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La hiedra es una enredadera que crece con rapidez y está disponible en muchas variedades que sirven como planta decorativa de interiores, cubierta vegetal de exteriores o para trepar por una estructura, pared o árbol. También es fácil de plantar. Toma unos cuantos esquejes de una planta de hiedra existente y colócalos en un vaso de agua hasta que echen raíces. Luego, puedes plantarlos en una maceta para cultivarlos en interiores. Es mejor plantarlos al exterior en primavera u otoño y en un lugar con sombra parcial.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empezar la hiedra

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    Elige variedades de hojas pequeñas para interiores y la hiedra inglesa para exteriores. Si piensas mantener la hiedra en interiores y añadir algo de vegetación a tu espacio de vida, opta por una variedad con hojas pequeñas. Las hojas pequeñas implican que la planta no crecerá tan rápido y no ocupará tanto espacio. Para cultivar la hiedra alrededor de una estructura o utilizarla como cubierta vegetal en exteriores, elige la planta de hiedra inglesa o de Boston. [1]
    • Algunas variedades de hojas pequeñas son la hiedra común y la hiedra canaria.
    • Asegúrate de saber con anticipación qué tipo de hiedra vas a plantar para saber qué debes esperar.
    • Mira cómo son las hojas en Internet para identificar una planta de hiedra.
    • La hiedra inglesa y la hiedra de Boston poseen hojas grandes y se propagan muy rápido.
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    Utiliza varios esquejes de una planta de hiedra existente si es posible. Busca una sección de una planta de hiedra que tenga la madurez suficiente para que el tallo sea leñoso y fuerte, pero que aún sea lo suficientemente flexible para doblarse. Toma 3 o 4 esquejes para asegurarte de que al menos 1 de ellos desarrolle raíces y crezca. [2]
    • También puedes comprar esquejes con raíces bien establecidas en un centro de jardinería, en una tienda de mejoramiento del hogar o en un vivero para mayor comodidad.

    Variación: puedes plantar la hiedra a partir de semillas utilizando un paquete de semillas de hiedra o recolectando las bayas de una planta de hiedra madura y retirando las semillas. Remójalas en un vaso con agua a temperatura ambiente por 24 horas para ayudar a que los plantones broten de la cáscara. Luego, plántalos a 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de profundidad en un recipiente con tierra para macetas universal. Al cabo de 6 semanas, puedes trasplantarlos al exterior. [3]

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    Corta secciones de 13 cm (5 pulgadas) con un cuchillo afilado justo por debajo de un nudo. Un nudo es un bulto pequeño donde una hoja crece o ha crecido desde el tallo de una planta de hiedra. Con un cuchillo afilado, retira una sección de la hiedra cortando justo por debajo del nudo con un corte lo más limpio posible de modo que el tallo no quede muy dañado y las raíces crezcan. [4]
    • La punta, o el extremo de una planta de hiedra, suele ser el mejor lugar para sacar un esqueje, pero asegúrate de que aún sea flexible.
    • También puedes utilizar un par de tijeras afiladas o tijeras de podar para cortar la hiedra.
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    Coloca los esquejes en un vaso de agua en una zona soleada. Llena un vaso transparente con agua a temperatura ambiente hasta la mitad. Mete todos los esquejes de hiedra en el vaso de agua y colócalo en un lugar cálido y soleado como el marco de una ventana o la encimera de la cocina que reciba mucha luz solar. [5]
    • La temperatura ambiente debe estar entre 16 y 27 °C (60 y 80 °F).
    • Utiliza un vaso transparente para poder ver las raíces cuando empiecen a formarse.
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    Espera hasta que veas crecer las raíces antes de plantar la hiedra. Al cabo de unos días, debes ver raíces blancas diminutas y pilosas que sobresalen de los extremos de los esquejes de la hiedra. Cuando veas la formación de raíces, puedes trasplantar los esquejes de hiedra a una maceta de interiores o a la tierra exterior para empezar a cultivarlos. [6]
    • Evita mover o perturbar los esquejes para que puedan producir sus raíces.
    • Los esquejes de hiedra pueden sobrevivir en el vaso de agua por varias semanas, así que podrías plantarlos cuando estés listo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Plantar los esquejes

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    Utiliza una maceta con agujeros de drenaje en la base. La hiedra necesita que la riegues de vez en cuando, pero si se asienta en mucha humedad por mucho tiempo, las raíces pueden pudrirse y la planta morirse. Elige una maceta que permita el drenaje de modo que no debas preocuparte por regar en exceso la hiedra. [7]
    • Diseña una maceta que destaque la planta de hiedra y añada al aspecto y el estilo de la habitación.
    • Decora tu propia maceta para añadir un toque animado a tu planta de hiedra.
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    Llena la maceta con tierra para macetas universal. Las plantas de hiedra necesitan tierra neutra para que los esquejes sobrevivan y las plantas jóvenes se desarrollen. Utiliza tierra para macetas universal y viértela en la maceta dejando un espacio de 2,5 cm (1 pulgada) en la parte superior, de modo que la tierra no se derrame ni se caiga de la maceta. [8]
    • Aplana ligeramente la tierra para compactarla un poco.
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    Haz agujeros de 7,5 cm (3 pulgadas) en la tierra, separados a una distancia de 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas). Con la yema de tu dedo o un lápiz, haz agujeros lo suficientemente profundos en la tierra para permitir que las raíces delicadas de los esquejes se extiendan con facilidad. Haz 1 agujero por cada esqueje que planees plantar en la maceta. [9]
    • Los agujeros deben ser lo bastante anchos para contener el tallo de los esquejes de hiedra.
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    Mete las raíces en el agua y el polvo para esquejes. El polvo para esquejes es una hormona de crecimiento que ayuda a los esquejes a desarrollar raíces. Toma los esquejes de hiedra, mete los extremos de las raíces en un poco de agua y luego mételos en el polvo para esquejes. [10]
    • Revisa el paquete para asegurarte de seguir el proceso de aplicación de forma correcta.
    • El polvo para esquejes está disponible en las tiendas de artículos para jardinería y en Internet.

