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La candidiasis es una infección por hongos que puede desarrollarse en la boca o la vagina. Es causada por el crecimiento excesivo de un hongo natural (la cándida). Para prevenir este tipo de infección tanto en adultos como en niños, debes prestar especial atención a la limpieza personal y tomar las acciones preventivas correspondientes. Puedes reducir la probabilidad de contraer esta infección al mantener limpias, secas y ventiladas todas las áreas en las que suele desarrollarse, además de minimizar los factores de riesgo.

Método 1
Método 1 de 3:

Prevenir la candidiasis oral en adultos

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  1. Cepíllate los dientes y utiliza hilo dental. Para mantener los dientes sanos y resistentes a las infecciones, debes cepillártelos por lo menos dos veces al día y utilizar hilo dental. Cepíllate los dientes al levantarte por las mañanas y antes de irte a la cama por las noches para mantener tu boca sana y libre de infecciones. [1]
    • El cepillado diario y el uso de hilo dental reducen el riesgo de contraer diversas infecciones bucales (por ejemplo, la gingivitis). Si tu sistema inmunitario está tratando de combatir otras infecciones, es menos probable que logre combatir una infección por cándida.
  2. Debes limpiarla a diario para eliminar los restos de comida que pueden fomentar el crecimiento de hongos. También debes extraer y remojar la dentadura todas las noches para reducir el riesgo de contraer una infección. [2]
    • Trata de quitarte la dentadura postiza al menos un par de días a la semana si te encuentras en casa y no necesitas utilizarla (además de sacártela a la hora de acostarte). Este procedimiento te ayudará a mantener la boca y la dentadura más limpias, lo que puede reducir al mínimo las probabilidades de contraer candidiasis.
  3. Para mantener la boca limpia y el crecimiento de hongos al mínimo, debes reemplazar tu cepillo de dientes con regularidad. Por lo general, los dentistas aconsejan que consigas un cepillo de dientes nuevo cada 3 o 4 meses. De esta manera, minimizas la probabilidad de que la cándida se desarrolle en el cepillo de dientes y te infecte la boca. [3]
    • Un cepillo de dientes que necesite ser reemplazado tendrá las cerdas gastadas y deformadas.
    • El hongo no sobrevive fuera del cuerpo por demasiado tiempo, pero es mejor que tomes medidas preventivas antes de arriesgarte a contraer una infección.
  4. Debes realizarte limpiezas dentales varias veces al año para disminuir las probabilidades de contraer una infección por cándida. La mayoría de los seguros dentales cubren de 1 a 2 limpiezas anuales, así que debes consultar con tu compañía de seguros para verificar cuántas puedes recibir. Si no cuentas con un seguro dental, puedes buscar una escuela de odontología local o una clínica dental gratuita en las que puedas recibir las limpiezas. [4]
    • Las limpiezas dentales regulares ayudan a minimizar las infecciones en general y limpian todos los restos de alimentos que no se pueden eliminar al cepillarse los dientes o utilizar el hilo dental. Además, el dentista puede detectar cualquier indicio de que una infección por cándida está comenzando en la boca mientras la limpia.
    • Es especialmente importante recibir limpiezas si utilizas dentaduras postizas o si sufres de diabetes, ya que estos se consideran factores de riesgo para contraer candidiasis.
    • Si planeas ir a una escuela dental o una clínica para recibir una limpieza gratis, debes llamar con anticipación para programar una cita, ya que podría haber una larga lista de espera.
  5. Si utilizas un inhalador para el asma, esto puede aumentar tus probabilidades de contraer candidiasis. Para minimizar este riesgo, debes enjuagarte la boca con agua después de utilizarlo. Al enjuagarte, eliminas cualquier exceso de medicamento de tu boca. [5]
  6. Existen algunas enfermedades que pueden aumentar la probabilidad de contraer candidiasis oral si no reciben tratamiento. Por ejemplo, la diabetes no controlada (en particular) puede aumentar el riesgo de contraer esta infección. Las enfermedades que inhiben el sistema inmunitario (por ejemplo, el SIDA o el cáncer) también pueden aumentar el riesgo de contraer candidiasis, ya que el cuerpo no combatirá la infección. [6]
    • La diabetes no controlada puede aumentar la cantidad de azúcar en la saliva, lo que a su vez aumenta las probabilidades de que la cándida se desarrolle. Si controlas la diabetes con insulina y una dieta supervisada, tus niveles de azúcar y el riesgo de contraer candidiasis se reducirán al mínimo.
    • La inmunosupresión puede disminuir la saliva y matar los probióticos en la boca y especialmente en el área vaginal.
    • La sequedad bucal crónica también puede fomentar el desarrollo de la candidiasis, ya que la falta de saliva puede provocar el crecimiento del hongo. Debes recibir un tratamiento para la sequedad bucal con el fin de minimizar el riesgo de contraer esta infección.
    • El alcoholismo (que se considera una enfermedad) también puede incrementar el riesgo. Debes conversar con el médico acerca de tu consumo de alcohol y llevar a cabo todos los cambios que te recomiende.
  7. Debes consultar con el médico acerca del riesgo de contraer candidiasis y la forma de minimizarlo mientras recibes un tratamiento médico. Es probable que ajuste las dosis de tus medicamentos o te ofrezca fármacos adicionales para minimizar la probabilidad de una infección fúngica. [7]
    • Por ejemplo, los tratamientos para el VIH y el SIDA pueden suprimir el sistema inmunitario, lo que podría dar lugar a una infección por cándida.
    • Los tratamientos contra el cáncer (como la quimioterapia o la radiación) también pueden fomentar el desarrollo de la candidiasis.
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Método 2
Método 2 de 3:

