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Si has conseguido morcilla, decide cómo quieres prepararla. Ya que esta generalmente viene cocida al comprarla, simplemente tendrás que calentarla. Si quieres un sabor intenso y una textura crocante, córtala en rodajas y fríela en un poco de aceite para que se dore por ambos lados. Si prefieres que conserve su forma de embutido, hiérvela suavemente en agua antes de cortarla y servirla. Si quieres otro método fácil, córtala y gratínala con un poco de mostaza hasta que quede dorada.

Ingredientes

Morcilla frita con papas [1]

  • 4 morcillas
  • 4 papas medianas, peladas
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de páprika
  • 1/2 cucharadita de sal kosher
  • pimienta negra recién molida, al gusto

Rinde para 4 porciones

Morcilla hervida [2]

  • ½ kg (1 lb) de morcilla común o alemana (blutwurst)

Rinde para ½ kg (1 lb) de morcilla

Morcilla gratinada con verdes [3]

  • ½ kg (1 lb) de morcillas
  • 2 cucharadas de mostaza en grano
  • varios puñados de berro fresco, sin tallo
  • 1 a 2 cucharadas de aceite de sésamo, divididas
  • sal y pimienta negra, al gusto

Rinde para 4 porciones

Método 1
Método 1 de 3:

Morcilla frita con papas

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  1. Llena ¾ partes de una olla con capacidad para 3 litros. Luego, ponla a fuego alto para que el agua hierva. Mientras esperas a que rompa el hervor, toma 4 papas peladas y córtalas en cubos de 1 cm (½ pulgada).
    • Usa tu papa favorita para esta receta, por ejemplo, papa blanca o la roja.
  2. Cuando el agua empiece a hervir, echa los cubos de papa a la olla. Hiérvelos hasta que apenas empiecen a ablandarse al introducirles un tenedor. Luego, apaga el fuego y pon un colador en el fregadero. Escurre las papas usando el colador y ponlas a un lado.
    • Si no quieres freír la morcilla con las papas, puedes omitir estos pasos o usar otro vegetal, por ejemplo, papa dulce.
  3. Pon las morcillas sobre una tabla para picar y córtalas en rodajas con un cuchillo afilado. Al cortarla en rodajas habrá más área de superficie para que salgan más crocantes y con mejor sabor.
    • Si no encuentras morcilla, usa cualquier otro tipo de embutido a base de sangre.
  4. Echa 3 cucharadas de aceite de oliva a una sartén de hierro fundido y ponla a fuego bajo. Cuando el aceite esté caliente, echa las rodajas en la sartén. Cocínalas de 2 a 3 minutos y luego voltéalas con unas tenazas de cocina. Cocínalas unos 2 a 3 minutos más para que se doren por ambos lados.
    • Las morcillas comerciales ya vienen cocidas, así que solo tendrás que calentarlas hasta que estén bien calientes.
  5. Pasa las rodajas doradas a un plato y deja el aceite en la sartén. Echa las papas escurridas en el aceite caliente de la sartén.
  6. Espolvorea 1 cucharadita de páprika sobre las papas y cocínalas hasta que se doren. Revuélvelas de vez en cuando para que se cocinen parejo y se ablanden en el centro al introducirles un tenedor.
  7. Echa ½ cucharadita de sal kosher a las papas y sírvelas con las rodajas de morcilla. Espolvorea un poco más de páprika sobre las papas y las morcillas a modo de decoración.
    • Refrigera la morcilla que sobre en un recipiente con tapa por un máximo de 3 a 4 días. Si bien también puedes refrigerar las papas, se pondrán demasiado blandas entre más tiempo estén refrigeradas, así que te recomendamos guardarlas por separado.
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Método 2
Método 2 de 3:

