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Para aquellos que buscan añadir un elemento de esplendor clásico a sus jardines, una copa de jardín puede ser una impresionante alternativa a los contenedores más tradicionales. Las copas están diseñadas para ser usadas de la misma manera que otras macetas. Después de llenar tu copa con tierra de maceta bien balanceada, elige una especie de planta anual atractiva que complemente el estilo del contenedor, o coloca diversas plantas para un aspecto más escalonado. Puedes mover la copa a donde quieras para disfrutar de su estética clásica en cualquier lugar de tu jardín.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Escoger plantas para una copa de jardín

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  1. Las copas de jardín suelen tener tamaños que oscilan entre los 30 a 75 cm (12 a 29 pulgadas) de ancho y entre los 30 a 60 cm (12 a 24 pulgadas) de alto. Por ello, es mejor plantar plantas anuales vistosas o perennes que no echen raíces profundas. Muchas especies populares de contenedores como las azaleas, impacientes y hostas también tienden a funcionar bien en copas. [1]
    • Las dalias, los geranios, las impacientes y otras plantas anuales vistosas son buenas para llenar las copas de brotes de brillante color, mientras que las plantas perennes como el enebro estrella azul o la hierba de la moneda pueden ser una mejor opción para los jardineros que tienen menos tiempo para dedicarse a su mantenimiento. [2]
    • No importa lo que elijas para mostrar en tu copa, lo más importante es que la maceta sea aproximadamente del doble del tamaño del sistema radicular una vez este haya alcanzado la madurez. Habla con alguien en tu invernadero o vivero local, o busca información en línea para averiguar qué tan grande puedes esperar que sea una especie en particular.
  2. Las copas de gran tamaño suelen ser lo suficientemente espaciosas como para albergar una gran variedad de plantas, lo que hace que tus opciones para elegir una planta que complemente tu exhibición sean casi ilimitadas. Prueba a emparejar 2 o 3 ofertas diferentes para armar tus propios arreglos únicos. Además de crear un exhibición más llamativa, la combinación de varias plantas en el mismo contenedor te ayudará a ahorrar un espacio precioso en tu jardín y en contenedores más pequeños. [3]
    • Por ejemplo, un racimo de tulipanes de color melocotón destacará en un deslumbrante contraste con un fondo de heliotropos blancos. [4]
    • Para obtener mejores resultados, busca plantas que tengan necesidades similares de suelo, agua y luz solar, ya que todas compartirán los mismos recursos.
  3. Si tienes un poco de espacio extra para probar después de incorporar tus plantas de exhibición, considera la posibilidad de rellenar la maceta con un poco de verdor frondoso. Céspedes como el pasto pennisetum, la festuca y el andropogon dan a las copas decorativas una texturización profunda que se puede usar para equilibrar los colores vivos de la floración anual. [5]
    • Planta céspedes altos y puntiagudos en el centro de la copa para que sirvan como un punto focal impresionante, y siembra especies que caigan en cascada alrededor del perímetro de la maceta para lograr un efecto de desbordamiento más elegante.
    • La mayoría de las especies de césped son de mantenimiento relativamente bajo, pero pueden competir con las piezas principales de exhibición por los recursos, así que asegúrate de que tus arreglos reciban mucha agua y luz solar durante todo el día. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Agregar tus plantas

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  1. Agrega la tierra hasta que la copa esté aproximadamente a ¾ de llenarse, dejando por lo menos 25 mm (1 pulgada) de espacio en la parte superior del contenedor para el riego y el cambio natural de la tierra. La mayoría de las plantas anuales y floridas requerirán al menos 20 cm (8 pulgadas) de tierra para que sus raíces tengan suficiente espacio para extenderse. Las perennes y otras especies frondosas pueden necesitar tanto como 30 o 40 cm (12 o 16 pulgadas). [7]
    • Casi cualquier producto comercial de tierra para macetas debería funcionar bien para albergar plantas de jardín comunes. No obstantes, generalmente es una buena idea usar el tipo de suelo recomendado por los horticultores para la especie específica que estás plantando.
  2. Al igual que otros contenedores de cultivo, las copas tienden a retener más agua de la que es buena para la planta. La forma más simple de superar este problema es mezclar cantidades iguales de material orgánico en el suelo antes de colocar tus plantas. El abono común de jardín, el musgo de turbera o el estiércol extra podrido usualmente te darán los mejores resultados. [8]
    • Si estás trabajando con una especie que prefiere suelos secos y arenosos, considera añadir de 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) de grava al fondo de la copa para filtrar el exceso de humedad.
  3. Cava el hoyo con la mano o utiliza una espátula de jardinería para remover la tierra más rápido para las plantas perennes y otras especies de gran tamaño. Asegúrate de cavar lo suficientemente profundo como para colocar cómodamente la estructura de las raíces de la planta. Es mejor que la copa sea demasiado grande a que sea demasiado pequeña, pues la planta necesitará espacio para respirar y crecer. [9]
    • Cuando coloques varias plantas en la misma copa, plata una a la vez para asegurarte de que cada una esté bien cómoda y segura antes de pasar a la siguiente.
  4. Retira cuidadosamente la planta de su contenedor de crecimiento tomando el tallo inferior y levantándola en una sola pieza. Transfiere la planta a la copa en espera, luego rellena y compacta suavemente la tierra suelta para anclarla en su lugar. [10]
    • Es importante que el sistema radicular de la planta descanse justo debajo de la superficie del suelo y esté completamente cubierto.
    • Si bien es posible cultivar plantas a partir de semillas en una copa, comenzar con una planta joven o completamente desarrollada que ya haya echado raíces con éxito es una opción más práctica, pues implica menos trabajo y ofrece resultados inmediatos.
  5. El nutritivo material retenedor de agua mantendrá oculto el suelo subyacente y lo aislará de temperaturas extremas, al mismo tiempo que mejorará sus propiedades de drenaje. Una fina capa de mantillo (no más de 5 o 7,6 cm (2 o 3 pulgadas)) también puede ser útil para embellecer copas decorativas que se sitúan más cerca al suelo. [11]
    • Como alternativa a las astillas de madera o el mantillo, también puedes sembrar una manta de musgo sobre las áreas expuestas para darle un toque extra de verde. [12]
    • Dado que las copas son en principio accesorios ornamentales, algunos jardineros prefieren que tengan una presentación más ordenada que otros contenedores.
  6. Una vez que tu planta esté en su nuevo hogar, dale una bebida saludable para animarla a seguir floreciendo. Riega el suelo que la rodea con suficiente agua para humedecerlo, pero no lo empapes o sobresatures. Luego, continúa regando tu planta regularmente de acuerdo a tu horario natural preferido. [13]
    • Una buena manera de determinar si una planta necesita agua es perforar el suelo con la punta de tus dedos. Si debajo de la superficie se siente seco, es probable te hayas retrasado en regarlo.
    • Ten cuidado de no regar en exceso el contenedor de tus plantas. Una exceso de humedad puede debilitar fácilmente las plantas y provocar que se marchiten, junto a otras complicaciones más graves como infecciones por hongos y raíces podridas. [14]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Elegir la copa adecuada para tu jardín

