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Si eres un jardinero primerizo, aprender a cultivar verduras puede resultarte una actividad satisfactoria, ya que rinde frutos abundantes al momento de la cosecha. Para comenzar, debes aprender cómo, dónde y cuándo plantar las verduras que deseas cultivar. Esta actividad requiere una planificación previa de tu parte para asegurarte de que las plantas se desarrollen bien. Además, plantar verduras requiere dos tipos de inversión: una de dinero (para comprar semillas, plantones y remediación de suelos) y otra de tiempo (para preparar el suelo, plantar las verduras y cuidarlas a medida que crecen).

Parte 1
Parte 1 de 3:

Planificar la plantación de las verduras

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  1. Debes informarte acerca de las verduras que crecen con éxito en tu área. La ubicación es uno de los factores más importantes si deseas cultivar verduras con éxito. Debes investigar un poco acerca del área en la que te encuentras y solo decidirte por aquellas verduras cuyo crecimiento sea compatible con el clima. Si buscas las áreas de cultivo de tu país, lograrás conocer qué plantas se desarrollan bien en tu área. [1]
    • Debes comenzar con cantidades pequeñas. Lo más probable es que desees plantar una tonelada de verduras diferentes, pero si apenas estás comenzando a trabajar en el jardín, lo mejor es que centres tu energía en unas cuantas. [2] Cultivar verduras puede requerir un compromiso más importante de lo que la gente espera, por lo que debes comenzar de manera gradual para que no te termines abrumado.
    • En cuanto obtengas más experiencia, podrás reproducir el clima de otras áreas para cultivar cualquier verdura que te guste. Sin embargo, si apenas estás comenzando en la jardinería, plantar verduras que son difíciles de cultivar en tu área probablemente te resulte una actividad frustrante e infructuosa.
  2. En general, debes escoger un lugar en el que el sol brille durante al menos 6 horas al día. [3] Esto se conoce como "luz solar directa". Si deseas plantar una verdura que no requiere luz solar directa todo el día, necesitarás ubicar un área de tu jardín que cuente con una cantidad significativa de sombra.
    • No necesariamente tienes que plantar las verduras directamente en el suelo. La plantación de verduras en macetas puede resultar muy exitosa para una gran variedad de plantas y no requiere mucho espacio. [4] Existen varios beneficios en la jardinería de macetas. Por ejemplo, puedes desplazar fácilmente las plantas a una nueva ubicación si no estás contento con el lugar en el que las colocaste inicialmente y la tierra en la maceta por lo general produce menos maleza. Sin embargo, las plantas en las macetas necesitan regarse con mayor frecuencia y son más vulnerables a las temperaturas frías y calientes, ya que una maceta cambia la temperatura mucho más fácilmente que el suelo.
  3. Por lo general, las semillas se plantan directamente en el jardín, pero es probable que tengas que plantarlas dentro de casa para protegerlas de las heladas. [5] Puede resultarte muy costoso comprar plantones de verduras (plantas jóvenes que han sido cultivadas a partir de semillas en un invernadero en manos de un profesional), pero estos se asientan con mayor facilidad y se pueden plantar posteriormente durante la temporada de cultivo.
    • Algunas plantas son difíciles de cultivar a partir de sus semillas. Las plantas que tienen largos períodos de germinación, como el cilantro, pueden resultar difíciles de cultivar para los jardineros domésticos. Considera la posibilidad de invertir en el costo adicional de los plantones de verduras como esta.
    • Muchas plantas, incluida la lechuga, son en realidad más sencillas de cultivar a partir de sus semillas. Este es especialmente el caso de plantas como las zanahorias cuyo trasplante no resulta bien. Para plantas como estas, tiene sentido sembrar las semillas directamente en el suelo o en contenedores para germinación biodegradables (que puedes colocar en el suelo una vez que la planta germine). [6]
  4. Parte de la decisión sobre cuándo plantar las verduras dependerá de si vas a utilizar semillas o plantones. Además, si planeas plantar verduras diferentes, debes hacerlo en diferentes épocas del año. Existen muchas plantas que se desarrollan mejor en el sol del verano, pero también puedes cultivar una cantidad sorprendente de verduras durante los meses de invierno, en función de tu ubicación. [7]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Prepararte para plantar las verduras