Morcilla hervida

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  1. Pon una olla de por lo menos 3 litros de capacidad en la estufa y llénala hasta las ¾ partes con agua. Ponla a fuego alto para que el agua empiece a hervir.
    • Si quieres hacer más de ½ kg (1 lb) de morcilla, usa una olla más grande para que entre la cantidad deseada.
  2. Baja el fuego a uno medio para que el agua hierva suavemente. Con cuidado, echa el número de morcillas que quieras cocinar en el agua hirviendo.
    • Mantén la olla destapada para que puedas tener la garantía de que el agua hierve suavemente y no muy fuerte.
  3. Cocina las morcillas en el agua hirviendo hasta que estén bien calientes. Para hacer la prueba, retira una y córtala por la mitad para saber si el centro está caliente.
    • Si el agua parece haber llegado al punto de ebullición, baja más el fuego, ya que no querrás que las morcillas se deshagan.
    • Si las morcillas son pequeñas, empieza a revisarlas pasados unos 5 minutos para saber si están bien calientes.
  4. Apaga el fuego y usa unas tenazas de cocina para retirarlas de la olla. Usa un cuchillo afilado para cortarlas a lo largo o en rodajas de 3 cm (1 pulgada) y sírvelas de inmediato.
    • Puedes servir la morcilla hervida con puré de papa, manzanas tibias o chucrut .
    • Refrigera lo que sobre en un recipiente con tapa y consúmelo en un periodo máximo de 3 a 4 días.
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Método 3
Método 3 de 3:

Morcilla gratinada con verdes

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  1. Pon la rejilla superior de modo que esté a unos 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) por debajo del gratinador. También tendrás que sacar una bandeja para hornear.
  2. Saca ½ kg (1 lb) de morcillas y ponlas sobre una tabla para picar. Con un cuchillo afilado, corta cada una por la mitad a lo largo y luego ponlas en la bandeja para hornear con la parte cortada hacia arriba.
    • Usa una bandeja para hornear con paredes para evitar que las morcillas se caigan mientras mueves la bandeja.
  3. Pon la bandeja en la rejilla debajo del gratinador y gratina las morcillas hasta que estén doradas por encima. Míralas mientras gratinan para evitar que se quemen.
    • Como ya estarán cocidas, solo tendrás que calentarlas.
  4. Saca la bandeja de debajo del gratinador y usa unas tenazas para cocina para voltear cada morcilla. Saca 2 cucharadas de mostaza en grano y esparce un poco sobre cada una.
    • Si bien puedes usar otro tipo de mostaza, la mostaza en grano dará la mejor textura a las morcillas.
  5. Vuelve a poner la bandeja en la rejilla superior debajo del gratinador y gratina las morcillas hasta que empiecen a dorarse y la mostaza se caliente. Luego, apaga el gratinador y saca la bandeja.
  6. Echa varios puñados de berro fresco y sin tallo a un tazón grande. Viértele 1 cucharada de aceite de sésamo y usa tus manos o unas tenazas para ensalada para revolver el berro. Salpimienta al gusto.
    • Puedes echar la cucharada restante de aceite si el berro no queda bien enaceitado.
  7. Divide la ensalada de berro en 4 platos. Pon 2 de las morcillas sobre los verdes y también puedes acompañar este platillo con manzanas cocidas o compota de manzana.
    • Guarda la morcilla que sobre en el refrigerador por un máximo de 3 a 4 días. Evita refrigerar la ensalada de berro, porque se ablandará demasiado con el tiempo.
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Cosas que necesitarás

Morcilla frita con papas

  • tazas y cucharas medidoras
  • olla con tapa con capacidad para 3 litros
  • sartén de hierro fundido
  • colador
  • cuchillo y tabla para picar
  • tenazas de cocina

Morcilla hervida

  • olla con capacidad para 3 litros
  • tenazas de cocina
  • cuchillo y tabla para picar

Morcilla gratinada con verdes

  • tazas y cucharas medidoras
  • bandeja para hornear con paredes
  • cuchillo y tabla para picar
  • tenazas de cocina
  • platos para servir
  • tazón grande

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