Descargar el PDF Descargar el PDF

Es normal que te sientas incómoda al hablar con tu mamá acerca de temas delicados como la pubertad y los cambios de tu cuerpo; sin embargo, esto no debería ser un impedimento para que pongas estos temas sobre la mesa. Date cuenta de que tu mamá pasó por lo mismo cuando tenía tu edad, por lo tanto, lo más probable es que se muestre comprensiva y dispuesta a apoyarte. Si no está de acuerdo en que necesitas un sostén, mantén la calma y trata de entender sus razones en lugar de enojarte. Si no concuerdas con sus razones, entonces intenta hablar del tema con otro adulto de confianza.

Método 1
Método 1 de 3:

Ganar confianza para pedírselo

Descargar el PDF
  1. Anota dos o tres razones válidas e intenta personalizarlas. De esta manera, lo más probable es que tu mamá te comprenda y coincida contigo. Además, si identificas tus razones, te sentirás más segura al momento de transmitirle tus necesidades. Solo recuerda que alguna vez ella también fue una muchacha que necesitó usar un sostén. [1]
    • Por ejemplo, quizá practicas deporte y te has percatado de que el sostén te dará el soporte que necesitas.
    • Si estás desarrollando y ya empieza a hacerse notorio, dile: "Necesito usar algo que me cubra y que me brinde soporte para no mostrar más de lo que quiero. La gente se queda mirándome y pienso que es porque se nota que no estoy usando sostén".
    • Evita usar el "todos lo hacen" como una razón, generalmente los padres no toman esto como un motivo válido.
  2. Es lógico que te sientas nerviosa o avergonzada al momento de tratar con tu mamá temas delicados como el uso de un sostén. Probablemente temes que te malinterprete, que no acepte tu petición o que te castigue por pedirle algo así. Sin embargo, no debes permitir que esos sentimientos se conviertan en obstáculo para que converses con ella. En lugar de eso, convierte tus sentimientos en palabras cuando te acerques a ella para hablar del tema. [2]
    • Por ejemplo, “Me siento un poco avergonzada al hablar de esto, pero necesito pedirte algo mamá” o "Mamá, ¿puedo hacerte una pregunta personal? Quería saber a qué edad empezaste a usar sostén porque creo que es momento de que yo use uno. Espero que me entiendas".
  3. Escribe tres o cuatro formas distintas de decirle a tu mamá que quieres usar sostén. Léelas en voz alta para saber cuál de ellas se siente más natural. Una vez que hayas determinado que es lo que quieres decir, deberás ensayar en voz alta o frente a un espejo hasta que las palabras salgan de forma natural. [3]
    • Por poner un ejemplo, podrías decirle “Mamá, necesito preguntarte algo. No es nada malo, pero es algo vergonzoso. No sé si lo has notado, pero últimamente mi cuerpo ha empezado a cambiar. Creo que es tiempo de empezar a usar sostén, ya que me ayudará a sentirme más segura y cómoda con mi cuerpo”.
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 3:

Pedírselo a tu mamá

Descargar el PDF
  1. Evita traer el tema a colación cuando tu mamá está ocupada, puesto que estará menos propensa a escuchar lo que tienes que decirle. Mejor es que le avises que quieres hablar con ella y que programen un momento para hacerlo. [4]
    • Por ejemplo, podrías decirle, “Oye mamá, necesito hablar contigo de algo importante. ¿Cuándo sería un buen momento?”.
    • Por lo general, las personas están más receptivas después de las comidas, así que tratar el tema después de la cena también podría funcionar.
  2. Si hablar con tu mamá directamente te hace sentir incómoda, podrías insinuarle que quieres usar un sostén. Programa un momento para ir de compras juntas. Cuando se acerquen a la sección o a la tienda de sostenes del centro comercial, pregúntale si pueden entrar juntas para echar un vistazo. Cuando estén allí pregúntale, “¿Crees que ya es momento de que empiece a usar sostén? Tengo la sensación de que ya es el momento”. [5]
    • Asimismo, cuando estén cerca de la tienda puedes decirle “mamá, ¿podemos echar un vistazo a la sección de sostenes? Creo que es tiempo de que empiece a usar sostén”.
  3. Si te preocupa que tu mamá se enoje, que se muestre excesivamente crítica o simplemente no puedes superar la vergüenza, prueba esta táctica. Escríbele una nota explicándole en detalle por qué crees que necesitas un sostén y entrégasela cuando no esté ocupada. Dile que lea la nota, que lo piense y que después te busque para conversar. [6]
    • En su defecto, puedes escribir la nota y leérsela en voz alta cuando estén solas; por ejemplo, mientras están en el auto o de paseo.
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con una respuesta negativa

Descargar el PDF
  1. Si tu mamá no está de acuerdo contigo o te dice que no, evita discutir, gritar o lloriquear. En lugar de eso, conserva la calma y mantén un tono de voz amigable y comprensivo. Luego, pregúntale por qué piensa que no es el momento adecuado. [7]
    • Por ejemplo, “¿Cuándo crees que sea el momento adecuado?” o “¿Cuándo usaste tu primer sostén?”.
  2. Hazlo si te sientes incómoda al no usar sostén, pero tu mamá aún se niega a aceptarlo. Propónle que mientras tanto podrías usar un sujetador de entrenamiento, un sujetador deportivo o una camiseta con sostén incorporado. Después de que hayas usado estos por algunos meses, podrás tocar el tema nuevamente. [8]
    • Por ejemplo, “He estado usando un sostén de entrenamiento durante seis meses. Creo que ya estoy lista para usar sostén”.
  3. Hazlo si tu mamá simplemente no te escucha o no comprende que usar sostén te ayudará a sentirte más cómoda con relación a tu cuerpo. Conversa sobre el tema con un pariente de confianza, consejero o profesor. Quizá puedan darte algún consejo acerca de la forma de abordar el tema con tu mamá. [9]
    • También podrías pedirle que hable con tu mamá del tema en tu lugar.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 17 990 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio