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¿Te ha pasado que has comprado ese esmalte de uñas hermoso y al llegar a casa te das cuenta que solo puedes pintarla con la mano dominante? ¡Le ha pasado a la mayoría de las mujeres! Esto puede ser muy frustrante y decepcionante pero con un poco de práctica y unos buenos consejos vas a poder mostrar los mejores colores en tus uñas.

Primero que nada: No seas dura contigo. Vas a entrenar a tu cuerpo así que vas a poder hacerlo solo si practicas frecuentemente. Con una o dos veces por semana es suficiente; verás mejoras en los primeros meses.

La idea aquí es encontrar una manera cómoda al momento de agarrar la brocha y comenzar a practicar usando esa forma. Tu mano se acomodará y acostumbrará a esa manera, lo cual significa que empezarás a controlar la firmeza y presión con el tiempo.

De alguna forma, esto se parece al proceso que toma a un pintor controlar la brocha o un guitarrista aprender como usar sus dedos alrededor del cuello de la guitarra y presionar los trastes. Algunas personas son más espontáneas en esto que otras pero, en realidad, cualquiera puede entrenarse en esto.

  1. Recuerda que los esmaltes fuertes como el rojo o los colores metálicos llaman la atención; por lo tanto, muestran los errores fácilmente. Los colores sólidos y brillantes no llaman mucho la atención. Es recomendable que uses un barniz transparente que fortalezca las uñas por las siguientes razones:
    • Las personas no notarán los errores que posiblemente cometas.
    • Servirá como una capa protectora y ayudará a mantener las uñas fuertes mientras las pintes regularmente.
    • Es un barniz apropiado para la casa y el trabajo.
  2. Sécalas, aplica una pequeña cantidad de agua y quitaesmalte en un pedazo de algodón y frótalo en tus uñas para eliminar los aceites y permitir una mejor adhesión. También puedes usar un tonificador facial que no seque tanto la piel.
  3. No te estreses con este paso, es muy probable que cada vez mejores la forma de tomar la brocha.
  4. Pon tu mano no dominante sobre la mesa y relájala, estira el dedo meñique y posiciona el dedo anular debajo de tu mano o viceversa.
  5. Sostén la brocha entre el pulgar y contra el lado de tu dedo índice (trata de incorporar el dedo del medio para que soporte mejor). La idea es que tu mano se mantenga firme mientras que tu dedo índice y pulgar estén libres para manipular la brocha que estás sosteniendo.
  6. Manchar las cutículas es fácil cuando eres novato y arreglarlo es, obviamente, difícil con tu mano no dominante.
  7. Aprieta suavemente el mango de la brocha para evitar temblores o giros, comienza en el centro de la uña y un poco más lejos de la cutícula de lo que acostumbras a hacer.
  8. Recarga la brocha con cada pincelada si lo necesitas. Es mejor tener una capa delgada; siempre puedes añadir una más.
  9. Si manchaste la cutícula, pon la parte puntiaguda de un palillo de dientes o un palito de naranjo lo más cerca posible de la cutícula y pásalo hasta llegar al borde de la uña, luego repite lo mismo con el otro lado si es necesario.
  10. Si vas a esperar para pintar la otra mano, evita arruinar tus uñas frescas.
  11. Lava tus manos, deja secar tus uñas, aplica un aceite en tus cutículas y a cualquier parte de tu piel que se haya manchado. Deja que tu piel absorba un poco el aceite, luego raspa con un mondadientes en direcciones opuestas (debe salir fácilmente). Frota lo que queda de aceite en tus cutículas.
    • Si deseas usar un quitaesmalte, pule la punta de un palito de naranjo y envuélvelo con una capa delgada de algodón frotándolo con los dedos, también puedes usar hisopos. Sumérgelo en el quitaesmalte y frota suavemente sobre la parte manchada en direcciones opuestas.
  12. Sigue practicando e intenta mejorar.
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Consejos

  • Asegúrate de que la punta de la brocha no gotee. Esto permitirá un mejor control.
  • Si tienes dificultades y terminas pintándote todo el dedo, intenta usar cinta adhesiva alrededor de tus uñas, luego podrás sacarlos.
  • En vez de mover la brocha, intenta mover tu uña o inclínala hacia la brocha cuando esta pase por encima. Esta debe ser una acción cuidadosa; te permite mover menos la brocha y tener más control sobre esta. Este consejo puede no ayudar a algunos, pero puedes intentarlo y descubrir si es útil para ti.
  • No apliques el esmalte muy cerca de la cutícula o a los lados de tu uña para que pueda ser más fácil sacarlo.
  • Si tus uñas recién pintadas chocan unas con otras y te arruinan el trabajo, intenta alternar el orden al pintarlas y dejar el pulgar al último, o pinta una uña a la vez y deja secar antes de avanzar con la otra. Esto toma más tiempo pero vale la pena, además te permite usar las manos para hacer algunas tareas mientras esperas a que se sequen.
  • Usa un color suave hasta que lo puedas hacer bien.
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