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Mucho tiempo detrás del volante puede provocar dolor en el brazo. Ya sea que tu trabajo requiera conducir frecuentemente o viajar a lo largo del país en carro, puedes tomar medidas para prevenir el dolor y la incomodidad. Estira las manos, los brazos y la espalda antes de subirte al carro. Sujeta el volante con poca presión y cambia el agarre con frecuencia. Mantén una buena postura con los brazos ligeramente flexionados y repósalos cuando sea posible. Ajusta el asiento y el volante para un ajuste cómodo, y usa una almohada para hombros si la correa aprieta el hombro. Consulta al médico si el dolor persiste a pesar de adoptar hábitos ergonómicos de manejo.

Método 1
Método 1 de 3:

Reducir la tensión en los brazos

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  1. Estirar los músculos antes de conducir mejorará la circulación y la flexibilidad. Debes estirar la espalda y los brazos, ya que la tensión y la desalineación de la espalda pueden causar dolor en el brazo. [1]
    • Estira las manos al extender los dedos y mantenerlos extendidos durante 10 segundos. Relájalos, luego dobla los dedos en los nudillos y mantén esa posición durante 10 segundos. Finalmente, repite la secuencia. [2]
    • Coloca las manos palma con palma frente a ti en una posición de rezo. Manteniendo las palmas juntas y los codos hacia arriba, mueve las manos hacia abajo y mantente en esa posición durante 10 segundos. Regresa a la posición de rezo y, con las palmas todavía juntas, señala con los dedos hacia la izquierda y la derecha. [3]
    • Inhala y extiende los brazos hacia arriba y alrededor de ti lo más que puedas para trazar un círculo imaginario a tu alrededor. Exhala y traza el círculo imaginario hacia abajo para llevar los brazos hacia los lados.
    • Mientras estás de pie, inclínate para alcanzar los dedos de los pies y estirar la parte inferior de la espalda. Cuenta hasta 10 mientras sostienes el estiramiento. Dobla las rodillas ligeramente si es necesario.
  2. Sujeta el volante con poca presión y cambia el agarre con frecuencia. Mueve los dedos para evitar que las manos y las muñecas se contraigan. Los brazos deben estar relajados con los hombros y la parte superior de los brazos a los lados, y los codos ligeramente flexionados. [4]
    • Evita estirar los codos o sujetar el volante con los brazos tensos y completamente extendidos.
  3. Es más seguro mantener ambas manos en el volante en todo momento. Sin embargo, si estás realizando un viaje largo y puedes hacerlo con seguridad, tómate 30 segundos para relajar un brazo. Sostenlo a tu lado completamente relajado, y luego reposa el otro brazo durante 30 segundos en la siguiente oportunidad que sea segura.
    • Un área de poco tráfico con vueltas mínimas sería una buena oportunidad para descansar un brazo durante al menos 30 segundos. Si la ruta que sigues tiene mucho tráfico y vueltas, debes mantener ambas manos en el volante.
  4. Coloca las mentas, los pañuelos desechables, las gafas de sol o cualquier otro artículo que sabes que necesitarás a menos de 30 cm (1 pie) del asiento del conductor. Evita alcanzar incómodamente la guantera o los asientos traseros. Mantener los objetos al alcance de la mano ayudará a prevenir el alcance incómodo que puede provocar dolor en el brazo. [5]
    • Estaciona el auto si necesitas agarrar algo que no sea de fácil acceso.
  5. Si estás en un viaje largo, evita obligarte a hacer el viaje sin tomar descansos cada hora o menos. Tómate por lo menos una media hora adicional para que tengas tiempo de parar y salir del carro. Durante los descansos, estira los brazos, las manos y la espalda, y camina durante unos minutos. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer que tu carro sea ergonómico

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  1. Coloca el volante entre 25 a 30 cm del (entre 10 a 12 pulgadas) esternón. Ajusta el asiento para que la espalda esté completamente en contacto con el espaldar y el reposacabezas. El asiento debe estar reclinado entre 100 y 110 grados. [7]
    • Consulta el manual del vehículo para saber cómo ajustar el asiento y el volante.
  2. Los cinturones de seguridad pueden irritar o aplicar presión en el hombro, causando incomodidad. Busca una almohada para hombros en línea o en la tienda de autos. También puedes cortar un pedazo de manguera suave o aislante de espuma al tamaño adecuado, y sujetarlo al cinturón de seguridad. [8]
  3. Un bajo nivel de líquido de la dirección asistida puede dificultar el manejo del carro, lo que puede agravar el dolor en las manos, las muñecas y los brazos. Revisa, añade o descarga el líquido de la dirección asistida o lleva el carro a un mecánico para que lo haga. [9]
    • Si sufres de un dolor considerable en el brazo y el auto no tiene dirección asistida, considera comprarte uno que sí la tenga.
  4. Una transmisión automática reduce el tipo y la cantidad de movimientos necesarios para conducir un carro. Reducir la frecuencia, los diferentes agarres y los movimientos te ayudará a evitar que los brazos se lastimen. [10]
    • Si conduces un carro con una transmisión manual, considera comprar uno con transmisión automática.
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Método 3
Método 3 de 3:

Consultar a profesionales

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  1. Un especialista en rehabilitación de manejo puede observarte conduciendo y ayudarte a encontrar maneras de desarrollar hábitos más ergonómicos. Si tu profesión implica conducir, habla con tu empleador o representante sindical. Ponte en contacto con el departamento de servicios de conductores de la jurisdicción de tu localidad para obtener más información acerca de la rehabilitación de conductores. [11]
    • Si vives en Estados Unidos, puedes encontrar recursos en el sitio web de la Asociación para Especialistas en Rehabilitación de Conductores. [12]
  2. Pídele al médico de atención primaria que examine el área afectada. Puede ofrecerte consejos para el control del dolor, recetarte algún medicamento o derivarte a un especialista. [13]
    • Consulta con tu aseguradora para estar seguro de que cualquier medicamento o atención especializada estén cubiertos y dentro de la red para evitar facturas médicas inesperadas.
  3. Pregúntale a tu médico o especialista si tu dolor en el brazo indica posibles problemas musculares, óseos o articulares. Conducir con frecuencia o tener hábitos de conducción inadecuados pueden provocar problemas como el síndrome del túnel carpiano, lesiones del manguito rotador, lesión por esfuerzo repetitivo o bursitis. [14]
    • Conducir también puede causar y agravar la artritis, especialmente en los adultos mayores.
    • Describe los movimientos que te generan dolor, las áreas afectadas y si el dolor es generalizado o localizado. Pregúntale al médico o especialista: “¿mis síntomas son signos de algún trastorno crónico? ¿La medicación o la fisioterapia serán opciones de tratamiento efectivas?”.
  4. Si el dolor continúa a pesar de adoptar hábitos ergonómicos de conducción, el médico puede recomendarte una serie de tratamientos. Las opciones comunes incluyen medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia. [15]
    • Dependiendo de la gravedad de tu caso, es posible que el médico recomiende otros tratamientos, como inyecciones de cortisona, inyecciones de esteroides o una cirugía. [16]
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