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Si quieres añadirle un arce colorido y resistente a tu paisaje, tenemos buenas noticias: sin importar la variedad que elijas, los arces son muy fáciles de plantar. Antes de cavar, averigua un poco y elige la variedad más adecuada para tu clima, espacio disponible y condiciones del suelo. A partir de allí, ¡básicamente solo tendrás que cavar un agujero grande, colocar el árbol en él y llenarlo con tierra y mucha agua!

Parte 1
Parte 1 de 3:

Elegir la especie y la ubicación

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  1. Los arces son árboles resistentes que pueden sobrevivir en diversos climas. Sin embargo, algunas especies son más adecuadas para ciertas condiciones, por lo que es mejor consultar con un arbolista o un experto de un vivero de árboles a fin de conseguir consejos sobre las mejores opciones en tu área. Asimismo, ten en cuenta que las especies pueden variar de los arces japoneses de tamaño de arbusto a los arces azucareros que alcanzan una altura de 23 m (75 pies) y una extensión de copa de 15 m (50 pies). Por ello, elige una especie adecuada para tu espacio disponible. [1]
    • En los EE. UU., la mayoría de especies de arce son más apropiadas para las zonas 3 a 8 del USDA, un área que cubre la mayor parte de los Estados Unidos continentales. Por ejemplo, a los arces japoneses les va mejor en las zonas 5 a 8; a los plateados, en las zonas 3 a 9; y a los noruegos rojos, en las zonas 3 a 7. [2]
    • El arce rojo ( acer rubrum ) es una de las especies de arce americano más usadas, y en promedio tiene una altura de 15 m (50 pies) y una extensión de copa de 9 m (30 pies) cuando alcanza la madurez. [3]
  2. Plantar un arce cerca de tu casa puede brindarte sombra maravillosa. Sin embargo, cuando la copa de todo tipo de árbol que plantes se desarrolle por completo, no deberá tocar tu casa ni colgar sobre ella. Por ello, si el arce plateado ( acer saccharinum ) que eliges tiene una copa que mide en promedio 15 m o 50 pies (es decir, 7,5 m o 25 pies desde el troco), plántalo como mínimo a 9 m (30 pies) de tu casa. [4]
    • Las ramas colgantes pueden obstruir las canaletas con hojas y causar daños durante las tormentas. Además, el sistema de raíces de los árboles se extiende bajo la tierra por lo menos tanto como la copa, y puede dañar los cimientos de tu casa.
    • Asegúrate de que no haya cables de servicios colgando en la parte superior o bajo la tierra en el área en donde se encuentre la copa madura y el sistema de raíces (el cual tiene una extensión casi idéntica a la de la copa). ¡Comunícate con las compañías de servicios básicos de tu localidad para señalizar sus conexiones bajo tierra antes de cavar!
  3. Los arces se desarrollan bajo la luz plena del sol, pero también toleran la sombra parcial. Si eliges un lugar que en promedio reciba menos de 4 horas de luz directa del sol al día, probablemente sobreviva, pero sin alcanzar su tamaño completo. [5]
    • Algunas variedades tienen necesidades de luz solar un poco diferentes. Por ejemplo, los arces noruegos pueden tolerar un poco de sombra parcial, los sango kaku pueden soportar sombras ligeras, y los arces de papel necesitan la luz completa del sol. [6]
  4. A los arces les va mejor en la tierra que se mantiene húmeda la mayor parte del tiempo, pero que también drena con rapidez. [7] Mide el drenaje de la tierra al cavar un agujero con una profundidad de 30 cm (1 pie), llenarlo con agua y dejar que esta se drene por completo. Vuelve a llenarlo con agua y mide el tiempo que tarda en drenarla por completo nuevamente. Si tarda de 5 a 15 minutos, la tierra es ideal para arces. [8]
    • Si tarda más de 15 minutos, esto significa que no lo es. Toda tierra que tarde más de 60 minutos no es adecuada para el arce.
    • La tierra que drena en menos de 5 minutos es aceptable, pero el árbol podría requerir riegos frecuentes a medida que se asiente.
  5. Mide la tierra siguiendo las instrucciones del kit, las cuales suelen ser como las siguientes: cava un agujero de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de profundidad en la tierra, retira toda roca o ramita, y llena el agujero con agua destilada. Introduce el medidor en el agua con lodo y espera alrededor de un minuto. Revisa la lectura de pH o usa la guía de códigos de color incluida en el kit. [9]
    • Puedes comprar un kit de medición de pH en el centro de jardinería local.
    • Si el pH de la tierra está fuera del rango de 5 a 7, será mejor que plantes otra especie de árbol. Puedes modificar el pH con acondicionadores, pero es muy difícil mantener un pH alterado de forma consistente, ¡sobre todo porque los arces pueden vivir entre 100 y 300 años! [10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Llevar a cabo el proceso de plantación

