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Preparar una parcela es un paso importante en el proceso de siembra. Eliminar la maleza y preparar el suelo adecuadamente garantizará que el jardín se desarrolle con éxito. También reducirá el mantenimiento necesario para la parcela. Empieza por elegir una buena ubicación y tamaño para la parcela. Luego, analiza el suelo y prepáralo adecuadamente para que la parcela florezca.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Diseñar la parcela del jardín

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  1. Las flores y las hortalizas suelen necesitar al menos seis horas de luz solar continua al día para desarrollarse. Sin embargo, algunas plantas prefieren la sombra o muy poco sol. Consulta las instrucciones de cultivo de las plantas que quieres cultivar antes de elegir el lugar.
    • Si las plantas necesitan pleno sol, busca un lugar en el jardín donde haya mucho sol directo durante la mayor parte del día. [1]
    • Si las plantas necesitan sombra parcial, observa el jardín a lo largo del día para ver dónde están las zonas de sombra y sitúa la parcela una de esas zonas.
  2. La parcela debe estar en un terreno plano y uniforme. De este modo, el agua se dispersará uniformemente en la parcela y todo crecerá de forma homogénea.
    • Si tienes que elegir un lugar con pendiente, tendrás que construir terrazas con tablas, rocas planas o bloques de madera. [2]
    • Asegúrate de que el lugar esté al menos a 3 metros (10 pies) de árboles y arbustos. No es conveniente que las raíces de los árboles o arbustos entren en la parcela del jardín, ya que esto puede alterar las plantas. La sombra de los árboles y los arbustos altos también puede afectar negativamente a la parcela.
  3. Los bancales elevados son cajones de madera colocados por encima del suelo. Estos son buenos para los climas más fríos porque la tierra se calienta más rápido en primavera y puedes plantar antes. Este tipo de huerto de jardín suele dar lugar a un mayor rendimiento de los cultivos, especialmente de las hortalizas. [3]
  4. Los bancales enterrados son más comunes que los elevados y son ideales para los climas más cálidos. Estos requieren menos riego que los bancales elevados. Tampoco cuestan nada, pero sí requieren que te agaches para desmalezar y darle mantenimiento. [4]
    • Los bancales enterrados son más propensos a la maleza y las plagas que los bancales elevados. También suelen producir menos cosechas.
  5. Por lo general, una parcela de jardín tendrá varios bancales. Tener varios bancales te permitirá cultivar varias plantas diferentes en una sola parcela. Así podrás rotar los distintos bancales para tener cosechas sanas cada año. En una parcela más pequeña, de 9 a 18 metros cuadrados (100 a 200 pies cuadrados), caben de cuatro a seis bancales. En una parcela más grande caben de ocho a diez bancales. [5]
    • Los bancales deben tener un anchura de 1,2 metros (4 pies) o menos para que sean fáciles de desmalezar y cuidar. También debes incluir caminos de unos 52 cm (21 pulgadas) entre los bancales para que puedas pasar una carretilla entre ellos.
    • Si compras bancales elevados, puede que no tengas que preocuparte por dejar un camino entre ellos. En cambio, deberás asegurarte de espaciarlos lo suficiente como para poder caminar entre ellos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Marcar la parcela

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  1. Si vas a colocar el bancal en el jardín, es probable que tengas que quitar la tierra vegetal y el césped existentes. Rebana el césped con una pala y córtalo en pequeños puñados. Luego, arranca los restos de césped y mételos en el compost o úsalos para arreglar las zonas vacías del jardín. [6]
  2. No todas las plantas que se consideran malas hierbas son perjudiciales, así que antes de eliminarlas, averigua qué plantas existentes resultarán perjudiciales e intentarán adueñarse del jardín. Puede utilizar una guía de malezas en línea para averiguar qué tipo de plantas crecen en tu jardín. [7]
    • Si cultivas plantas grandes, como árboles y arbustos, puedes simplemente segar la maleza circundante con regularidad para mantenerla a raya.
    • Si cultivas plantas perennes, coloca mantillo en la base de las plantas para evitar que crezca la maleza.
    • Para las plantas anuales, coloca capas de cartón en el suelo con una capa de compost encima antes de empezar a plantar. Esto sofocará todas las malas hierbas y te dejará una superficie limpia para la jardinería.
    • También hay que eliminar toda la basura que haya en la superficie de la parcela. Desentierra toda la materia inorgánica que haya, como tapas de botellas, materiales plásticos o periódicos.
  3. Utiliza sogas y estacas para marcar el lugar de la parcela en el jardín. Así te será más fácil despejar la zona para preparar la parcela para la siembra. Coloca estacas en cada esquina de la parcela y ata la soga a cada una de ellas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Preparar el suelo

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  1. Si analizas el suelo, te asegurarás de que tenga el equilibrio adecuado de pH y nutrientes para que las plantas crezcan bien. Puedes utilizar un kit de análisis casero para analizar el suelo. Puedes encontrarlo en una ferretería de tu localidad. [8]
    • Puedes enviar una muestra del suelo a un servicio de asistencia técnica local o llevarlo a un centro de jardinería para que la analicen.
  2. Utiliza un pico o una horquilla para escarbar dos veces la tierra para que los nuevos bancales crezcan bien. Cava hasta una profundidad de 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas). Retira las piedras y las raíces de la parcela. [9]
  3. Dependiendo del pH del suelo, tendrás que añadir materia orgánica para mejorar la fertilidad del mismo. Añade materia orgánica como compost, estiércol animal, abono vegetal y tierra marina para ajustar el pH y que las plantas crezcan bien en la parcela. [10]
    • Coloca una capa de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de materia orgánica sobre la parcela. Usa pala o un rastrillo para introducir la materia orgánica en los 15 cm (6 pulgadas) superiores del suelo, de modo que llegue a los sistemas radiculares de las plantas.
  4. Utiliza una horca de jardín o un rotocultor para revolver la tierra una vez más. Rompe los trozos grandes de tierra y deshazte de las piedras o las raíces que queden sueltas. Revuelve la tierra cuando esté seca y no demasiado húmeda. Deberá desmenuzarse fácilmente al apretarla en la mano.
  5. Una vez revuelta la tierra, estará preparada y lista para la siembra. Si vas a plantar hortalizas altas o plantas como tomates y pepinos, tendrás que poner barreras alrededor de la parcela para protegerlas del viento. Utiliza paneles de cercas, vallas o setos para proteger la parcela. [11]
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Cosas que necesitarás

  • soga
  • estacas
  • kit de análisis de suelo
  • pico u horca de jardín
  • rotocultor
  • abono orgánico

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