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Presentar un cachorro a un perro puede ser complicado; no obstante, ¡no tiene por qué ser así! Empieza por presentarlos en un terreno neutro. Si la reunión va bien, entonces pueden volver a reunirse en casa. Incluso si la interacción entre el perro adulto y el cachorro por lo general es positiva, todavía deberás vigilar sus interacciones durante las primeras 2 semanas. Si el perro adulto no acepta al cachorro, es posible que tengas que buscar el consejo de un especialista en comportamiento veterinario y que esté certificado por la junta o considerar la posibilidad de devolver al cachorro en adopción.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empezar en un terreno neutro

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  1. Si bien los dueños por lo general asumen que el perro mayor será el más agresivo, esto no siempre es cierto. Prepárate para que el cachorro muestre también tendencias agresivas y trata a ambos con igual cuidado y atención.
  2. Necesitarás a un amigo o familiar para llevar al cachorro al parque mientras tú llevas al perro adulto. Si tú y tu perro frecuentan un parque cercano, escoge un lugar más neutro para que los perros se conozcan, por ejemplo, el patio trasero de un amigo o un parque distinto. [1]
    • También podrías hacer que el cachorro y el perro se conozcan en el refugio o en tu tienda local de productos para mascotas.
  3. Ambos perros deben estar atados. No obstante, no mantengas tensa la correa ya que la tensión puede indicar ansiedad o miedo. En vez de eso, pasea con los perros con una correa suelta a una distancia segura entre ellos, es decir, unos 3 a 6 cm (10 a 20 pies) o más. De esta forma, los perros podrán verse entre sí. [2]
    • Ten a la mano una bolsa de premios para perros. Recompensa a los perros solo por verse entre ellos sin mostrar ninguna agresión o comportamiento negativo.
    • Si tu perro adulto no está entrenado con correa, es posible que desees esperar hasta entrenarlo antes de adoptar un cachorro.
  4. Deja que los perros se crucen entre sí mientras los mantienes a una distancia segura. Lleva al perro al lugar donde estaba el cachorro mientras tu amigo lleva al cachorro al lugar donde estaba el perro adulto. Esto permitirá que ambos huelan el lugar por el que caminó el otro. [3]
    • Recompensa a los perros cada vez que se miren entre sí de una forma no agresiva.
  5. Si el perro o el cachorro mira de manera agresiva, gruñe, muestra los dientes o tiene una postura rígida, estará mostrando un comportamiento defensivo o agresivo. Simplemente distráelo al hacer que se interese en otra cosa (por ejemplo, en una pelota) o di su nombre (por ejemplo, “¡Oye Rambo!”). También puedes distraer al perro agresivo al pararte frente a él a fin de bloquear su visión del otro perro. [4]
    • No distraigas al perro agresivo con premios ya que así podrías reforzar el comportamiento negativo.
    • Asimismo, interrumpe la interacción si el perro adulto muestra un comportamiento muy emocionado, por ejemplo, si salta o jala la correa.
  6. Si los dos perros mueven la cola y se olfatean, acércalos. Si parecen estar interesados en conocerse, permite que se conozcan en sus propios términos. Después del olfateo obligatorio, el cachorro puede rodar sobre su espalda y exponer su estómago para mostrar sumisión. [5]
    • Evita sostener al cachorro en tus brazos para “protegerlo”. Esto podría hacer que el cachorro se sienta vulnerable y contenido. Deja que el cachorro salude al perro adulto en el suelo. Si se siente asustado o amenazado, correrá hacia tus piernas para protegerse.
    • Si el perro adulto parece no estar interesado, no fuerces la reunión. Deja que el perro adulto conozca al cachorro según sus propios términos.
  7. Haz que el cachorro y el perro alternen entre caminar uno frente al otro. Deja que el perro adulto camine delante del cachorro. Después deja que el cachorro camine delante del perro adulto. Si alguno muestra señales de agresión, retíralo o di su nombre. [6]
    • No ofrezcas premios a los perros agresivos ni les hables con suavidad, ya que esto reforzará y alentará el comportamiento agresivo.
  8. Una vez que se toleren entre sí sin comportamientos amenazantes o temerosos, será momento de llevarlos a casa. Haz que tu amigo o familiar lleve al cachorro a tu casa mientras tú llevas al perro adulto. [7]
    • Tener a los perros juntos en un espacio cerrado (como en un auto) podría hacer que se sientan obligados a tolerarse entre sí, lo cual puede provocar conflictos entre ellos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Presentar a los perros en casa

