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La leucemia es el cáncer de las células sanguíneas que comienza en la médula ósea. Las estadísticas muestran que hay de 2000 a 3000 niños afectados por la leucemia cada año. Asimismo, es el cáncer más común en los Estados Unidos. [1] X Fuente confiable American Cancer Society Ir a la fuente Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, no existe una manera conocida de prevenir la mayoría de cánceres en niños por el momento. Debido a que la mayoría de adultos y niños con leucemia no presentan factores reales de riesgo, la prevención en el desarrollo de la leucemia es incierta. Sin embargo, puedes intentar los siguientes métodos.
Pasos
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Mantén a tu niño lejos de altas dosis de radiación. Los estudios muestran que las personas expuestas a altas dosis de radiación tienen riesgo de leucemia. Un ejemplo clásico son los sobrevivientes del bombardeo de Hiroshima. La exposición a la radiación de la bomba atómica incrementó de forma dramática sus probabilidades de presentar leucemia.
- Incluso las dosis bajas de radiación en rayos x, tomografías computarizadas o radioterapia incrementan las probabilidades de presentar leucemia. Por lo tanto, debes evitar la exposición repetitiva a estos exámenes y el tratamiento en la medida de lo posible.
- Los profesionales de la salud deben ser responsables de evitar cualquier exposición innecesaria de los pacientes a la radiación.
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Evita exponer a tu niño a la bencina. La bencina es la base química para producir otros químicos como la gasolina, los lubricantes o los pesticidas. Lleva consigo un olor dulce que se puede absorber con facilidad una vez inhalado. También puede penetrar la piel al estar expuesta. Los índices de leucemia, específicamente de LMA, son más altos en personas expuestas a la bencina.
- La exposición crónica causa que una cantidad suficiente de bencina cause estragos en el cuerpo. Evita trabajar en lugares con una exposición repetitiva a la bencina, tales como estaciones de gasolina y fábricas de cigarros.
- Las nuevas regulaciones de seguridad han dado lugar a la disminución del contenido de bencina en productos como la gasolina. Aun así, lo mejor es frecuentar lo menos posible las estaciones de gasolina y las fábricas de petróleo crudo.
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Abstente de fumar o usar tabaco cerca de tu niño. Fumar induce a la exposición a la bencina porque la bencina se emite al fumar un cigarro. También hay otros químicos radioactivos en los cigarros.
- El tabaquismo pasivo también expone a una persona a la bencina.
- El mejor consejo para los fumadores es que dejen de fumar y salven las vidas de otros también. Para los no fumadores, lo mejor es evitar el humo del cigarro a toda costa.
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Ten cuidado con los riesgos asociados a ciertos tipos de quimioterapia. Los niños tratados con quimioterapia para otros tipos de cáncer tienen un riesgo más alto de desarrollar un cáncer secundario como la leucemia mieloide aguda, la cual se desarrolla dentro de los 5 a 10 años de tratamiento.
- Los agente alquilantes son en su mayor parte los culpables del cáncer secundario causado por quimioterapia. Este fármaco une un grupo alquilante disruptivo que daña las células del ADN.
- Existe una incidencia incrementada de leucemia en este grupo de fármacos.
- Se recomienda discutir el plan de tratamiento cuidadosamente con un médico al someterse a una quimioterapia.
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No bebas alcohol durante el embarazo. Algunos estudios han encontrado que las madres que beben alcohol durante el embarazo pueden incrementar el riesgo de que la leucemia se desarrolle en su hijo no nacido.Anuncio
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Alimenta a tu niño con una dieta saludable. Fomentar a que los niños tomen decisiones saludables hará que sus cuerpos sean fuertes y tengan menos probabilidades de desarrollar cáncer. Según el MD Anderson Cancer Center, puedes intentar las siguientes alternativas para que tu niño coma de forma saludable.
- Añade diferentes frutas y vegetales a las comidas de tus hijos.
- Prepara frutas listas para comer y vegetales para los refrigerios.
- Haz puré a los vegetales y añádelos como salsas encima de las pastas.
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Fomenta la actividad en tu hijo. El ejercicio mantiene al cuerpo en forma y también mejora la inmunidad en general. Asegúrate de que tus niños hagan por lo menos 60 minutos de actividad física.
- Limita la televisión y los videojuegos.
- Anímalos a manejar bicicleta o caminar temprano por las mañanas.
- Inscribe a tus hijos en clases como baloncesto o clases de baile.
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Asegúrate de que tu hijo duerma la cantidad adecuada. El cuerpo se recupera mejor durante el sueño y durante este período comienza la reparación de las células para recuperar la buena salud. Dormir de forma adecuada asegura un cuerpo saludable y un sistema inmune en buen estado, lo cual es importante para combatir las enfermedades.
- En general, los niños necesitan mucho sueño. Los niños de tres años necesitan de 12 a 14 horas, los de cuatro a seis años necesitan de 10 a 12 horas, los de siete a doce años necesitan de 10 a 11 horas y los adolescentes necesitan de 8 a 9 horas de sueño. [2] X Fuente de investigación
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Busca señales de fatiga. La fatiga es el síntoma más común. Otros síntomas que acompañan a la fatiga son la palidez en el rostro y piel, así como la dificultad para respirar al hacer ejercicio moderado. Estos síntomas indican que los glóbulos rojos no llevan suficiente cantidad de oxígeno al resto del cuerpo. Los pulmones, otros órganos vitales y los músculos compensan la poca cantidad de oxígeno con un trabajo más diligente. Este es un proceso muy difícil de realizar y causa una sensación general de fatiga.
