Un cuadro grande puede hacer que una habitación estrecha se vea más grande. De la misma manera, cuadros que cuelgan en lo alto de la pared mejoran las dimensiones de la habitación enfocando la atención en las superficies imponentes de la pared al nivel de los ojos. Por ejemplo, una linda imagen colgada en lo alto de la pared de un baño estrecho puede darle al lugar una sensación de dignidad.
- Si es posible, usa cuadros grandes, pero no uses todo el espacio de la pared. Cubrir completamente una de las paredes de una habitación estrecha puede dar un efecto abrumador.
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No dejes que las habitaciones enormes hagan ver tus cuadros pequeños. Las habitaciones grandes y espaciosas tienen algunas desventajas. Las paredes altas y lisas con mucho espacio entre los cuadros hacen que los cuadros parezcan de un museo de arte moderno y no de una casa. Organiza bien la posición de tus cuadros y no dejes áreas enormes vacías en la pared. Los muebles pueden ser de gran ayuda en este punto, los libreros y armarios altos cubren un espacio regular en la pared.
- Si tienes un papel tapiz bonito o una pared pintada de un solo color, puedes deshacerte de más espacio vacío cuando cuelgues tus cuadros. Las paredes lisas, sin decoración inevitablemente hacen ver una habitación como una caja vacía y fría.
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Toma en cuenta la posición de los muebles. Los muebles y los adornos de pared deben de trabajar en armonía para darle una sensación de espacio al lugar. Combínalos de forma inteligente para sacar el mejor provecho del espacio de la habitación. Trata de colocar los cuadros y el resto de los muebles de manera que las personas puedan verlos de manera natural sin que interfieran con las funciones regulares de la habitación. Los cuadros pequeños son ideales para los tramos de pared delgada en una cocina, pero no son recomendables si impiden abrir los cajones de los estantes. Los cuadros se ven muy bien encima de las sillas y mesas laterales para una sensación imponente y vívida, pero no los pongas en lugares donde alguien pueda tropezarse y golpearse la cabeza. Debes tener sentido común, piensa en lo que haces en tu rutina habitual para darte una idea de los lugares que más llaman la atención.
- Sigue la regla de los dos tercios, las piezas de arte que se ponen encima de un mueble deben tener por lo menos dos tercios del grosor del mueble. [1] X Fuente de investigación Por ejemplo, un sofá de 3 metros debe tener una pieza de arte colgada encima de por lo menos 2 metros. Esta regla aplica para los cuadros solos, así como para los grupos de cuadros pequeños.
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Modifica la posición del cuadro para adaptarlo a las funciones de la habitación. Por ejemplo, muchas salas cuentan con un juego de muebles uno frente al otro para que las personas se puedan sentar y conversar. En este caso, puedes darle a tus invitados algo que ver colocando cuadros detrás de cada sillón (un diseñador recomienda colgar cuadros a una distancia de cinco dedos encima del sillón). [2] X Fuente de investigación En la cocina, unos cuantos cuadros pequeños encima de la mesa de la esquina puede vitalizar la hora de comer y ser un buen tema de conversación cuando tengas invitados.Anuncio
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Cuelga los cuadros de forma segura. Un cuadro genial o una pieza de arte son un motivo de orgullo, pero también pueden ser un dolor de cabeza si estos no estás bien asegurados en la pared. Ahórrate los jalones de pelo resultantes de modificar y volver a colgar los cuadros, instalándolos bien la primera vez. Si lo haces, también sentirás el alivio en tu billetera, cuando un cuadro se cae se puede dañar fácilmente. Existen guías detalladas sobre cómo colgar un cuadro que te pueden ayudar.
- Al colgar “cualquier” cosa en la pared, lo mejor es poner el clavo en las vigas, la parte de madera dura que sostiene la pared. En el caso de cuadros y piezas de arte más pesados esto es “necesario”. No obstante, las vigas son de 1 o 2 pulgadas de ancho, y el espacio es muy poco, por lo general no están en el lugar exacto donde quieres colgar el cuadro. Para cuadros de peso liviano y medio, puedes simplemente colgarlos en el espacio entre las vigas.
- Si vas a colgar los cuadros en las vigas o en el cartón yeso entre las vigas, pon el clavo en la pared en un ángulo inclinado, 45 grados o más. [3] X Fuente de investigación Hacer esto brinda mayor fuerza en el agarre que sólo poner el clavo de forma perpendicular, así existe mayor contacto entre el clavo y la pared y la acción palanca del cuadro en el clavo es menor.
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Invierte en opciones para colgar cuadros alternativas. Para la mayoría de cuadros, un clavo es suficiente. Sin embargo, existe más de una forma de colgar un cuadro. Existe una variedad de ganchos, sujetadores, y otros productos que sirven para colgar piezas de arte en la pared. Algunas de las opciones que puedes considerar son las siguientes:
- Ganchos para cartón yeso: un pequeños gancho de metal diseñado para perforarse en la pared, brindado un agarre firme sin la necesidad de una viga.
- Sujetadores de pared extra resistentes: un pequeño tarugo de plástico se instala dentro de la viga con un taladro, luego un tornillo (que sostiene la pieza de arte) se pone dentro del tarugo. Para artículos pesados.
- Tornillos acodados: tornillos especiales con “alas” de metal que se abren cuando se ponen en la pared, dando un ajuste y agarre mayor.
- Tiras adhesivas para colgar cuadros: parches adhesivos que se pegan en la parte trasera del cuadro para pegarlo directamente en la pared. No requieren clavos.
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Evita poner los cuadros chuecos. Si cuelgas una hermosa foto de tu familia en la pared, pero no la cuelgas de tal manera que las esquinas estén rectas, tus invitados no podrán apreciar las sonrisas adorables de tus hijos, por el contrario apreciarán que el cuadro tiene una inclinación de 2 grados y medio. Usa una regla para medir el centro horizontal del cuadro, tratando de alinear este centro con el clavo mientras enganchas el clavo en la tira para colgar el cuadro (puedes hacer una pequeña marca con el lápiz que puedas borrar luego en la parte delantera del cuadro para que te ayude a recordar dónde está el centro.) Una vez que el cuadro esté colgado, usa un nivel para realizar los últimos ajustes para buscar el balance exacto del cuadro.
- Las herramientas modernas de alta tecnología ofrecen nuevas opciones para colgar los cuadros perfectamente rectos. Busca en la ferretería un nivel láser, estos trazarán una línea horizontal perfecta en la pared que puedes usar para alinear los cuadros perfectamente.
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Referencias
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