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  1. En muchos climas, finales de la primavera e inicios del otoño son los mejores momentos para plantar arces. Elige un tiempo en el que la temperatura del aire sea fresca y cómoda, no helada ni demasiado caliente. Asimismo, la tierra debe estar fresca, no congelada (ni casi congelada). Estas condiciones fomentarán el desarrollo de raíces. [11]
    • En algunos climas, el otoño es el mejor momento para plantarlos, mientras que la primavera es ideal en otros climas. La mejor opción es consultar con un profesional en un vivero o una oficina de extensión agrícola de la localidad. [12]
  2. Por ejemplo, si el árbol tiene un cepellón de 60 cm (2 pies) de ancho y 60 cm (2 pies) de profundo, cava un agujero de 2 m (6 pies) de ancho y 60 cm (2 pies) de profundo. Usa la misma fórmula que usarías si plantaras un árbol de raíces desnudas sin cepellón. [13]
    • Esta profundidad del agujero podría ser un poco excesiva cuando tengas que colocar el árbol, pero es más fácil cavarlo más profundo ahora y rellenarlo según sea necesario.
    • Si la tierra es muy arcillosa, rasca canales en las paredes laterales y el fondo del agujero con un rastrillo de mano o la punta de una pala de tierra. Esto hará que el agua y las raíces puedan penetrar el suelo arcilloso con más facilidad.
  3. Si el arce está en un recipiente de vivero, sujeta el tronco y levántalo para retirarlo. Si está atorado, corta el recipiente. Colócate guantes de jardinería (si aún no lo has hecho) y usa los dedos para soltar las puntas de las raíces alrededor del exterior del cepellón. Si el cepellón está muy compactado, usa una manguera de jardín para retirar parte de la tierra compactada alrededor del exterior. [14]
    • Si el cepellón está envuelto en yute, tan solo corta este último con tijeras de jardinería y luego suelta las puntas de las raíces.
    • Un árbol de raíces desnudas requerirá una preparación mínima en las raíces (o ninguna en lo absoluto). Tan solo suelta las puntas que estén unidas.
  4. Levanta el árbol del tronco y colócalo parado en el centro del agujero. En la tierra ideal, la parte superior del cepellón debe estar nivelada con el suelo a su alrededor o unos centímetros o pulgadas por encima. Si este es el caso, continúa. [15]
    • Si el drenaje de la tierra es poco ideal, deja hasta 1/3 del cepellón por encima del nivel del suelo. En este caso, levanta el árbol, agrega con la pala parte de la tierra que has retirado, vuelve a colocar el árbol y haz modificaciones según sea necesario.
  5. Si la tierra de relleno que has retirado para crear el agujero de plantación es arenosa o muy seca, reemplaza del 25 % al 50 % con una mezcla equivalente de tierra superficial embolsada y musgo de turbera o abono orgánico. Si es tierra o arcilla muy compactada, reemplaza del 25 % al 50 % con tierra superficial o una mezcla de plantación embolsada. Tan solo retira parte de la tierra de relleno, agrega las adiciones y usa la pala para mezclar la nueva tierra de relleno. [16]
    • ¡Retira toda roca mientras lo hagas!
    • Si mejoras la tierra de esta manera, esto ayudará al árbol a desarrollarse a una etapa temprana y facilitará su transición a la tierra del área.
  6. Usa la pala y la mezcla de tierra de relleno para llenar el agujero a la mitad, luego agrega de 4 a 8 L (1 o 2 galones) de agua de manera uniforme sobre la tierra para eliminar toda burbuja de aire. Luego de que el agua penetre, llena el resto del agujero al nivel de la tierra circundante y agrega otros 4 a 8 L (1 o 2 galones) de agua. [17]
    • Si tienes un ayudante, haz que sostenga el tronco del árbol para mantenerlo totalmente erguido. Si estás trabajando solo, sostén el tronco con una mano y rellena la tierra con la otra.
    • Si la parte superior del sistema de raíces está por encima de la altura del suelo, acumula suficiente tierra como para cubrir las raíces expuestas con una capa de un par de centímetros o pulgadas.
  7. Usa el fondo plano de la herramienta o la hoja de la pala para darle golpes reiterados a la tierra que rodea el tronco del árbol. Podrías tener que agregar un poco más de tierra de relleno para nivelar el resto de la tierra con el suelo. Si es así, compáctala y repite el proceso según sea necesario. [18]
    • Si la parte superior del cepellón está por encima del nivel del suelo, compacta la cantidad pequeña de tierra que lo cubre de forma muy ligera.
  8. El mantillo debe cubrir toda el área con tierra de relleno o extenderse 90 cm (3 pies) desde el tronco; lo que sea más grande. Sin embargo, ¡no lo acumules contra el tronco! Es más, deja un espacio de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) entre el tronco y el mantillo. [19]
    • Esta profundidad y extensión del mantillo bastarán para retener la humedad y limitar el crecimiento de maleza. No será necesario que agregues más.
    • Si acumulas el mantillo contra el tronco, su humedad podría hacer que la corteza del árbol se pudra y podría matar el arce que acabas de plantar.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Regarlo y cuidarlo