Evitar la candidiasis oral infantil

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  1. Limpia y esteriliza los biberones y los chupones de tu bebé. Para prevenir la candidiasis oral en los bebés, debes lavar y esterilizar los chupones y todos los componentes del biberón con agua caliente y detergente o meterlos al lavaplatos. Debes llevar a cabo este procedimiento después de cada uso.
    • La candidiasis oral puede desarrollarse en todos los componentes del biberón, por lo que debes asegurarte de lavar y esterilizar la tetina, el biberón y cualquier otro componente. Debido a que la tetina proporciona un ambiente cálido y húmedo (que resulta difícil de limpiar), requiere una atención especial. Puedes hervirla o reemplazarla con una nueva con frecuencia. Si el bebé es propenso a las infecciones por hongos y se alimenta con biberón, considera la posibilidad de aumentar la limpieza y la esterilización de los biberones.
    • También es una buena idea lavar y esterilizar los juguetes que al bebé le gusta masticar (por ejemplo, los juguetes para la dentición).
  2. Es menos probable que la lactancia materna provoque una infección por hongos que la alimentación con biberón. Esto se debe a que existe menos riesgo de que el hongo crezca en un pezón que en un biberón. Los biberones pueden transmitir fácilmente el hongo al bebé si no se limpian de manera adecuada.
    • Si la lactancia materna no es posible, esto no significa que el bebé va a desarrollar una infección por cándida. Simplemente significa que debes tener más cuidado al limpiar sus biberones.
  3. Los hongos pueden desarrollarse en la leche materna o la leche de fórmula que no se almacena de manera adecuada. Para evitar esto, debes asegurarte de guardar los biberones en el refrigerador si no vas a utilizarlos constantemente. [8]
    • La leche materna puede mantenerse a temperatura ambiente de 6 a 8 horas (si vas a utilizarla durante ese periodo). De lo contrario, debes almacenarla en el refrigerador o el congelador. Por lo general, la leche materna se puede conservar en un refrigerador por hasta 5 días y en un congelador por hasta 6 meses. [9]
    • Es posible almacenar un biberón con leche de fórmula en el refrigerador por el tiempo que el fabricante sugiera. Sin embargo, si vas a alimentar al bebé con leche de fórmula, es mejor que prepares los biberones según sea necesario.
  4. Si tus pezones se irritan o lucen rojos, es probable que presenten una infección por cándida, aunque también podría tratarse de un caso de mastitis simple. Debes acudir al médico para que recibas un tratamiento y evites transmitirle una infección al bebé mientras lo amamantas. [10]
    • Algunos síntomas que puedes experimentar si has contraído candidiasis en los pezones incluyen picazón, ardor, desprendimiento y grietas en la piel del pezón. Además, puedes presentar enrojecimiento, ampollas diminutas, dolores punzantes durante y después de la lactancia y dolor profundo e incesante en los senos. [11]
    • Por lo general, el tratamiento consiste en la aplicación de una pomada antifúngica sobre los pezones.
  5. Recibe un tratamiento para la candidiasis vaginal si estás embarazada. Si tienes candidiasis vaginal durante el parto, podrías transmitírsela al bebé. Debes recibir un tratamiento para la infección micótica antes de dar a luz para reducir el riesgo de que el bebé la contraiga.
    • Presta atención a los indicios de la candidiasis vaginal. Los síntomas incluyen flujo vaginal anormal (que es blanco y se parece al queso cottage), inflamación, ardor o picazón en el área genital y dolor o molestias durante la micción o las relaciones sexuales. [12]
    • La secreción de la candidiasis vaginal no debe despedir ningún olor, por lo que debes consultar con el médico sobre otras posibles causas si la secreción huele mal.
    • Por lo general, el tratamiento de la candidiasis vaginal incluye medicamentos antifúngicos recetados o de venta libre. Sin embargo, si estás embarazada, debes analizar la infección con el médico antes de comenzar a recibir un tratamiento.
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Método 3
Método 3 de 3:

Minimizar el riesgo de contraer candidiasis vaginal

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  1. La mejor manera de prevenir la candidiasis vaginal (que también se conoce como infección por hongos) es limpiando el área vaginal con regularidad. Debes lavar esta área una vez al día mientras te duchas o te bañas para mantenerla limpia. El área vaginal no debe quedarte seca, ya que puede irritarse. [13]
  2. El uso de productos irritantes en el área vaginal puede provocar que la piel se inflame y se vuelva más propensa a las infecciones. Por ejemplo, los productos que contienen demasiados perfumes (por ejemplo, las cremas humectantes o los limpiadores con esencias) pueden irritar el área vaginal. [14]
    • Evita el uso de jabones demasiado perfumados, geles de ducha, duchas vaginales o desodorantes en el área vaginal.
    • Si tienes sensibilidad a los productos de látex, también debes evitar su uso en el área vaginal.
  3. Para mantener el área vaginal saludable, es una buena idea que utilices ropa interior hecha con materiales transpirables y te asegures de que no te quede demasiado ajustada. Estos detalles permiten la circulación del aire que puede ayudar a minimizar el crecimiento de hongos. [15]
    • Las ropas interiores hechas de algodón o seda son buenas opciones. [16]
    • Existe ropa interior especial para personas que sufren de eccema. Este tipo de ropa puede funcionar bien para prevenir la candidiasis. Puedes conseguir estas prendas en minoristas a través de Internet.
    • También puedes andar sin ropa interior cuando te encuentres en casa, aunque debes utilizar una toalla o una manta para cubrir el área en la que vas a sentarte.
  4. Muchas personas utilizan suplementos probióticos y cultivos vivos en el yogur como tratamiento preventivo para las infecciones por hongos. Debido a que aún se está investigando sobre la efectividad de estos suplementos, debes consultarle al médico si son adecuados para ti. [17]
    • Siempre debes consultar primero con el médico acerca de los probióticos y el yogur si estás tomando antibióticos.
    • El lactobacilo acidófilo es el suplemento probiótico que se utiliza con más frecuencia para prevenir la candidiasis vaginal. Por lo general, se encuentra disponible en los establecimientos de alimentos naturales y en minoristas a través de Internet.
    • Si vas a consumir yogur para minimizar el riesgo de una infección por cándida, debes asegurarte de que se encuentre etiquetado como "cultivo vivo". De esta manera, te aseguras de que contenga los probióticos que necesitas.
  5. Existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar tus probabilidades de contraer candidiasis. Si presentas uno o más de estos factores, debes poner especial cuidado en mantener el área vaginal limpia y cuidada. Entre los factores de riesgo se encuentran los siguientes: [18]
    • una infección por hongos previa
    • el ciclo menstrual
    • un embarazo
    • sistema inmunitario en riesgo
    • diabetes no controlada
    • un tratamiento con antibióticos
    • relaciones sexuales sin la lubricación adecuada
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Consejos

  • A menudo, la candidiasis luce como una sustancia blanca (parecida al queso cottage) que no desaparece.
  • Si tienes episodios repetidos de candidiasis, es probable que el médico te recete un medicamento antifúngico como tratamiento.
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