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Los pensamientos son plantas de jardín que pueden brindarle color cuando las demás plantas no estén floreciendo. Estos son fáciles de cultivar y una buena opción para recipientes, sobre todo en los periodos más fríos del año. Ve al primer paso para elegir la maceta adecuada, brindarles las condiciones adecuadas y asegurarte de que se desarrollen por completo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Elegir las flores

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  1. Los pensamientos son fáciles de cultivar a partir de semillas, y esta suele ser la opción más barata para conseguir estas plantas.
    • Sin embargo, puedes comprarlos en un vivero como plántulas. Estas suelen estar disponibles en la primavera y el otoño. Si compras pensamientos en el otoño, tendrás que plantarlos 6 semanas antes de la primera helada. Esto les dará tiempo para asentarse en la tierra y poder resistir el clima frío.
      • Cuando elijas plantas, lo mejor es elegir las que tengan capullos en lugar de flores abiertas, ya que brindarán más flores a lo largo de su vida que aquellas que ya las tienen.
  2. La mayoría de los amantes de la jardinería eligen pensamientos teniendo en cuenta el color de la flor, pero también debes considerar su tamaño. Los más pequeños suelen tener floraciones a 2,5 cm (1 pulgada), mientras que los más grandes las tienen hasta a 7,5 cm (3 pulgadas). [1]
    • También encontrarás variedades arrugadas, lisas y colgantes. Estas últimas serán adecuadas para recipientes como cestas colgantes.
  3. Los pensamientos son adecuados para recipientes y macetas, y algunas variedades colgarán más (quedarán un poco suspendidas y colgarán más bajo) que otras. En general, estos forman grupos de flores en lugar de extenderse, por lo que no cubrirán mucho el suelo. Por ello, a veces es una buena idea combinarlos con otras flores. [2]
    • Los pensamientos son adecuados para otras plantas que florecen en la primavera, como los narcisos o los jacintos de uva. Estas son buenas plantas de bordes que puedes combinar con otras más largas.
    • Algunos amantes de la jardinería eligen una planta llamativa, otra de relleno y una colgante para plantar en recipientes. Una planta llamativa atraerá las miradas, la de relleno ocupará el espacio y brindará un fondo atractivo, y la colgante se extenderá por el borde y creará una forma natural interesante. Algunas variedades serán más adecuadas como colgantes, mientras que otras serán mejores rellenos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Plantar los pensamientos

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  1. A los pensamientos les va mejor con la tierra de drenaje libre, por lo que debes elegir una maceta o un recipiente con agujeros de drenaje. Usa abono orgánico ligero y de drenaje libre. [3]
    • Puedes colocarlos en un recipiente poco profundo, ya que sus raíces no son muy profundas. Pueden tolerar que los coloques un poco hacinados, pero no los plantes más cerca de 15 cm (6 pulgadas).
  2. Luego cúbrelas con una capa delgada de abono orgánico o vermiculita. Estas germinarán mejor a una temperatura ambiente fresca de 16 °C (60 °F). [4]
    • Puedes elegir las mejores plántulas y colocarlas en macetas una vez que tengan el tamaño suficiente como para sostenerlas sin dañarlas. Este suele ser el punto en el que tienen 5 hojas.
    • También puedes sembrarlas directamente en macetas individuales.
  3. A los pensamientos les va mejor en un lugar soleado; pero si vives en un clima cálido, considera un área con sombra parcial, ya que no toleran demasiado calor. A ellos les va mejor en temperaturas frescas y no aguantarán el calor de una casa, así que no los lleves adentro. [5]
    • Puedes plantar las plántulas al aire libre en el otoño, en cuyo caso tendrás que protegerlas de las condiciones climáticas más adversas. Por ejemplo, puedes usar campanas protectoras durante las nevadas considerables. Algunas personas también cubren los pensamientos con ramas de hoja perenne de su árbol de Navidad para protegerlos de las peores condiciones climáticas. Otras les aplican un mantillo de paja o agujas de pino para mantenerlos libres de nieve.
  4. Revisa el paquete de las semillas para identificar las instrucciones específicas, pero ten en cuenta que puedes plantar la mayoría de los pensamientos en el verano. Si prefieres esperar a la primavera para plantarlos, un invernadero o un vivero pueden ser la mejor opción para ellos durante el invierno. Puedes plantarlos al aire libre a inicios de la primavera, quizás en marzo.
    • También puedes sembrarlos a la mitad del invierno (alrededor de enero o febrero), para las flores de verano. Lo mejor es hacerlo si vives en un área en la que los veranos no son muy calurosos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar los pensamientos en macetas

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  1. Los pensamientos cultivados en macetas y recipientes necesitarán que los rieguen con frecuencia. Por lo general, las plantas en recipientes necesitan un riego más frecuente que las plantadas en el suelo, ya que se secan con más rapidez. Los pensamientos no deben estar en tierra permanentemente húmeda. Por ello, como pauta general, solo riégalos una vez que la tierra esté seca al tacto. [6]
    • El mantillo será beneficioso para estas plantas, ya que las ayudará a retener el agua en la tierra y también protegerá las raíces en el clima frío. Considera agregar una capa de 5 cm (2 pulgadas) de estiércol descompuesto o algo similar alrededor de la base de la planta. Lo mejor es hacerlo en la primavera o el verano.
  2. Además del mantillo, debes fertilizar las plantas una vez al mes para garantizar que tengan la mejor salud y vuelvan a florecer. Puedes agregarle un fertilizante de nitrógeno soluble en agua a la regadera una vez al mes. [7]
    • Sin embargo, no lo apliques en exceso, o los pensamientos podrían volverse muy largos. Solo úsalo una vez al mes por un tiempo y modifica su uso según corresponda.
  3. Siempre debes proteger las plantas jóvenes de las babosas y los caracoles, además de las demás enfermedades de las plantas. Las manchas en las hojas a veces pueden contenerse al rociarlas, pero es difícil curar las enfermedades por completo. [8]
    • Estas plantas pueden ser vulnerables a las enfermedades. Retira los brotes amarillos o marchitos, y deséchalos (no hagas abono orgánico con materia vegetal enferma). Si las plantas se ven afectadas por el moho, por lo general, lo mejor es retirar toda la planta para evitar que se propague.
  4. Retirar las flores que están muriendo y los semilleros que se desarrollen es una buena manera de garantizar que la planta vuelva a florecer. Si los pensamientos crecen muy largos y desordenados, puedes recortarlos y dejar que vuelvan a crecer en una forma más compacta. [9]
    • Para ello, recorta los tallos a una altura aproximada de 5 cm (2 pulgadas). La mejor manera de hacerlo es cortar cada tallo justo por encima del grupo de hojas más cercano a esta longitud.
  5. Los pensamientos suelen morir en el calor del verano, pero a veces pueden vivir a lo largo de los meses más calurosos si los cuidan bien. Si lo haces con éxito, volverán a florecer en el otoño, justo a inicios del invierno. Para prolongar su periodo de vida de esta forma, recorta las plantas una vez que el clima empiece a calentarse a fines de junio o inicios de julio. [10]
    • Corta los tallos por encima del grupo de hojas más cercano. Debes recortar a una altura aproximada de 5 cm (2 pulgadas). Si puedes mover el recipiente, retíralo de la luz directa del sol y llévalo a un lugar más fresco.
    • Recuerda seguir regando la planta a lo largo del verano y así podría volver a florecer en el otoño.
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