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  1. Unos días después de plantar el árbol, cava un agujero pequeño a una profundidad de 15 cm (6 pulgadas) cerca del borde del lecho de mantillo. Si la tierra está seca, agrégale agua a todo el lecho de mantillo hasta que la tierra esté húmeda, pero no empapada en el fondo del agujero. Repite este proceso en intervalos de unos días hasta que tengas una idea exacta de cuánta agua debes agregar (y con qué frecuencia) para mantener la tierra húmeda. [20]
    • Riega el árbol según sea necesario por al menos el primer año después de plantarlo.
    • Por ejemplo, podrías tener que agregar de 11 a 15 L (3 o 4 galones) de agua dos veces a la semana.
    • Si las ramas de los árboles y las hojas empiezan a marchitarse en el arce, esto significa que no recibe suficiente agua.
  2. El uso de estacas es opcional para los arces. Para usarlas en un arce que acabas de plantar, coloca 2 o 3 alrededor del tronco separadas a la misma distancia. Colócalas a 60 cm (2 pies) del tronco y en un ángulo de 45° lejos de él. Ata una cuerda de nailon en cada estaca. Envuelve una cubierta de goma alrededor del tronco en donde quieras atar la cuerdas, y luego átalas alrededor del tronco, pero sin ajustar mucho. [21]
    • Retira las estacas después del primer año de crecimiento luego de plantar. De lo contrario, podrían restringir el crecimiento del tronco.
  3. Podar es muy útil durante los primeros años de crecimiento, ¡pero no exageres! Usa tijeras de jardinería afiladas para cortar las partes muertas, dañadas, entrelazadas o que cuelguen a una altura baja en no más de 2,5 cm (1 pulgada) del tronco o la rama. Corta lo más cerca posible sin dañar la corteza del tronco o la rama. [22]
    • Durante la primavera, poda toda rama que brote cerca de la línea del suelo.
    • En el verano, poda las ramas muertas, dañadas, torcidas o las que quieras quitar por fines estéticos.
    • En el invierno, vuelve a podar tal como lo has hecho en el verano. [23]
  4. Consulta con un experto en un vivero de árboles o la oficina de extensión agrícola de la localidad, para saber con exactitud a qué prestarle atención en el área. Para garantizar la supervivencia del árbol, trata de inmediato los daños causados por diversas enfermedades, insectos como las orugas y los áfidos, y los animales salvajes como los ciervos y los roedores. [24]
    • El arce suele ser muy resistente contra los daños causados por insectos, pero es propenso a los daños en la corteza debido a los animales salvajes como los ciervos. Considera colocar un cerco de plástico o metal alrededor del tronco de manera holgada si ves que falta corteza o identificas otros signos de daño.
    • Las enfermedades pueden generar manchas en las hojas, daños en la corteza u otros problemas. Consulta con un arbolista si crees que hay signos de enfermedad.
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Cosas que necesitarás

  • kit de medición de pH
  • pala
  • tierra superficial, abono orgánico, mezcla de cultivo o musgo de turbera
  • mantillo
  • suministro de agua
  • tijeras de jardinería

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