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Ten en cuenta la fiebre persistente. En realidad, la fiebre protege al cuerpo de procesos dañinos internos. La lucha constante del cuerpo contra las células de la leucemia desencadena una fiebre persistente.
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Pregúntale a tu hijo si tiene dolor de huesos. La médula ósea es el núcleo suave de tejido dentro del hueso. El dolor de huesos es el resultado de la saturación de médulas óseas con células de leucemia.
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Busca moretones o sangrado que se produzcan con facilidad. Los moretones que se producen con facilidad, los sangrados frecuentes de encías y nariz y las manchas rojas en la piel. Estos son síntomas de una baja cantidad de plaquetas en el cuerpo.
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Busca bultos pequeños y suaves bajo la piel. Se pueden encontrar bultos suaves y pequeños en cualquier parte del cuerpo. Estos bultos son productos secundarios de las células de la leucemia que se filtran bajo el área afectada.
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Vigila la pérdida de apetito. El bazo es el cementerio para las células sanguíneas muertas. La leucemia incrementa la tasa de muerte de las células sanguíneas y congestiona el bazo. En consecuencia, el bazo crece en tamaño. La cercanía del bazo al estómago juega un papel importante en la pérdida del apetito, ya que el bazo crecido presiona contra el estómago para imitar la sensación de estar lleno. Esto explica la pérdida de apetito.
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Supervisa cualquier pérdida de peso. La batalla crónica del cuerpo contra la leucemia desencadena una cascada de células inflamatorias. Una de las células inflamatorias es llamada factor de necrosis tumoral (caquectina). La caquectina es la responsable de la pérdida de peso.
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Observa si tu hijo experimenta sudoraciones nocturnas. La fiebre es la respuesta del cuerpo contra las células dañinas de la leucemia. La fiebre crónica altera la capacidad del cuerpo de regular la temperatura corporal. El proceso de regulación defectuoso del cerebro percibe la temperatura normal del cuerpo como muy alta y utiliza la sudoración nocturna como un medio para liberar el calor.
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Busca bultos en la ingle, axilas y cuello. Los bultos indican una inflamación en los ganglios y los ganglios son los policías del cuerpo. Detienen bacterias, virus y sustancias extrañas indeseadas como las células cancerígenas y las preparan para su retiro. En este caso, los ganglios atrapan a las células de la leucemia e intentan eliminarlas.
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Identifica cualquier dolor en la parte izquierda del abdomen. El bazo se ensancha y aumenta tanto que produce dolor. Con frecuencia, las quejas provienen del lado izquierdo del abdomen, donde se ubica usualmente el bazo.Anuncio
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Somete a tu hijo a quimioterapia. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, el tratamiento principal para la leucemia infantil es la quimioterapia. En el caso de los niños con un riesgo alto de leucemia, se administra la quimioterapia junto con un trasplante de célula madre.
- La quimioterapia solo puede tratar potencialmente los casos de LLA y LMA. La quimioterapia tiene más éxito en LLA, donde el 50% de casos logran sanar. La MLC y la LLC no responden favorablemente a los fármacos quimioterapéuticos.
- La principal desventaja de los fármacos de quimioterapia es que matan tanto las células normales como las células cancerígenas. También pueden haber contratiempos cuando las células cancerígenas vuelven a aparecer a pesar del tratamiento. Las medicaciones principales que se usan en quimioterapia son la citarabina y la antraciclina.
- La citarabina perturba la síntesis del ADN de las células sanas y las células cancerígenas. Por lo tanto, se detiene la producción de células nuevas. La antraciclina daña las proteínas del ADN e interrumpe la síntesis del ADN de las células sanas y las células de la leucemia.
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Inscribe a tu niño para un trasplante de célula madre. La célula madre de un donante saludable puede trasplantarse en un paciente con leucemia por medio de la médula ósea. De esta forma, las nuevas células madre multipotentes fomentan el crecimiento de nuevas células sanguíneas sanas.
- El trasplante de médula ósea es la única fuente de trasplante de célula madre sin controversias. Otras fuentes de células madres (como los embriones) desatan diversas opiniones en el campo médico.
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Pon a tu niño en dieta neutropénica. Este es un tipo especial de dieta que apunta a proteger al paciente de las comidas que contienen bacterias y que podrían causar una potencial infección. Las células sanguíneas de los pacientes no están preparadas para repeler las infecciones de forma eficiente. Algunos consejos básicos para seguir una dieta neutropénica son:
- Evita las frutas frescas y los vegetales crudos. Las bacterias pueden estar presentes en la cáscara y en las hojas. Las frutas que se pueden pelar como el plátano, el pomelo y la naranja son seguras. Asimismo, los vegetales cocidos, las frutas y vegetales enlatados y los jugos son seguros para el consumo.
- Siempre cocina bien la carne de res y de pescado. Esto asegura que ninguna amenaza potencial como la salmonella infecte al paciente.
- Consume solo productos diarios pasteurizados. La pasteurización en el estándar por excelencia para eliminar las sustancias dañinas de los productos diarios.
- Evita las barras de ensaladas, filambrerías y los sashimis. Opta siempre por comida cocida.
- Asegúrate de que el agua sea segura para su consumo. Se recomienda agua destilada, hervida, por ósmosis inversa o filtrada.
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Referencias
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