La acelga, también conocida como acelga suiza, es una especie parecida a las remolachas, pero se cultiva para aprovechar sus hojas verdes y no sus raíces. La acelga tiene un alto contenido de nutrientes y es una buena fuente de varias vitaminas. También contiene más minerales que la mayoría de verduras y tiene una gran cantidad de fibra. Si se prepara y se cocina de la manera correcta, será absolutamente deliciosa. Si quieres saber cómo preparar la acelga y usarla en una gran variedad de recetas deliciosas, tan solo sigue los pasos a continuación.
Ingredientes
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de ajo picado
- 1/2 cebolla roja pequeña en cubos
- 1 manojo de acelga
- 1/2 taza de vino blanco seco
- 1 cucharada de jugo fresco de limón
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- sal al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimienta roja en polvo
- 1 diente de ajo machacado
- 1 paquete de 200 g (8 oz) de champiñones portobello
- 1 puerro picado
- 1 taza de caldo de pollo
- 1 manojo de acelga
- 2 tazas de queso parmesano rallado
- 1/2 taza de jerez seco
- 1/2 taza de pasas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 taza de almendras fileteadas
- 4 dientes de ajo cortados en rodajas finas
- 4 manojos de acelga
- 1 jalapeño rojo
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- 2 cucharadas de jugo de limón
- sal y pimienta al gusto
Pasos
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Escoge una acelga sana. Para elegirla, escoge una que tenga hojas brillantes y frondosas, no marrones, marchitas ni dañadas. Los tallos de la acelga son delicados, así que deberás escoger una que tenga tallos firmes y sin magulladuras. Si bien hay una gran variedad de acelgas, cualquier tipo deberá verse sana, frondosa y vistosa, no marchita ni caída. [1] X Fuente de investigación
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Escoge una de las variedades de acelga. Existen muchas variedades. Sus nervios, es decir, las partes de los tallos que se extienden hasta las hojas, podrían ser rojos, blancos o amarillos. El sabor cambia dependiendo de la variedad, así que experimenta hasta encontrar la que prefieras. La acelga con nervios rojos normalmente es un poco más dulce y con un toque final menos amargo que la acelga que tiene nervios blancos. Todas las variedades de acelga pueden prepararse de la misma manera, pero tienen un sabor diferente.
- Los nervios de diversas variedades de acelgas tienen grosores distintos. A algunas personas les gustan más los nervios y a otras, las hojas. Si prefieres los nervios, escoge una acelga con nervios gruesos. Si prefieres las hojas, escoge una que tenga nervios más finos.
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Lava la acelga. Antes de que la cocines, tendrás que lavarla. Primero, lávala bien y enjuágala en el fregadero lleno de agua fría. Podrás tirar el agua y repetir el lavado, a menos que la acelga no tenga tierra. Si la compraste en un mercado de productores, estará mucho más fresca, pero quizá tenga tierra, así que lávala bien. No la laves hasta justo antes de cocinarla, sino se marchitará.
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Decide si separar la acelga o dejarla entera. Las hojas pequeñas de la acelga pueden dejarse enteras o podrás agregarlas a las ensaladas; las hojas grandes que tengas nervios finos también pueden dejarse enteras para cocinar. Sin embargo, para cocinar una acelga con nervios gruesos, deberás separar los nervios de las hojas rompiéndolas con la mano, porque los nervios tendrán que cocinarse unos cuantos minutos más, pues son más duros que las hojas.Anuncio
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Cocina la acelga al vapor en una vaporera. Pon los nervios gruesos en una vaporera unos cuantos minutos antes de echar las partes verdes de las hojas. Las hojas se cocinarán en 1 a 2 minutos. La acelga estará lista cuando esté marchita y tierna.
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Cocina la acelga al vapor en el horno microondas. Cocínala al vapor con los nervios enteros en el microondas con el agua que quede de las hojas después de lavar. Te tomará de 1 a 2 minutos. La intensidad de los hornos varía dependiendo del modelo, así que asegúrate de revisar la acelga con frecuencia hasta que determines el tiempo que le toma cocerse en el microondas. Si la cocinas demasiado, estará empapada, así que empieza a revisar su apariencia después de un minuto.
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Hierve la acelga a fuego lento en una sartén. Ponla con la cantidad de agua necesaria para que la cubra completamente. Echa los tallos gruesos al agua 1 o 2 minutos antes de las partes verdes de las hojas. Cocínalos de 1 a 2 minutos más.
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Saltea la acelga a fuego medio. Pon de 2 a 3 cucharadas de aceite de oliva o mantequilla en una sartén y espera a que caliente. Luego, añade los tallos de acelga y cocínalos durante 2 a 3 minutos antes de añadir las hojas. Para que sean más fáciles de manipular, podrías picar los tallos en trozos de 10 cm (4 pulgadas). Sigue cocinándolos hasta un máximo de cinco minutos hasta que estén tiernos.
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Congela la acelga. Podrás congelarla para almacenarla hasta por un año. Lávala como lo hemos mencionado anteriormente. Blanquéala en agua hirviendo durante 2 a 3 minutos. Enfría la acelga en un baño de hielo. Cuélala y empácala en bolsas herméticas de congelador y asegúrate de sacarle el aire a las bolsas. Ponlas en el congelador.Anuncio
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Saca las hojas de la acelga. Separa las hojas de los tallos y de los nervios centrales. Pícalas groseramente y ponlas en un tazón. [2] X Fuente de investigación
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Pica los tallos y los nervios centrales de la acelga. Pícalos en trozos de 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas).
