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Los tomates son geniales para la salud y podemos darles la bienvenida a este mundo tan solo plantando una rodaja. Sigue estos sencillos pasos y tendrás una planta de tomates en tu casa en tan solo un mes.

Método 1
Método 1 de 3:

Prepara el lugar para el tomate

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    Escoge el lugar apropiado. Es importante tener un lugar específico donde el tomate deberá crecer. Si prefieres que tu tomate crezca en un lugar con mucho espacio, puedes plantarlo en el patio de tu casa, y en caso de que no tengas un patio (o no prefieras plantarlo en el patio) usa una maceta grande donde el tomate pueda crecer, ¡pero recuerda que debe ser una maceta grande!
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    Llena el lugar con tierra. En caso que tu patio ya tenga tierra, haz un hueco donde quieras plantarlo, no tan profundo ni tan arriba. Si lo plantarás en una maceta, llénala con tierra y haz un hueco, no tan profundo ni muy arriba.
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Método 2
Método 2 de 3:

Planta la rodaja

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    Corta un tomate y quítale los bordes. Un tomate común, que sea de la heladera o directamente de la verdulería. Córtalo en rodajas finas y quítale los bordes.
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    Inspecciona las semillas . Las semillas de tomate seguramente estarán en buen estado, pero en algunos casos, puede haber semillas una arriba de la otra. Esto no debería suceder, así que quítale las que estén sobre ella.
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    Plántala. Recoje la rodaja y ponla en el hueco que cavaste sobre la tierra. Luego, cúbrela con tierra y riégala.
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    Espera un mes. A lo largo de un mes, aproximadamente, si es que la semilla crece bien, comenzará a crecer cada día más. Luego de varios meses que la planta haya crecido, ¡comenzarán a crecer los tomates! Pero ten en cuenta que la temporada de tomates, es generalmente entre julio y octubre, siempre y cuando la planta sea lo suficientemente grande como para soportar el peso de los tomates.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuídala

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    Riégala. Agrégale medio vaso de agua día por medio mientras sea pequeña, en cambio, si la planta está más crecida, riégala cada 5 o 7 días (máximo). Si llueve y la planta está al descubierto, cuéntalo como si fuera tu propio riego.
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    Cuídala de los insectos. Insectos como las hormigas y babosas, siempre estarán en la tierra del patio o aparecerán en tu maceta en busca de comida, pero ten en cuenta que es peligroso para tu planta.
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    Coloca jaulas alrededor de la planta. Existen jaulas para que las plantas crezcan más derechas, y es una buena forma de cuidar a la planta durante el primer año de vida. Aunque estos son opcionales.
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    Reconoce cuándo se queman las hojas. Aunque la planta debe tener una humedad de de 70 a 90 % de humedad, y de 15 a 30 grados, no debemos confundirlos con el sol excesivo. Sí, las plantas de tomates necesitan mucho sol, pero cuando la planta recibe demasiado de este, las hojas se pondrán amarillas. Déjala una semana bajo un techo si es que esto sucede, y si no funciona, ¡es tiempo de comenzar a podarla!
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Consejos

  • Si la maceta es casera, es decir que es un frasco, o algo parecido, deberás hacerle un hueco debajo y colocar un plato o algo debajo, porque la planta expulsará el agua que no necesita.
  • No la maltrates. Si juegas con la pelota y a menudo golpeas a la planta, esta podrá lastimarse y tardar varios días en recuperarse, o romperse y morir. ¡Ten mucho cuidado!
  • Espera el momento para podarla. Podar una planta de tomates no es un trabajo fácil. Pero sí es importante. Para podarla, la planta debe tener más de 30 centímetros de altura.
  • Cuídala de los malos brotes. A lo largo del tiempo, tu tomate comenzará a verse más debilitado, ya que existen unos brotes que aparecen detrás de una de las ramas y el tallo del tomate, que suelen sacarle fuerza y los tomates pueden crecer dañados. Ya sean pequeñas, como sean grandes, es importante quitárselos.
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