    Consejo: si no tienes acceso al polvo para esquejes, puedes plantar los esquejes directo en la tierra, pero será más difícil que las raíces se establezcan.

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    Coloca al menos 3 esquejes de hiedra en la maceta. Para que al menos 1 de los esquejes tenga las mejores probabilidades de sobrevivir y crecer en la maceta, planta al menos 3 esquejes en la tierra. Los agujeros deben estar separados al menos a 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) entre sí, de modo que las raíces no tengan que competir. Inserta los extremos de los esquejes en los agujeros y aplana la tierra de alrededor de modo que queden erguidos. [11]
    • Puedes plantar tantos esquejes como desees, solo asegúrate de que haya suficiente espacio entre ellos de modo que puedan crecer.
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    Riega la tierra al terminar de plantar los esquejes. Utiliza una regadera o una taza de agua y vierte con suavidad el agua sobre los esquejes y la tierra. Cuando veas que el agua sale de los agujeros de drenaje en la base de la maceta, deja de regar. [12]
    • Ten cuidado de no tumbar los esquejes o arrastrarlos fuera de la tierra.
    • Riega el agua en incrementos cortos y déjala penetrar la tierra antes de añadir más.
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    Coloca la hiedra bajo la luz solar brillante e indirecta. Una habitación o un marco de ventana soleado es un excelente lugar para que la planta de hiedra reciba suficiente luz solar para que crezca de forma saludable. Pero no la coloques en un lugar que reciba luz solar directa y constante o los esquejes se freirán. [13]
    • Debes esperar hasta 6 semanas para que las raíces se establezcan y la hiedra empiece a crecer de verdad.
    • Si vives en un lugar frío, también asegúrate de que la hiedra se mantenga caliente.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Trasplantar la hiedra al exterior

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    Planta los esquejes de hiedra en primavera u otoño. Espera hasta que los esquejes de hiedra hayan desarrollado un sistema radicular fuerte para plantarlos en el exterior en primavera u otoño y así darles las mejores probabilidades de supervivencia. El calor del verano y el frío del invierno harán que la temperatura de la tierra sea muy extrema para que las raíces crezcan y las plantas se desarrollen. [14]
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    Busca una zona con tierra fértil y buen drenaje. Las raíces de la hiedra pueden pudrirse si se asientan en agua estancada, así que busca una zona donde el agua de lluvia no se acumule. Si ya hay plantas que están desarrollándose en la tierra, esto sugiere que la tierra es fértil y adecuada para plantar la hiedra. [15]
    • Si hay zonas secas de tierra, significa que la tierra es seca y no será adecuada para plantar.
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    Coloca las plantas de hiedra en un lugar con sombra parcial. La hiedra adora crecer en ambientes con sombra y empezará a propagarse con rapidez. Al momento de elegir un lugar para las plantas de hiedra, busca zonas que no estén expuestas a la luz solar directa como debajo de un árbol o junto a un edificio. [16]
    • A algunas especies de hiedra también les va muy bien en el sol brillante. Investiga sobre las especies de hiedra que vas a plantar para elegir el mejor ambiente de plantación.
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    Elige una zona cerca de una estructura resistente para permitir que la hiedra trepe. La hiedra se extenderá y crecerá sobre casi cualquier cosa. Pero con el paso del tiempo, su peso puede dañar una estructura o incluso hacerla colapsar. Si quieres que la hiedra trepe, colócala cerca de una espaldera, un árbol, una pared, un edificio o cualquier otro tipo de estructura resistente y en buenas condiciones. [17]
  5. Con las manos, un lápiz o un palito, haz 1 agujero por cada uno de los esquejes de hiedra que vas a plantar. Asegúrate de que haya suficiente espacio entre ellos para que las raíces no se enreden y las plantas puedan sobrevivir al trasplante. [18]
    • Con el tiempo, las plantas de hiedra crecerán y se mezclarán para formar un grupo grande, pero los esquejes necesitan su propio espacio para adaptarse a la tierra.

    Consejo: si vas a plantar la hiedra como una enredadera que quieres que crezca sobre una estructura, una cerca o un árbol, haz los agujeros a 60 cm (2 pies) de distancia.

  6. Sostén la maceta que contiene la hiedra en una mano y utiliza la otra mano para sostener la tierra que rodea la hiedra. Pon la maceta boca abajo y desliza la hiedra y la tierra para sacarlas. Toma el esqueje y coloca con suavidad las raíces en el agujero. Empuja la tierra que lo rodea para quede en su lugar y el esqueje se mantenga apoyado en la tierra. [19]
    • Aplana la tierra que rodea la planta con tus manos, de modo que quede más compacta y la hiedra se mantenga asegurada.
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    Riega las plantas de hiedra 2 o 3 veces por semana después de plantarlas. Vierte suavemente el agua en cada planta con una regadera o un vaso de agua. Añade suficiente agua para saturar la capa superficial de la tierra, a fin de permitir que las raíces crezcan en ella. Riega las hiedras recién trasplantadas un par de veces por semana para ayudar a que las raíces se establezcan. [20]
    • Ten cuidado de no volcar el agua y tumbar las plantas o arrastrarlas fuera de sus agujeros.
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