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Derrite 2 cucharadas de mantequilla y 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande. Derrítelas a fuego medio alto y espera a que la mantequilla se derrita por completo.
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Añade 1 cucharada de ajo picado y ½ cebolla roja pequeña en cubos. Cocínalos juntos como mínimo 20 segundos hasta que despidan sus aromas.
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Añade los tallos de acelga y ½ taza de vino blanco seco a la mezcla. Hierve los tallos a fuego lento durante 5 minutos o hasta que empiecen a suavizarse.
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Añade las hojas. Cocina la acelga hasta que las hojas se hayan marchitado, al menos unos 3 minutos más. Apaga el fuego y pon la acelga en un tazón.
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Añade 1 cucharada de jugo fresco de limón y 2 cucharadas de queso parmesano rallado. Mezcla la acelga hasta que hayas distribuido bien el jugo de limón y el queso parmesano. Sazónalo con sal al gusto.
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Sirve la acelga. Ponla en un plato y disfrútala como guarnición.Anuncio
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Saca los tallos de los champiñones portobello y pícalos. Corta los champiñones de un envase de 220 g (8 oz) en trozos de 1 a 5 cm (1/2 a 2 pulgadas) de largo. [3] X Fuente de investigación
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Pica la acelga. No tendrás que picarla en trozos perfectos, solo pica la cantidad suficiente para que entre en la sartén. Las hojas no deberán exceder los 12 cm (5 pulgadas) de largo.
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Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio alto.
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Añade 1 cucharadita de pimienta roja molida y 1 diente de ajo machacado al aceite.
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Añade los champiñones a la mezcla. Revuélvelos hasta que estén tiernos y hayan empezado a despedir sus jugos. Te tomará de 3 a 5 minutos.
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Añade 1 puerro picado a la mezcla. Cocínalo 5 minutos más, hasta que el puerro esté tierno.
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Añade 1 taza de caldo de pollo y la acelga. Tapa la olla y déjala hervir a fuego lento hasta que las hojas de acelga se hayan marchitado. Te tomará unos 10 minutos.
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Destapa la olla. Sigue cocinando la acelga hasta que esté suave y casi todo el líquido se haya evaporado. Asegúrate de que la acelga no se queme si el líquido se evapora demasiado rápido. Te tomará unos 5 minutos.
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Espolvorea 2 tazas de queso parmesano rallado a la acelga. No la toques hasta que el queso se derrita.
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Sírvela. Sirve la acelga y los portobellos como guarnición o incluso como plato principal. Si quieres una comida deliciosa, agrégale un poco de quínoa o pasta de trigo integral.Anuncio
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Saca los nervios centrales y los tallos de la acelga. No los necesitarás para esta receta. [4] X Fuente de investigación
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Corta las hojas en trozos de 5 cm (2 pulgadas).
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En una cacerola pequeña, pon ½ taza de jerez seco y ½ taza de pasas a hervir a fuego lento.
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Saca la cacerola del fuego y deja que la mezcla se enfríe.
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Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio alto.
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Añade ½ taza de almendras fileteadas. Deja que las almendras se cocinen hasta que empiecen a dorarse, revuélvelas con frecuencia. Te tomará unos 2 minutos.
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Añade 4 dientes de ajo cortados en rodajas finas. Cocínalos durante 1 minuto, hasta que el ajo despida su aroma, pero que no esté marrón. Te tomará cerca de 1 minuto.
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Añade la acelga a la olla. Añádela por manojos, revuélvela para que se marchite y deje espacio para el siguiente manojo de acelga. Cocínala hasta que esté tierna, te tomará unos 4 minutos.
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Echa la mezcla de jerez con pasas sobre la acelga.
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Añade 1 cucharada de ralladura de limón, 2 cucharaditas de jugo de limón y 1 jalapeño rojo cortado en rodajas finas a la mezcla.
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Salpimienta al gusto. Revuelve la acelga para que absorba todos los sabores.
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Sírvela. Sirve la acelga dulce y picante como guarnición.Anuncio
Consejos
- La acelga no sirve para hacer conservas.
- Congela la acelga para almacenarla hasta por un año. Lávala como lo hemos mencionado anteriormente. Blanquéala en agua hirviendo durante 2 a 3 minutos. Enfría la acelga en un baño de hielo. Cuélala y empácala en bolsas herméticas de congelador y asegúrate de sacarle el aire a las bolsas. Ponlas en el congelador.
- Las acelgas con nervios rojos despedirán su color sobre los alimentos con los que las prepares.
Advertencias
- La acelga no se conserva bien. Es mejor comprarla o cosecharla dentro de los 3 días que tengas pensado consumirla o antes.
Referencias
Acerca de este wikiHow
Si quieres preparar y cocinar acelgas, escoge un ramo de hojas verdes, brillantes y frondosas, con tallos firmes y sin magulladuras. Justo antes de cocinarlas, lávalas bien. Para preparar las acelgas puedes cocinar las hojas al vapor en una vaporera o en el microondas durante 1 o 2 minutos. También puedes hervirlas en la cocina a fuego lento usando una sartén o saltear las hojas en aceite de oliva o mantequilla durante varios minutos a fuego medio.