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  1. Estas copas están construidas con un molde de una sola pieza. Por ello, tienden a durar más tiempo y son más resistentes a los elementos que los materiales menos sólidos. Otra gran e importante ventaja de las copas más pesadas es que es menos probable que se caigan a causa de una tormenta, una brisa fuerte o una mascota curiosa. [15]
    • Los materiales de calidad dan a las copas de jardín un aspecto más distinguido y duradero en comparación con las habituales macetas de cerámica o plástico.
    • Las copas de jardín no son baratas, especialmente cuando están hechas de piedra o metal. No es raro que los macetas más grandes cuesten $200 o más.
  2. Si crees que es posible que desees trasladar la copa a un lugar diferente en tu jardín, puede que sea mejor comprar un modelo de plástico ligero o de fibra de vidrio moldeada. En algunos casos, también puedes encontrar macetas tipo copa hechas de ratán, bambú y maderas similares tratadas con una alta relación entre resistencia y peso. [16]
    • Aunque tienden a desgastarse más rápido, las copas de plástico son la opción más económica, y son mucho más fáciles de instalar y mover que los materiales más pesados.
    • Las copas de fibra de vidrio o de madera de tamaño medio ofrecen el mejor equilibrio entre durabilidad, versatilidad y estética.
  3. Los orificios de drenaje facilitan la salida de la humedad de la copa después de haber regado o luego de un aguacero fuerte. En la actualidad, casi todas las copas vienen con orificios prefabricados para el drenaje. Sin embargo, si no puedes encontrar uno, puedes hacerlos por tu cuenta taladrando un orificio pequeño cada 10 o 15 cm (4 o 6 pulgadas) alrededor de la base circular de la copa. [17]
    • Ten cuidado al perforar orificios en copas de piedra o concreto. Es posible que estos materiales se agrieten cuando se les aplica demasiada fuerza.
    • El agua puede acumularse rápidamente en las copas sin un drenaje adecuado, lo que provoca que tus plantas se marchiten, se pudran y otros problemas graves que pueden amenazar su salud.
  4. Una copa alta y delgada puede ser justo lo que necesitas para forrar un arco o rellenar áreas abiertas regadas de plantas de bajo crecimiento. Por el contrario, las macetas grandes y bajas son por si solas accesorios llamativos y te permiten cultivar varias plantas en el mismo contenedor. [18]
    • Las copas de jardín varían en tamaño, desde macetas plásticas básicas de entre 25 a 30 cm (10 a 12 pulgadas) hasta accesorios de piedra y metal macizos con diámetros superiores a 75 cm (30 pulgadas).
    • Las copas compactas se pueden exhibir solas o en la parte superior de un banco, pedestal o conjunto de escaleras, lo que te da más libertad en términos de cómo trabajar con ellas en tu jardín.
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Consejos

  • Las copas para plantar suelen estar a la venta en centros de jardinería y en la sección de jardinería de la mayoría de las principales tiendas de mejoramiento del hogar.
  • Antes de plantar en una copa nueva, asegúrate de lavarla bien con agua del grifo. Luego, colócala boca abajo para que se seque completamente.
  • Aunque son más pesadas y algo más rígidas que otros tipos de contenedores, las copas de piedra, concreto y metal son inmunes a los vientos fuertes y proporcionan un excelente aislamiento contra las heladas y las temperaturas de congelación.
  • Un par de copas desgastadas pueden ser accesorios perfectos para jardines con un distintivo estilo visual antiguo o europeo.
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Advertencias

  • Las plantas exhibidas en copas deben ser inspeccionadas periódicamente en busca de plagas y enfermedades como las que crecen en el suelo.
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Cosas que necesitarás

  • copa de jardín
  • plantas anuales o perennes
  • céspedes ornamentales
  • mezcla comercial de tierra para macetas
  • material de enmienda orgánica (abono, estiércol, turbera, musgo, etc.)
  • astillas de madera o corteza triturada
  • grava (para promover el drenaje)
  • espátula de jardín
  • agua

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