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  1. Dado que las pertenencias del perro adulto podrían ser una fuente de conflicto, asegura sus juguetes, platos de comida, cama y otras pertenencias en un gabinete. De esta forma puedes evitar que el cachorro tome una de sus pertenencias, lo que enojará al perro adulto. [8]
  2. Pon la puerta para bebés en la entrada entre dos habitaciones distintas, por ejemplo, entre la cocina y la lavandería. De esta forma, cuando los perros se vuelvan a encontrar en la casa, habrá una barrera que protegerá al cachorro si el perro adulto reacciona de manera negativa. [9]
  3. Mientras pasees al perro adulto, haz que tu amigo pasee al cachorro a tu lado. Así les darás a los perros otra oportunidad de acostumbrarse mutuamente antes de entrar a la casa. Si uno de los perros se pone tenso, di su nombre o retíralo.
  4. Primero lleva al perro mayor a la casa y quítale la correa. Ponlo a un lado de la puerta para bebés, preferiblemente al lado que tiene acceso abierto a la casa. Mientras esté con la correa, lleva al cachorro al interior y ponlo al otro lado de la puerta para bebés. [10]
  5. Si la interacción entre el perro adulto y el cachorro es positiva, recompénsalos con un premio y un elogio verbal. Si el perro adulto muestra un comportamiento amenazante, retíralo y di “¡No, Rambo!”. Si el perro adulto se calma, dale un premio. [11]
    • Si el perro adulto no se calma, llévalo a otra habitación a fin de calmarlo.
  6. Si las interacciones entre los perros son positivas por más de 5 minutos, estará bien que saques la puerta para bebés. Antes de sacarla, ponle la correa al cachorro. Una vez que saques la puerta para bebés, permite que los perros interactúen sin que intervengas. Sigue observándolos a medida que interactúen sin la puerta. [12]
    • Recuerda no sostener al cachorro en tus brazos para “protegerlo”. Si se siente amenazado o asustado, correrá hacia tus piernas para protegerse.
  7. A diferencia de los perros mayores, las habilidades sociales de un cachorro no son tan avanzadas. Los cachorros suelen llegar al límite cuando se trata de jugar, lo cual puede frustrar o molestar a los perros adultos. Si el perro adulto le gruñe o trata de morder al cachorro, entiende que esa será su forma de comunicarle sus límites. [13]
    • Si el cachorro retrocede después del gruñido y el perro adulto detiene el comportamiento asertivo, esa será una señal positiva.
    • Si el perro adulto sigue con un comportamiento temeroso o amenazante, debes intervenir. Distráelo al decir su nombre en voz alta.
  8. Intervén de inmediato si estalla una pelea entre los perros. Grita “Oye” al aire o utiliza una bocina para distraer a los perros de la pelea. Una vez que estén distraídos, ponlos en sus jaulas o pon al cachorro detrás de la puerta para bebés. [14]
    • Por tu seguridad, evita interrumpir una pelea de perros con las manos y mantén la calma. Si utilizas tus manos para separar a unos perros que se pelean, te podrían morder.
  9. No agobies al perro adulto al hacer que tolere al cachorro todo el tiempo. Una vez que veas que el perro adulto se cansa o molesta con el cachorro, dale un descanso a ambos al ponerlos en sus jaulas durante 30 minutos más o menos. Una vez que estén en sus jaulas, dales un premio y un juguete como recompensa. [15]
    • Si tu perro no está entrenado para estar en una jaula, sepáralos en diferentes partes de la casa.
    • Esta será una oportunidad excelente para poner en una jaula al cachorro. Dale su propio premio y juguete dentro de su jaula.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Hacer que se sientan bien en casa

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  1. Todavía deberás supervisar sus interacciones durante las primeras dos semanas, incluso si parece que se llevan bien. De esta forma, podrás intervenir si el perro adulto muestra un comportamiento amenazante, si los perros se emocionan demasiado y no pueden calmarse o si el perro adulto necesita tomarse un descanso de estar con el cachorro. [16]
    • Asegúrate de recompensar a los perros con premios y elogios por las interacciones positivas.
    • Si tienes que salir de casa, pon a los perros en sus jaulas o déjalos en habitaciones separadas.
  2. La comida todavía puede ser una fuente de conflicto, incluso si han desarrollado una buena relación. Cuando sea el momento de alimentarlos, pon sus tazones de comida y agua en habitaciones separadas, por ejemplo, en la cocina y el comedor o la lavandería. Una vez que termine la hora de la alimentación, levanta los tazones de comida y agua y guárdalos en un gabinete. [17]
    • Después de dos semanas, empieza a alimentarlos juntos al poner sus tazones a una distancia entre 2 y 3 m (8 y 10 pies) en la misma habitación. Durante una a dos semanas, coloca sus tazones más cerca de forma gradual hasta que se sientan cómodos comiendo uno al lado del otro.
  3. Esto no solo será útil para el entrenamiento en la jaula del cachorro, sino que también le dará un descanso al perro mayor de estar con el cachorro durante todo el día. Así el perro adulto empezará a esperar esos descansos e incluso podría aprender a meterse a su jaula una vez que necesite un descanso. [18]
    • También puedes dejar que el perro adulto salga afuera a tomarse un descanso si no está entrenado para estar en una jaula.
    • Recompensa a ambos perros con un premio y un elogio una vez que los hayas puesto en sus jaulas.
  4. Al igual que los alimentos, los juguetes pueden ser una fuente de conflicto. Solo dales sus juguetes para que jueguen mientras estén en sus jaulas durante las primeras dos semanas. Asegúrate de guardar los juguetes dentro de un gabinete una vez que los saques de las jaulas. [19]
    • Después de dos semanas, deja sus juguetes dentro de sus jaulas o cerca de sus camas. Asegúrate de utilizar el juguete que le pertenezca a cada perro cuando juegues con ellos.
  5. Tú y tu perro adulto tienen rutinas establecidas, las cuales le han brindado una estructura a su vida. Asegúrate de alimentar, pasear y jugar con tu perro adulto a la hora habitual. De esta forma, en vez de ver al cachorro como una perturbación, el perro adulto podrá aceptarlo como una nueva adición a la familia. [20]
  6. Aparta a cada perro de forma individual para jugar, entrenar y pasar tiempo de calidad. Así crearás un vínculo entre el cachorro y tú y también reforzarás el vínculo entre el perro adulto y tú. [21]
    • También le mostrarás al perro adulto que tu amor y cuidado no ha disminuido desde la llegada del nuevo cachorro, lo cual servirá para reducir las luchas de poder entre ambos.
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