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  1. Si compras semillas, debes escoger una marca y variedades de verduras que parezcan confiables. Es probable que desees llevar a cabo una investigación antes de acudir al centro de jardinería para decidir exactamente qué tipo de verduras deseas. Si vas a comprar plantones, debes escoger aquellos que luzcan saludables y no presenten decoloraciones ni manchas.
    • Considera la posibilidad de utilizar semillas o plantones orgánicos o no transgénicos. Aunque algunas personas no tienen problemas con la modificación genética ni los pesticidas, otras no toleran lo que este tipo de procesos implica en la propagación de sus alimentos. Sin embargo, la decisión está en tus manos.
    • También puedes conseguir semillas y plantas de buena calidad en mercados de productores agrícolas, intercambios de semillas patrocinados por organizaciones locales y compañías de catálogos de semillas a través de Internet.
  2. Esta remediación dependerán del estado actual del suelo y las necesidades de las verduras que deseas plantar. Si nunca antes has plantado en la ubicación que vas a utilizar, debes tomar una muestra del suelo y someterla una prueba. [8] Existen pruebas disponibles en todos los centros de jardinería que sirven para indicar el pH del suelo. En esta prueba, el suelo puede pasar de muy ácido a muy alcalino, o de muy arenoso a muy similar a la arcilla. Debes averiguar el tipo de suelo con el que cuentas y tratar de volverlo más neutral agregándole la remediación correspondiente.
    • Después de evaluar el suelo, debes agregarle un poco de abono. Este elemento le agregará materia orgánica que se descompone y básicamente se convierte en alimento para las plantas.
  3. Tómate el tiempo de escardar el terreno antes de plantar las verduras. Las malas hierbas competirán por los nutrientes con las plantas nuevas, haciendo que su desarrollo se vea frustrado. Debes eliminar toda la maleza de raíz, ya que muchas malas hierbas pueden regenerarse incluso si dejas algunas de sus raíces intactas.
  4. Debes cultivar o dividir el suelo en un área un poco más grande que aquella en la que se encontrarán las plantas. Los sistemas de las raíces de muchas plantas crecen hasta volverse bastante grandes, desplazándose hacia afuera desde donde la planta se sembró inicialmente. Puedes dividir el suelo utilizando una pala o un cultivador rotativo. A medida que mezclas el suelo, debes agregar la remediación que necesita en función de los resultados que arroje la prueba.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Plantar las verduras

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  1. Asegúrate de seguir las instrucciones en los paquetes de las semillas respecto a qué tan profundo y qué tan lejos debes plantarlas. Algunas semillas pueden crecer con facilidad desde una profundidad de 15 cm (6 pulgadas), mientras que otras deben ubicarse básicamente sobre la superficie del suelo. Por otro lado, las verduras deben plantarse de tal manera que el suelo existente se encuentre nivelado con la superficie.
    • Recuerda que algunas plantas solo pueden crecer en una dirección, lo que significa que una cierta parte de la semilla (o el diente) tiene que ubicarse apuntando hacia arriba para que crezca de manera adecuada. Por ejemplo, los dientes de ajo tienen una parte superior e inferior. Al sembrar esta planta, debe apuntar hacia arriba para que pueda crecer. [9]
  2. Si vas a utilizar semillas, vuelve a colocar la tierra en el agujero, asegurándote de que se encuentre firme pero no totalmente compactada. Si vas a sembrar plantones, debes colocar la tierra alrededor del plantón presionándola firmemente para que te quede erguido.
  3. La primera vez que las riegues, debes remojar toda el área. Luego, debes mantener la tierra húmeda, pero sin inundar las plantas. Una de las cosas más importantes que debes hacer es mantener un programa de riego para que las verduras se desarrollen bien. Debes inspeccionar las plantas y la tierra y ajustar el programa de riego según corresponda.
    • Si vas a sembrar plantas a partir de sus semillas al aire libre, debes mantenerlas constantemente húmedas hasta que germinen. A medida que crecen, puedes reducir la frecuencia de riego a una o dos veces por semana.
  4. Si te olvidas de las plantas, no se desarrollarán bien. Debes eliminar la maleza que emerge, abonar las plantas (si es necesario) y continuar regándolas. [10] Continúa cuidando de las verduras. Una vez que se hayan asentado correctamente, habrás terminado gran parte de tu trabajo.
    • Para evitar que la maleza crezca, considera la posibilidad de cubrir las verduras con mantillo. [11] El esfuerzo adicional que necesitas para colocar el mantillo rendirá sus frutos cuando no tengas que escardar repetidamente alrededor de las plantas.
    • Algunas plantas necesitan ser abonadas durante la temporada de cultivo para asegurar la cosecha, ya que absorben grandes cantidades de nutrientes del suelo. Debes asegurarte de estar al tanto de los requisitos de alimentación específicos de las plantas.
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